martes, septiembre 22, 2009

El campo del perozoso II

La palabra perezoso, en hebreo en el Antiguo Testamento, es "atsel" que significa indolente, ocioso o perezoso. Es decir, cuando una persona cae en la pereza en cierta manera cae en la indolencia, en la indiferencia. En el Nuevo Testamento la palabra perezoso es "okneros" que significa indolente, impuntual e insoportable. Dios nunca llega tarde, siempre llega a tiempo.

Hebreos 6:11-12 Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la mismo solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, a fin de que no seáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.De nuevo vemos aquí como la pereza puede impedir que nos lleguen las promesas y por eso nos exhortan a imitar a aquellos que por su fe y paciencia heredaron las promesas.El perezoso tiene características muy particulares; veamos algunas de ellas.

Lo primero es que el perezoso no discierne los tiempos. La palabra de Dios dice que todo es hermoso en su tiempo. Sin embargo en Proverbios 6:9 dice: “Perezoso ¿Hasta cuando has de dormir? ¿Cuándo te levantaras de tu sueño?”. Dios instituyó el reposo para el ser humano, el problema que se resalta aquí es que el perezoso no sabe discernir cuando es el momento de dormir y deleitarse en el reposo y cuando es el momento de trabajar.

Otra característica es que desea pero nada alcanza, pues se la pasa soñando pero sin tener un plan de acción. En Proverbios 13:4 dice: “el alma del Perezoso desea, y nada alcanza, mas el alma de los diligentes será prosperada“. El alma del diligente acciona el plan, el perezoso solo se queda deseando. Debemos luchar mucho contra esto e instruir a nuestros jóvenes. Ellos tienen que aprender a accionar y ser diligentes.

El perezoso tiene una mente sumamente negativa. Declara su fracaso anticipadamente. No piensa mas allá, se rinde fácilmente. Debemos estar consciente de que existe un enemigo, pero tenemos que tener la seguridad de que mayor es el que está con nosotros; Él pelea nuestras batallas. Proverbios 22-13 dice el Perezoso: el león está fuera, seré muerto en la calle. Proverbios 26:13 Dice el perezoso: el león esta en el camino, el león esta en las calles. Como la puesta gira sobre sus quicios, así el perezoso se vuelve en su cama. Debemos cerrar brechas que puedan estar abiertas al enemigo.

Otra característica es que el perezoso cree que sabe más que los demás. Proverbios 26-16 en su propia opinión el perezoso es más sabio que siete que sepan aconsejar. El perezoso es sabio en su propia prudencia, y no está viendo su calamidad. Por eso con corazón humilde debemos acercarnos al Señor para que el nos conduzca por sus sendas.

El perezoso justifica su negligencia, y la justifica por las circunstancias, sin embargo siempre está presto a pedir lo que no sembró. Proverbios 20:4 el perezoso no ara a causa del invierno, pedirá pues en la siega, y no hallara. Nosotros mismos a veces nos auto justificamos y nuestros campos se van llenando de espinos y malas yerbas y estamos justificando una situación. El perezoso pide en el tiempo de la siega, pero recordemos que, el que no siembra no cosecha.

Los perezosos tienen dos actitudes frecuentes. Una es una actitud evasiva. Está profundamente comprometido, al extremo de desarrollar una adicción, pero con cualquier actividad que no sea la que tiene que hacer. Esta es la fotografía de muchas vidas el día de hoy. No podemos volvernos adictos a nada que nos separe de Dios. Con estas actividades en perezoso intenta evadir su responsabilidad.Hebreos 3:10 siempre andan vagando en su corazón, y no han conocido mis caminos.

La segunda es la actitud mártir; ser la víctima y de esa manera justificar mi pereza. Pero en la palabra dice que Dios no puede ser burlado, todo lo que el hombre siega eso cosecha.

Eclesiastés 10:18 Por la pereza se cae la techumbre, y por la flojedad de las manos se llueve la casa.Las goteras vienen por un techo en destrucción. Este techo es símbolo de cobertura y protección. El vivir en una casa sin techo nos expone. Cristo es nuestro protector.2 Corintios 12:14 He aquí, por tercera vez estoy preparado, y nos seré gravoso, porque no busco lo vuestro, sino a vosotros. Pues no deben atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos.

Debemos examinar nuestro campo, nuestra familia, nuestras casas; desechar toda pereza, y cortar todos los malos hábitos. Identificar la pereza y renunciar a ella. Tener un campo limpio será nuestro legado para nuestros hijos.

El campo del perozoso

"Proverbios 24:30-31 Pasé por el campo del perezoso, y junto a la viña del hombre falto de entendimiento. Y he aquí que por toda ella habían crecido los espinos, Ortigas habían ya cubierto su faz. Y su cerca de piedra estaba ya destruida".

Las pequeñas actitudes que van en aumento son las que llevan a nuestro campo a esa situación. Entiéndase como nuestro campo, nuestra vida, al igual que nuestra familia. Este pasaje nos habla también de las cercas destruidas.

Las cercas nos muestran los límites, nos marcan fronteras y nos dicen hasta donde podemos llegar. Pero también, las cercas marcan una frontera al enemigo y le dicen hasta dónde puede llegar.

El perezoso llega hasta el estado en que su cerca está derribada. Nos enseña, a los que somos padres, la necesidad de establecer límites a nuestros hijos, para que tengan presente hasta donde pueden llegar. Por eso es muy importante que nuestro campo tenga esos linderos bien definidos.

El campo descrito en este pasaje, estaba lleno de espinos, los cuales nos hablan de dolor, de dolores no sanados, y también de rencores. Recordemos que Jesús nos enseñó que debemos perdonar. Igualmente nos dice que había yerba. La mala yerba, al igual que nuestros malos hábitos, crece sola no hay que cultivarla. Esto hace referencia a esos malos hábitos que se han reproducido en nuestras vidas o en nuestras casas. Los hábitos son un patrón adquirido producto de una repetición continua de una cosa.

Hay hábitos del corazón que están ocultos, y muchas veces, ni nosotros mismos nos damos cuenta de que están ahí. Tales como los rencores, los celos, las envidias, etc. Estos hábitos que están arraigados en el corazón y muchas veces no son visibles pero están allí. Mas Dios, que nos conoce en lo secreto sabe de esos hábitos. A Él no le podemos ocultar esas malas costumbres. Él sabe y los identifica.

Hay hábitos destructivos que son más visibles, tales como ciertos tipos de adicciones, las manías y obsesiones. Esa formación de malos hábitos viene producto de una conducta continua. Por eso es necesario que revisemos nuestro campo para ver qué malas yerbas se han reproducido en él, cuáles malas costumbres o malos hábitos se han arraigado en nuestras familias o en nuestras casas, para arrancarlas y desecharlas.Para poseer las promesas de Dios debemos abandonar la pereza.

Sabemos que Dios tiene promesas para sus hijos. Sin embargo, no siempre es el enemigo quien está obstruyendo para que esas promesas se cumplan. Muchas veces es producto de nuestra negligencia y de nuestra pereza. En Jueces 18:9 dice “Levantaos, subamos contra ellos, porque nosotros hemos explorado la región, y hemos visto que es muy buena ¿y vosotros, no haréis nada? No seáis perezosos en poneros en marcha para ir a tomar posesión de la tierra”. Estas fueron las palabras de Josué al pueblo. Nuestra negligencia, nuestra comodidad, no nos permite a veces tomar la tierra que Dios nos ha dado. Debemos revisarnos interiormente para saber cuales promesas de Dio no hemos alcanzado por causa de la pereza.

continuara------