viernes, diciembre 04, 2009

Sana tu interior con su fuerza Dia 10 de 21

Él me llevó a la sala del banquete, y su bandera sobre mí fue amor (Cantar de los Cantares 2:4).

En la lección del día de hoy hemos hablado de la bandera del amor que Dios pone sobre sus hijos. Hemos señalado que el amor es un arma que el enemigo no tiene concepto de la defensa o en contra. El amor de Dios por nosotros se inflama nuestra capacidad de amar a los demás de manera incondicional.
Algunos pueden decir: "Pero, usted no sabe lo que me hicieron, ¿cómo voy a amar a ellos?"

Entiendo la tentación de retener el amor de alguien que ha cometido un acto de maldad hacia usted, especialmente si es víctima de un crimen atroz como la violación, abuso sexual, el incesto, el abuso físico, abuso emocional o alguna otra forma de abuso. No me atrevo a hacer la luz de su experiencia, pero lo que Dios quiere hacer a través de su acto de perdón es liberarlo de la prisión de un perdón. Efesios 4:32 nos dice que "... Antes sed los unos a los otros, misericordiosos, perdonándoos unos a los otros, como Dios por el amor de Cristo, ha perdonado".

Como se señaló en la lección, el amor es un arma. No es un arma contra su agresor, sino contra el demonio, el que inspiró las acciones de su autor. Habiendo bandera de amor de Dios sobre nosotros es un testimonio de otros, que sirve como prueba de que estamos viviendo por las normas de Dios, y no la nuestra. Créame, sus enemigos saben que no merecen el amor demostrado hacia ellos, pero tampoco somos merecedores del amor que Dios muestra hacia nosotros.

En una reciente lección nos animaron a poner nuestra atención en Dios. Si usted ha sido herido por alguien, la curación emocional es tuyo. Simplemente pongamos el dolor en las manos de Dios. Él puede, y sanara tus heridas, después de todo, su bandera sobre usted es el amor.

La única persona que es afectada por las consecuencias de la falta de perdón es usted, las peores enfermedades provienen de la falta de perdón. Sea libre, Dios les bendiga.

Si ha encontrado dificultades para compartir el amor de Dios con un enemigo, ¿cuál es la razón?

• Si lo perdono, se quedara sin condenación alguna por el mal que me hizo.

• Ellos no merecen el perdón.

• Estoy muy enojado, no sé cómo perdonar.

• Todas las anteriores.

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