Navidad significa nacimiento, y el símbolo de la Navidad es una estrella, una luz en la obscuridad que sirvió de guía para encontrar al salvador. No veamos más esta estrella fuera de nosotros, sino brillando en nuestro cielo interno y aceptémosla como símbolo de que ha llegado el tiempo del Cristo; el tiempo de reconocer nuestra verdadera identidad.
Dentro de cada uno de nosotros existe un Salvador que conoce nuestra totalidad, nuestra esencia. Es una sabiduría innata que, si la utilizamos como una guía, nos conducirá siempre a experiencias de paz, armonía y amor. Es algo muy especial que está en todos y es para todos. Si no sacamos el mayor provecho de ella es sólo porque no la podemos entender y mucho menos aceptar.
Esta esencia en nosotros es la que conoce nuestra totalidad o nuestra santidad.
Pero como un amigo fiel, no llegará a donde no se ha le ha invitado. Por lo tanto, vamos a comenzar nuestras fiestas navideñas abriéndole la puerta a este invitado tan especial.
No temamos abrirle la puerta y recibámosle sin expectativas. El sabrá orientarnos, sin equivocarse y nos traerá regalos que no podremos encontrar en ningún lugar del mundo.
Tan pronto recibamos ese invitado tan especial, estaremos listos para preparar la gran fiesta. Pero, ¿cómo va a ser esta fiesta de Navidad?
Nuestro amigo no pide nada. No exige sacrificios de ningún tipo. Por lo tanto, en esta Navidad, cerremos las puertas a todo sacrificio estéril, a la culpa, al miedo a la escasez y demos paso a lo único que tiene sentido en nuestras vidas, a ese regalo del cual derivan su existencia todas las cosas: el amor.
Para muchas personas, las estampas de la Navidad traen sentimientos de gozo y alegría. Para otras, esta época puede ser difícil, solitaria, aumentando los sentimientos de culpa y depresión. Continuamente leemos artículos sobre cómo disfrutar las fiestas, sin embargo muchos no podemos imaginar cómo salir de ese estado de inmensa soledad en que algunos nos sumergimos. A veces podemos sentirnos atrapados entre lo que queremos hacer y lo que debemos hacer. Nos sentimos culpables porque deseamos quedarnos en casa en vez de salir a visitar familiares por compromiso.
También podemos sentirnos perdidos porque no tenemos la familia que quisiéramos tener. Muchos de nosotros, año tras año esperamos que la mágica Navidad nos regale una persona que pueda llenar el vacío del solitario corazón, causando honda desesperación cuando no sucede. Recuerda que no estás solo(a). Que hay uno que esta a tu lado, esta a la puerta y llama esperando que le abras tu corazon.
MATEO 28;19-20: "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 28:20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén."
viernes, diciembre 26, 2008
lunes, diciembre 22, 2008
«¡Cómo quisiera... que fueras hombre!»
Cuando salió a andar en busca de agua, no estaba comprometida con nada ni con nadie. No intentaba otra cosa que encontrar agua aquella encantadora muchacha del pueblo de los nivaklé. Pero se encontró más bien con un árbol robusto, llamado Nasuk. Fue tan grande la atracción del árbol, que ella sintió que la estaba llamando. No pudo ni quiso resistirlo, sino que lo abrazó apretando el tronco con todo el cuerpo, y clavó las uñas en la corteza, hasta que sangró.
Cuando por fin lo soltó, se despidió de él, desconsolada, con estas palabras: «¡Cómo quisiera, Nasuk, que fueras hombre!»
Cuentan los indígenas de esa región que Nasuk, el guayacán, se hizo hombre y salió en busca de ella. Y no se dio por vencido hasta que la encontró, le mostró la marca de las uñas en la espalda y se tendió a su lado.1
Si hay algo que «nos suena» de esta ingeniosa leyenda de los nivaklé, no será por nada. Lo que hizo aquel guapo guayacán se asemeja bastante a lo que nos narra la historia sagrada que hizo el admirable Hijo de Dios. Ambos se encarnaron —se hicieron hombres— porque sólo así podrían identificarse con el objeto de su amor. Sólo así podrían probarle su amor y estar a su lado para siempre. Pero hay algo sumamente importante que distingue al uno del otro. El guayacán no parece haber tenido otra intención que la de pasar el resto de su vida aquí en la tierra con su amada, mientras que el Hijo de Dios vino para dar su vida por la suya aquí en la tierra, y así poder estar con ella en el cielo por toda la eternidad.
