martes, diciembre 01, 2009

Las preocupaciones Dia 9 de 21

Voy a emitir mi ansiedad sobre él, porque Él se preocupa por mí!

Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros (1 Pedro 5:7).

Confesión de fe de hoy se produce a partir del 1 Pedro 5:7: Echad toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.

La gente no pasan suficiente tiempo meditando en la Palabra de Dios. Cuando estás lleno de la Palabra, se eleva la fe en su espíritu. Pero cuando te olvides de pasar tiempo de estudio y meditación, y asumes las preocupaciones de esta vida, dejas de experimentar la fuerza de la fe que proviene del espíritu santo. Esto es cuando te encuentras una sobrecarga, agitado, furioso, y agobiado por las preocupaciones de la vida.

Las preocupaciones de este mundo, ahogan la palabra, y te hacen estéril en cada área de tu vida. Si usted presta más atención a los medios de comunicación, que a la Palabra, usted se encontrará inclinado más hacia el lado negativo de las cosas. Esto hará que usted sea estéril e improductiva.

Por esta razón, tenemos que echar o desviar las preocupaciones de la vida. Le reto hoy para comenzar a difundir las cosas que están obstaculizando la Palabra de producir resultados en su vida. Es una elección que tiene que hacer.

Tomar una decisión hoy de no ser abrumado por las cosas que están fuera de su control. La palabra nos hace crecer en la fe y como debemos andar. Debemos temor la actitud de que no participará en el miedo del mundo y las malas noticias.

Nuestro Dios se preocupa por nosotros y es el proveedor a todas nuestras necesidades conforme a sus riquezas en gloria, gloria a Dios!

La consistencia es la clave de para avanzar, le insto a hacer su estudio diario, rodearse de gente de fe, escuchar cosas positivas, le asegura que vera las cosas diferentes, y no porque han cambiado, sino porque usted cambio de actitud. Recuerde que Jesús te ama y yo también!

¿Cuáles son las cosas que están haciendo frete a su vida, como se llaman esas preocupaciones?

• La necesidad de controlar las cosas por mí mismo

• La culpa y la condenación por el pecado en mi vida

• La falta de fe en la voluntad de Dios para intervenir en la vida de otros

• Todas las anteriores.


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