Me deleito en el Señor, y Él me da los deseos de mi corazón.
Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón (Salmo 37:4).
En la lección de hoy nos enteramos de que si nos deleitamos en el Señor, Él nos dará los deseos de nuestro corazón. En el original hebreo, delicia significa ser suave, flexible y maleable. La arcilla es más flexible, suave y flexible. Isaías 64:8 dice: "Nosotros somos la arcilla y tú nuestro alfarero, y que todos son obra de tus manos." Cuando mantenemos nuestra función como la arcilla y permitir que Dios nos molde en lo que él quiere nosotros seamos, nos deleitamos en él.
Como hemos aprendido en la lección, Dios quiere que amemos a Él y confiar suficientemente en él que estemos felices y encantados con lo que nos dice que hagamos. Como recompensa por nuestra confianza en Él, ahora puede confiar en nosotros en la concesión de cada uno de nuestros deseos. Podemos relacionar a los padres. No es extraño en absoluto para nosotros para tratar de dar a nuestros hijos cada uno de sus deseos cuando son siempre obedientes y confiados de nuestro juicio, incluso cuando no están de acuerdo con nuestras normas. Lo mismo sucede con nuestro Padre, Dios. Hay veces que no entendemos por qué es que requieren una acción o comportamiento de algunos de nosotros, pero darse cuenta de que sabe mejor, humildemente someter a él.
Dios valora nuestra humildad, ya que demuestra nuestro deleite en él y es evidencia de que estamos siempre a hacer lo que Su Palabra nos manda a hacer. Proverbios 22:4 nos dice, "Por la humildad y el temor del Señor son las riquezas y el honor y la vida". Debemos tener cuidado de no malinterpretar lo que esto significa. Esto no significa que se puede pretender que se alegre de Dios, para que podamos obtener de nuestros deseos. Dios conoce nuestros motivos.
¿Es usted realmente deleitado en el Señor? Estoy seguro de que usted está, usted está aquí, ahora mismo, pasando por los 21 días de experimentar el cambio. La experiencia de cambio es aprender a presentar todas sus formas a las formas de Dios. Yo diría que el placer.
A medida que continúe deleitarse en él, usted puede esperar que recibirás de tu corazón todos los deseos. Sean bendecidos.
¿Cómo puede usted deleitarse en el Señor?
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