Nuestro Nasuk divino recibió el nombre de Emanuel, es decir, «Dios con nosotros», precisamente porque vino para eso: para estar con nosotros, que somos su amada. Si Jesucristo no se hubiera hecho Hijo del hombre, no habría podido cumplir su misión de buscar y salvar lo que se había perdido.2 Una vez que nos encuentra, nosotros, que estamos perdidos buscando agua que sacie nuestra sed espiritual, encontramos en Él una fuente inagotable de agua. Si bebemos de esa agua, no volvemos a tener sed jamás, sino que dentro de nosotros esa agua se convierte en un manantial del que brota vida eterna.3 Sabemos que la vida que nos ofrece es eterna porque Él no sólo sangró y murió por nosotros, sino que resucitó para estar con nosotros hasta el fin del mundo.4 Y sabemos que resucitó porque, mediante los ojos de la fe que le faltó al apóstol Tomás, podemos ver la marca de los clavos en sus manos.5 Y no podemos dejar de exclamar agradecidos: «¡Cuánto me alegro, Emanuel, que te hiciste hombre!»
Cuando por fin lo soltó, se despidió de él, desconsolada, con estas palabras: «¡Cómo quisiera, Nasuk, que fueras hombre!»
Cuentan los indígenas de esa región que Nasuk, el guayacán, se hizo hombre y salió en busca de ella. Y no se dio por vencido hasta que la encontró, le mostró la marca de las uñas en la espalda y se tendió a su lado.1
Si hay algo que «nos suena» de esta ingeniosa leyenda de los nivaklé, no será por nada. Lo que hizo aquel guapo guayacán se asemeja bastante a lo que nos narra la historia sagrada que hizo el admirable Hijo de Dios. Ambos se encarnaron —se hicieron hombres— porque sólo así podrían identificarse con el objeto de su amor. Sólo así podrían probarle su amor y estar a su lado para siempre. Pero hay algo sumamente importante que distingue al uno del otro. El guayacán no parece haber tenido otra intención que la de pasar el resto de su vida aquí en la tierra con su amada, mientras que el Hijo de Dios vino para dar su vida por la suya aquí en la tierra, y así poder estar con ella en el cielo por toda la eternidad.
Nuestro Nasuk divino recibió el nombre de Emanuel, es decir, «Dios con nosotros», precisamente porque vino para eso: para estar con nosotros, que somos su amada. Si Jesucristo no se hubiera hecho Hijo del hombre, no habría podido cumplir su misión de buscar y salvar lo que se había perdido.2 Una vez que nos encuentra, nosotros, que estamos perdidos buscando agua que sacie nuestra sed espiritual, encontramos en Él una fuente inagotable de agua. Si bebemos de esa agua, no volvemos a tener sed jamás, sino que dentro de nosotros esa agua se convierte en un manantial del que brota vida eterna.3 Sabemos que la vida que nos ofrece es eterna porque Él no sólo sangró y murió por nosotros, sino que resucitó para estar con nosotros hasta el fin del mundo.4 Y sabemos que resucitó porque, mediante los ojos de la fe que le faltó al apóstol Tomás, podemos ver la marca de los clavos en sus manos.5 Y no podemos dejar de exclamar agradecidos: «¡Cuánto me alegro, Emanuel, que te hiciste hombre!»
viernes, diciembre 19, 2008
Vive tu vida, como un Reloj.
Trabajo más que cualquier mortal, pero más fácilmente porque lo hago segundo a segundo.
Tengo que hacer miles de tic-tacs para formar un día, pero dispongo de un segundo para hacer cada uno de ellos. No los quiero hacer todos a la vez.
Nunca me preocupo de lo que hice ayer, ni de lo que tendré que hacer mañana. Mi ocupación es de hoy... ¡aquí y ahora!
Sé que si hago lo de hoy bien, no tendré que molestarme por el pasado ni preocuparme por el futuro.
Tú, que eres persona, si quieres vivir tranquilo y tan feliz como yo, no trates de vivir toda tu vida, ni echarte todo el peso de tu trabajo en un solo día. ¡Vive ahora!
Haz el trabajo de cada día en su día. Te convencerás de que si se toma tiempo, siempre hay tiempo para todo.
Hay un modo difícil de hacer el trabajo que tiene que hacerse.
Si quieres encontrar el modo fácil... ¡mírame a mí! Nunca me preocupo, nunca me apresuro... ¡pero nunca me retraso! Lo que tengo que hacer... ¡lo hago!... ¡Ese es el secreto!
La palabra dice que por nada esteis afanosos, cada dia tiene su propio afan. Aprende a vivir el dia a dia, y te aseguro que seras muchas mas feliz de lo que puedes imaginarte.
Tengo que hacer miles de tic-tacs para formar un día, pero dispongo de un segundo para hacer cada uno de ellos. No los quiero hacer todos a la vez.
Nunca me preocupo de lo que hice ayer, ni de lo que tendré que hacer mañana. Mi ocupación es de hoy... ¡aquí y ahora!
Sé que si hago lo de hoy bien, no tendré que molestarme por el pasado ni preocuparme por el futuro.
Tú, que eres persona, si quieres vivir tranquilo y tan feliz como yo, no trates de vivir toda tu vida, ni echarte todo el peso de tu trabajo en un solo día. ¡Vive ahora!
Haz el trabajo de cada día en su día. Te convencerás de que si se toma tiempo, siempre hay tiempo para todo.
Hay un modo difícil de hacer el trabajo que tiene que hacerse.
Si quieres encontrar el modo fácil... ¡mírame a mí! Nunca me preocupo, nunca me apresuro... ¡pero nunca me retraso! Lo que tengo que hacer... ¡lo hago!... ¡Ese es el secreto!
La palabra dice que por nada esteis afanosos, cada dia tiene su propio afan. Aprende a vivir el dia a dia, y te aseguro que seras muchas mas feliz de lo que puedes imaginarte.
martes, diciembre 16, 2008
Dios te da la victoria
Josué 8:1-2 nos dice: Jehová dijo a Josué: No temas ni desmayes; toma contigo toda la gente de guerra, y levántate y sube a Hai. Mira, yo he entregado en tu mano al rey de Hai, a su pueblo, a su ciudad y a su tierra. Y harás a Hai y a su rey como hiciste a Jericó y a su rey; sólo que sus despojos y sus bestias tomaréis para vosotros. Pondrás, pues, emboscadas a la ciudad detrás de ella.
Es importante que confíes en el Dios de los ejércitos. No temas ni desmayes porque Él te ayuda para que alcances tus sueños. Aunque los anhelos estén en lo alto y tengas que enfrentar enemigos, el Señor los entregará en tus manos si eres constante y luchas en su nombre.
Josué 8:15-18 continúa: Entonces Josué y todo Israel se fingieron vencidos y huyeron delante de ellos por el camino del desierto. Y todo el pueblo que estaba en Hai se juntó para seguirles; y siguieron a Josué, siendo así alejados de la ciudad. Y no quedó hombre en Hai ni en Bet-el, que no saliera tras de Israel; y por seguir a Israel dejaron la ciudad abierta. Entonces Jehová dijo a Josué: Extiende la lanza que tienes en tu mano hacia Hai, porque yo la entregaré en tu mano. Y Josué extendió hacia la ciudad la lanza que en su mano tenía.
Los adversarios saldrán huyendo al ver tu determinación. Así como orientó a Josué, te dará la estrategia correcta para que recuperes lo que el enemigo quiso robarte. Toma tu lanza y no la bajes, mientras la mantengas en alto, conquistarás lo que buscas.
Josué 8: 25-26 nos dice: Y el número de los que cayeron aquel día, hombres y mujeres, fue de doce mil, todos los de Hai. Porque Josué no retiró su mano que había extendido con la lanza, hasta que hubo destruido por completo a todos los moradores de Hai.
Dios tiene el poder para recuperar tus sueños perdidos. Quiere que despiertes y creas en Él. Si entregas tu cansancio y le adoras, Él renovará tus sueños. Les dará vida, aunque tu enemigo diga que han muerto.
Es importante que confíes en el Dios de los ejércitos. No temas ni desmayes porque Él te ayuda para que alcances tus sueños. Aunque los anhelos estén en lo alto y tengas que enfrentar enemigos, el Señor los entregará en tus manos si eres constante y luchas en su nombre.
Josué 8:15-18 continúa: Entonces Josué y todo Israel se fingieron vencidos y huyeron delante de ellos por el camino del desierto. Y todo el pueblo que estaba en Hai se juntó para seguirles; y siguieron a Josué, siendo así alejados de la ciudad. Y no quedó hombre en Hai ni en Bet-el, que no saliera tras de Israel; y por seguir a Israel dejaron la ciudad abierta. Entonces Jehová dijo a Josué: Extiende la lanza que tienes en tu mano hacia Hai, porque yo la entregaré en tu mano. Y Josué extendió hacia la ciudad la lanza que en su mano tenía.
Los adversarios saldrán huyendo al ver tu determinación. Así como orientó a Josué, te dará la estrategia correcta para que recuperes lo que el enemigo quiso robarte. Toma tu lanza y no la bajes, mientras la mantengas en alto, conquistarás lo que buscas.
Josué 8: 25-26 nos dice: Y el número de los que cayeron aquel día, hombres y mujeres, fue de doce mil, todos los de Hai. Porque Josué no retiró su mano que había extendido con la lanza, hasta que hubo destruido por completo a todos los moradores de Hai.
Dios tiene el poder para recuperar tus sueños perdidos. Quiere que despiertes y creas en Él. Si entregas tu cansancio y le adoras, Él renovará tus sueños. Les dará vida, aunque tu enemigo diga que han muerto.
viernes, diciembre 12, 2008
No te Sientas Sola, ni Desmayes
A ti mi querida amiga, que me dices que te sientes sola.....
Sola a pesar de que tienes muestras de amor al derredor de ti....
Abre los ojos!!!! Habemos gente que te amamos, posiblemente el egoismo te impida recapacitar, y crees que solamente tus cosas, tus asuntos son de sumo interés para todos, y no te das cuenta que solo tú eres la culpable de alejar a todos de ti, porque siempre estás de mal humor, porque siempre refunfuñas que hace frío, que hace calor, que llueve, que el aire, en fin.....
Tienes talentos y virtudes maravillosas!!!!! explótalas, saca lo mejor de ti, siéntete amada por ti, solo así darás el primer paso para recuperar lo que eras, que ha pasado contigo?
Porque dejas que los problemas te agobien de esta manera, vive!!!!
Piensa y escribe tus logros, por mínimos que sean, y te darás cuenta de cuantas cosas importantes haz hecho en tu vida, haz aprendido a caminar, a sonreír, a amar, cosas tan sencillas pero son tus logros finalmente, y tú, tú tienes que festejarlos....
Y estar orgullosa de ellos, no te sientas sola, si tienes a tu lado la persona que mas te ama... y no te haz dado cuenta, date cuenta de ello y verás que es mucho más fácil ver y sentir cuantos más te aman también, esa persona de quien te hablo, Jesus el Salvador y redentor!!!!!!
Amate a ti misma, como tu quieres que te amen los demás!!!!
Sola a pesar de que tienes muestras de amor al derredor de ti....
Abre los ojos!!!! Habemos gente que te amamos, posiblemente el egoismo te impida recapacitar, y crees que solamente tus cosas, tus asuntos son de sumo interés para todos, y no te das cuenta que solo tú eres la culpable de alejar a todos de ti, porque siempre estás de mal humor, porque siempre refunfuñas que hace frío, que hace calor, que llueve, que el aire, en fin.....
Tienes talentos y virtudes maravillosas!!!!! explótalas, saca lo mejor de ti, siéntete amada por ti, solo así darás el primer paso para recuperar lo que eras, que ha pasado contigo?
Porque dejas que los problemas te agobien de esta manera, vive!!!!
Piensa y escribe tus logros, por mínimos que sean, y te darás cuenta de cuantas cosas importantes haz hecho en tu vida, haz aprendido a caminar, a sonreír, a amar, cosas tan sencillas pero son tus logros finalmente, y tú, tú tienes que festejarlos....
Y estar orgullosa de ellos, no te sientas sola, si tienes a tu lado la persona que mas te ama... y no te haz dado cuenta, date cuenta de ello y verás que es mucho más fácil ver y sentir cuantos más te aman también, esa persona de quien te hablo, Jesus el Salvador y redentor!!!!!!
Amate a ti misma, como tu quieres que te amen los demás!!!!
miércoles, diciembre 10, 2008
La verdad de tu necesidad
"Cansados del camino sedientos de ti" es una pequeña estrofa del la famosa alabanza de marcos, pero es una verdad que vivimos día a día, estamos cansados, sedientos, los que conocemos de Dios, estamos sedientos de una mayor manifestación en nuestras vidas, trayendo consigo abundancia, paz y muchas cosas más.
Pera los que no conocen a Dios, saben en su interior, que necesitan algo mas, saben que están cansados y sedientos, que ya han probado muchas cosas en la vida para encontrar algo que sacie su sed, pero que desean un algo que en realidad se llama Dios.
Como dicen, por H o por R, los dos necesitan lo mismo, por que al final lo que desean es, más de lo que están viviendo y sintiendo en este momento, hay una palabra que ha trasformado la vida de muchas personas, al darse cuenta del ofrecimiento que tiene al aferrarse a ella, dice en mateo 11:28: Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
Somos libres, Pero esclavos de nosotros mismos, tenemos dinero, pero somos pobres, tenemos buenas camas, pero no podemos descansar en ellas, hay personas que son tan pobres que lo único que tienen es dinero.
Recuerda que si quieres mas de Dios, tienes que darte mas, por que la gran ley espiritual es que para recibir hay que primero dar, entrégate mas a Dios y encontraras el sustento y saciaras todas tus necesidades. Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia,[ae] y todas estas cosas os serán añadidas. Mateo 6:33
Pera los que no conocen a Dios, saben en su interior, que necesitan algo mas, saben que están cansados y sedientos, que ya han probado muchas cosas en la vida para encontrar algo que sacie su sed, pero que desean un algo que en realidad se llama Dios.
Como dicen, por H o por R, los dos necesitan lo mismo, por que al final lo que desean es, más de lo que están viviendo y sintiendo en este momento, hay una palabra que ha trasformado la vida de muchas personas, al darse cuenta del ofrecimiento que tiene al aferrarse a ella, dice en mateo 11:28: Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
Somos libres, Pero esclavos de nosotros mismos, tenemos dinero, pero somos pobres, tenemos buenas camas, pero no podemos descansar en ellas, hay personas que son tan pobres que lo único que tienen es dinero.
Recuerda que si quieres mas de Dios, tienes que darte mas, por que la gran ley espiritual es que para recibir hay que primero dar, entrégate mas a Dios y encontraras el sustento y saciaras todas tus necesidades. Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia,[ae] y todas estas cosas os serán añadidas. Mateo 6:33
martes, diciembre 09, 2008
Gozo en medio de la crisis
Te invito a ver el video antes de leer el mensaje
Si alguna noticia reciente sobre la recesión ha sacudido tu confianza, tengo una noticia de primera plana que te infundirá ánimo. Si has estado preocupado por el efecto que tendrá el estado actual de la economía en tu futuro financiero, tengo un informe fundamentado en la Biblia que puede traer tranquilidad a tu mente y librarte de toda preocupación financiera. >> ¡En el reino de Dios no hay recesión!
Fíjate bien que no he dicho que en el cielo no hay recesión. Aunque eso es cierto, las riquezas que disfrutaremos en el cielo, hoy no llenarán nuestro tanque de gasolina. Tampoco ponen comida en nuestra mesa ni un techo sobre nuestra cabeza mientras vivamos en el planeta Tierra. }
El cielo está en nuestro futuro. Sin embargo, el reino de Dios es una realidad de nuestro presente. No solamente existe en el cielo, sino también en la Tierra, donde Jesucristo es Rey. Así que, como creyentes, podemos disfrutar de los beneficios del reino de Dios y disponer de sus recursos, no solamente en el promisorio mundo futuro, sino también en este presente tan difícil.
Nosotros no tenemos que depender del sistema de un mundo caído para obtener nuestro sustento ni tenemos que sufrir los graves estragos de una economía con fuertes altibajos, con sus recesiones y sus depresiones.
Podemos vivir con abundancia en cualquier economía, porque en el reino de Dios “LA BENDICIÓN del Señor, es la que [¡siempre!] Enriquece, y no añade tristeza con ella”, Proverbios 10:22).
Alguna persona podría decirme: “Pero hermano, si eso es cierto, ¿por qué muchos de nosotros tenemos que trabajar hasta el agotamiento en dos trabajos solo para cubrir nuestras necesidades?” Porque como todo en el reino de Dios, la parte financiera de LA BENDICIÓN funciona mediante la fe, y cuando nos
estamos esforzando para suplir nuestras propias necesidades, no estamos obrando con fe. Estamos confiando en nuestro propio esfuerzo. En vez de actuar de acuerdo al reino de Dios actuamos de acuerdo al sistema de las finanzas del mundo.
En ese sistema la gente vive haciendo de sí misma su propio dios. Actúan como si fueran su propia fuente de provisión, de modo que siempre están tratando de cubrir sus necesidades. Se pasan la vida siguiendo al dinero. Jesús le llamó a eso el sistema de “mammon” (dios de las riquezas y la codicia), y de forma terminante les dijo: “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará [le importará poco y tomará con ligereza] al otro. No podéis servir a Dios y a [mammon] las riquezas”, (Mateo 6:24).
La palabra dice que por nada estéis afanosos, cuantas veces has escuchado la gente recitar el salmo 23, es hora que tu asimiles lo que allí dice, no que lo recites, sino que lo crees y lo vivas, Dios esta con nosotros.
Si alguna noticia reciente sobre la recesión ha sacudido tu confianza, tengo una noticia de primera plana que te infundirá ánimo. Si has estado preocupado por el efecto que tendrá el estado actual de la economía en tu futuro financiero, tengo un informe fundamentado en la Biblia que puede traer tranquilidad a tu mente y librarte de toda preocupación financiera. >> ¡En el reino de Dios no hay recesión!
Fíjate bien que no he dicho que en el cielo no hay recesión. Aunque eso es cierto, las riquezas que disfrutaremos en el cielo, hoy no llenarán nuestro tanque de gasolina. Tampoco ponen comida en nuestra mesa ni un techo sobre nuestra cabeza mientras vivamos en el planeta Tierra. }
El cielo está en nuestro futuro. Sin embargo, el reino de Dios es una realidad de nuestro presente. No solamente existe en el cielo, sino también en la Tierra, donde Jesucristo es Rey. Así que, como creyentes, podemos disfrutar de los beneficios del reino de Dios y disponer de sus recursos, no solamente en el promisorio mundo futuro, sino también en este presente tan difícil.
Nosotros no tenemos que depender del sistema de un mundo caído para obtener nuestro sustento ni tenemos que sufrir los graves estragos de una economía con fuertes altibajos, con sus recesiones y sus depresiones.
Podemos vivir con abundancia en cualquier economía, porque en el reino de Dios “LA BENDICIÓN del Señor, es la que [¡siempre!] Enriquece, y no añade tristeza con ella”, Proverbios 10:22).
Alguna persona podría decirme: “Pero hermano, si eso es cierto, ¿por qué muchos de nosotros tenemos que trabajar hasta el agotamiento en dos trabajos solo para cubrir nuestras necesidades?” Porque como todo en el reino de Dios, la parte financiera de LA BENDICIÓN funciona mediante la fe, y cuando nos
estamos esforzando para suplir nuestras propias necesidades, no estamos obrando con fe. Estamos confiando en nuestro propio esfuerzo. En vez de actuar de acuerdo al reino de Dios actuamos de acuerdo al sistema de las finanzas del mundo.
En ese sistema la gente vive haciendo de sí misma su propio dios. Actúan como si fueran su propia fuente de provisión, de modo que siempre están tratando de cubrir sus necesidades. Se pasan la vida siguiendo al dinero. Jesús le llamó a eso el sistema de “mammon” (dios de las riquezas y la codicia), y de forma terminante les dijo: “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará [le importará poco y tomará con ligereza] al otro. No podéis servir a Dios y a [mammon] las riquezas”, (Mateo 6:24).
La palabra dice que por nada estéis afanosos, cuantas veces has escuchado la gente recitar el salmo 23, es hora que tu asimiles lo que allí dice, no que lo recites, sino que lo crees y lo vivas, Dios esta con nosotros.
lunes, diciembre 08, 2008
Pequeño miembro que se jacta de grandeza
11 Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la Ley y juzga a la Ley; pero si tú juzgas a la Ley, no eres hacedor de la Ley, sino juez. 12 Uno solo es el dador de la Ley, que puede salvar y condenar; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?
1 Hermanos míos, no os hagáis maestros[a] muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación.
2 Todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende de palabra, es una persona perfecta, capaz también de refrenar todo el cuerpo.
3 He aquí nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan y dirigimos así todo su cuerpo.
4 Mirad también las naves: aunque tan grandes y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere.
5 Así también la lengua[b] es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!
6 Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo e inflama la rueda de la creación,[c] y ella misma es inflamada por el infierno.[d]
7 Toda naturaleza de bestias, de aves, de serpientes y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana;[e]
8 pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal.[f]
9 Con ella bendecimos al Dios y Padre y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios.[g]
10 De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
11 ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga?
12 Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Del mismo modo, ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.[h] [i]
Santiago 3 y 4
1 Hermanos míos, no os hagáis maestros[a] muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación.
2 Todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende de palabra, es una persona perfecta, capaz también de refrenar todo el cuerpo.
3 He aquí nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan y dirigimos así todo su cuerpo.
4 Mirad también las naves: aunque tan grandes y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere.
5 Así también la lengua[b] es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!
6 Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo e inflama la rueda de la creación,[c] y ella misma es inflamada por el infierno.[d]
7 Toda naturaleza de bestias, de aves, de serpientes y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana;[e]
8 pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal.[f]
9 Con ella bendecimos al Dios y Padre y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios.[g]
10 De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
11 ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga?
12 Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Del mismo modo, ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.[h] [i]
Santiago 3 y 4
jueves, diciembre 04, 2008
La mejor creación
Para entender el verdadero alcance de la Bendición, debemos escudriñar su origen bíblico en el primer capítulo de Génesis. La Bendición aparece por primera vez en lo que considero un momento sin igual de la creación divina.
En los seis días que precedieron a la Bendición, Dios creó la Tierra por su Palabra. Él dijo: “¡Sea la luz!”, y fue la luz. A su voz de mando aparecieron en su lugar el sol, la luna, las estrellas y el mar. Las plantas, los animales y la vida marina surgieron por la Palabra de Dios.
Todo estaba preparado para la creación suprema: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal
que se arrastra sobre la tierra” (Gn 1:26).
En cuanto a mí, creo que en ese momento hubo silencio en todo el universo, mientras los ángeles y las huestes celestiales miraban y esperaban la aparición de un ser
semejante a Dios que estaba a punto de ser creado. Toda su atención se centró en aquel ser llamado “hombre”, a quien se le daría autoridad sobre la Tierra. ¿Cuál sería el aspecto de tal criatura? ¿Qué clase de poder tendría? ¿Qué obra le
encomendaría Dios?
Todos esos interrogantes quedaron resueltos al instante con lo que sucedió a continuación.
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de
Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo
Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la
tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar,
en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se
mueven sobre la tierra (vv. 27–28).
En los seis días que precedieron a la Bendición, Dios creó la Tierra por su Palabra. Él dijo: “¡Sea la luz!”, y fue la luz. A su voz de mando aparecieron en su lugar el sol, la luna, las estrellas y el mar. Las plantas, los animales y la vida marina surgieron por la Palabra de Dios.
Todo estaba preparado para la creación suprema: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal
que se arrastra sobre la tierra” (Gn 1:26).
En cuanto a mí, creo que en ese momento hubo silencio en todo el universo, mientras los ángeles y las huestes celestiales miraban y esperaban la aparición de un ser
semejante a Dios que estaba a punto de ser creado. Toda su atención se centró en aquel ser llamado “hombre”, a quien se le daría autoridad sobre la Tierra. ¿Cuál sería el aspecto de tal criatura? ¿Qué clase de poder tendría? ¿Qué obra le
encomendaría Dios?
Todos esos interrogantes quedaron resueltos al instante con lo que sucedió a continuación.
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de
Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo
Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la
tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar,
en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se
mueven sobre la tierra (vv. 27–28).
miércoles, diciembre 03, 2008
Aprende a Escoger
Escoger es importante, marca tu vida y la de los tuyos. Muchos escogen el mal hábito de las drogas, se meten en serios problemas porque desperdician su vida, su dinero, su potencial e incluso se arriesgan a tener hijos enfermos. Las personas que han tenido una vida sexual ilícita, se enferman de SIDA e incluso contagian a sus hijos.
Tomar decisiones es poderoso. Si no sigues consejos, no aprendes. Las jovencitas que se aferran a un novio a pesar de lo que les digan, luego se arrepienten por haber construido una familia con problemas. Finalmente no lograron componer al novio, por el contrario, el novio las descompuso a ellas. Si eres de aquellos que se toma el tiempo de escoger lo que compra, le caes mal a quienes escogen a la carrera lo primero que encuentran, aunque no sea lo mejor.
Por ejemplo, las mujeres compran zapatos en oferta aunque no les queden. Tengan cuidado de no escoger en oferta a la pareja, porque luego lo lamentarán. Aprende a escoger con cuidado y recuerda que lo que tienes ahora es lo que escogiste antes, y no hay marcha atrás. Bien o mal, ya escogiste a tu pareja. Ahora escoge bien y decide rescatar tu matrimonio para construir una familia feliz.
Créele a Dios por un hogar restaurado, si te precipitaste a entrar en una relación, no cometas el mismo error ahora. Asume tu responsabilidad; junto a tu pareja, pide perdón al Señor por las malas decisiones y hagan el firme propósito de luchar unidos por rescatar su hogar. Sólo tienen una vida para compartirla, no la desperdicien.
En Deuteronomio 31:19-20 dice: A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar.
Recuerda que tu vida y la de tus descendientes dependen de las decisiones que tomas. Si escoges trabajar mal, condenas a tu familia a vivir mal y tu jefe escogerá despedirte. Tus decisiones motivan las de otros. Provoca tu bienestar y el de tus seres queridos. Vivimos una situación económica muy difícil, sólo quienes destaquen en su trabajo lo conservarán. Los economistas pronostican desempleo masivo en los próximos años. Decide ser de los que conservarán su puesto y recibirán aumento salarial. No es tiempo de berrinches en las empresas, es tiempo de tolerancia y esfuerzos extras. No permitas que otros escojan por ti. Las bendiciones de Dios son tuyas si te decides por ellas.
Tomar decisiones es poderoso. Si no sigues consejos, no aprendes. Las jovencitas que se aferran a un novio a pesar de lo que les digan, luego se arrepienten por haber construido una familia con problemas. Finalmente no lograron componer al novio, por el contrario, el novio las descompuso a ellas. Si eres de aquellos que se toma el tiempo de escoger lo que compra, le caes mal a quienes escogen a la carrera lo primero que encuentran, aunque no sea lo mejor.
Por ejemplo, las mujeres compran zapatos en oferta aunque no les queden. Tengan cuidado de no escoger en oferta a la pareja, porque luego lo lamentarán. Aprende a escoger con cuidado y recuerda que lo que tienes ahora es lo que escogiste antes, y no hay marcha atrás. Bien o mal, ya escogiste a tu pareja. Ahora escoge bien y decide rescatar tu matrimonio para construir una familia feliz.
Créele a Dios por un hogar restaurado, si te precipitaste a entrar en una relación, no cometas el mismo error ahora. Asume tu responsabilidad; junto a tu pareja, pide perdón al Señor por las malas decisiones y hagan el firme propósito de luchar unidos por rescatar su hogar. Sólo tienen una vida para compartirla, no la desperdicien.
En Deuteronomio 31:19-20 dice: A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar.
Recuerda que tu vida y la de tus descendientes dependen de las decisiones que tomas. Si escoges trabajar mal, condenas a tu familia a vivir mal y tu jefe escogerá despedirte. Tus decisiones motivan las de otros. Provoca tu bienestar y el de tus seres queridos. Vivimos una situación económica muy difícil, sólo quienes destaquen en su trabajo lo conservarán. Los economistas pronostican desempleo masivo en los próximos años. Decide ser de los que conservarán su puesto y recibirán aumento salarial. No es tiempo de berrinches en las empresas, es tiempo de tolerancia y esfuerzos extras. No permitas que otros escojan por ti. Las bendiciones de Dios son tuyas si te decides por ellas.
martes, diciembre 02, 2008
Libere su fe
Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.
– Marcos 11:25
Pocos personas entienden bien la relación tan estrecha que hay entre la fe y el perdón. Jesús habló de esa relación en la enseñanza sobre la fe que mueve montañas, en Marcos 11:22-26. Él dijo: "Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. Y cuando estéis orando, perdonad... " (versículos 24-25).
Jesús comunicó deliberadamente esos dos principios juntos. Su propósito era que entendiéramos que liberar a los que nos han agraviado es fundamental para recibir de Dios y que nuestras oraciones no serán contestadas si guardamos rencor en nuestro corazón.
El rencor paraliza la fe y lo deja a usted sin poder contra los obstáculos de la vida. Si ha estado orando por algo y parece que la respuesta no le llega, examine su corazón para ver si está guardando algún rencor. Pida al Espíritu Santo que saque a la luz cualquier rencor que esté escondido ahí. Quite de en medio lo que esté paralizando su fe y pronto verá cumplirse las cosas por las cuales ha estado orando.
– Marcos 11:25
Pocos personas entienden bien la relación tan estrecha que hay entre la fe y el perdón. Jesús habló de esa relación en la enseñanza sobre la fe que mueve montañas, en Marcos 11:22-26. Él dijo: "Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. Y cuando estéis orando, perdonad... " (versículos 24-25).
Jesús comunicó deliberadamente esos dos principios juntos. Su propósito era que entendiéramos que liberar a los que nos han agraviado es fundamental para recibir de Dios y que nuestras oraciones no serán contestadas si guardamos rencor en nuestro corazón.
El rencor paraliza la fe y lo deja a usted sin poder contra los obstáculos de la vida. Si ha estado orando por algo y parece que la respuesta no le llega, examine su corazón para ver si está guardando algún rencor. Pida al Espíritu Santo que saque a la luz cualquier rencor que esté escondido ahí. Quite de en medio lo que esté paralizando su fe y pronto verá cumplirse las cosas por las cuales ha estado orando.
lunes, noviembre 24, 2008
Libres de Ofensas
El perdón, difícil pero necesario
Marcos 11: 24-26 nos dice: Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas.
Perdonar es la única forma de asegurarnos una buena comunicación con Dios. Si te presentas ante Él con resentimientos no puedes esperar que te perdone. Sería terrible que Dios fuera resentido, pero no lo es, por eso recibe tu oración. Aunque es difícil, debes perdonar, especialmente cuando la ofensa es grande. Incluso al mismo Padre le costó caro, porque tuvo que sacrificar la vida de su Hijo Jesucristo para perdonar nuestros pecados. Así que el perdón es el fundamento del cristianismo y como tal debemos hacerlo evidente en nuestras vidas. El pecado de otro no justifica tu pecado. Tienes tanta responsabilidad de no sentirte ofendido como la tienes de no ofender.
Hay tres cosas básicas que debes tomar en cuenta para no sentirte ofendido:
Primero: Perdona las veces que sea necesario
En Mateo 18:21-22 encontramos la clave: Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
Significa que si la ofensa aún te molesta debes continuar perdonándola hasta que ya no te afecte. Aunque la ofensa haya sido una sola vez, si la guardas en tu corazón deberás perdonarla cuantas veces la recuerdes y te sientas ofendido de nuevo. Hay personas que se ponen histéricas cuando las ofenden e históricas recordándola. Olvida las ofensas porque guardar rencor solamente hiere tu corazón y te obliga a practicar una y otra vez el perdón hacia tu ofensor. Hay personas que nunca logran perdonar a sus padres y justifican sus acciones con lo negativo que recibieron de ellos. Una persona tal vez ya va por la cuarta relación sentimental y continúa guardando rencor por la ofensa que recibió de su primera pareja. Dios tira tus pecados al fondo del mar y no los recuerda más. Olvida las ofensas y sana tu corazón. La falta de perdón provoca enfermedad e insomnio. Aprende a vivir en salud espiritual.
Segundo: El valor de la palabra
En Mateo 18:15-20 leemos: Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. Más si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano. De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo. Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
Cuando estés ofendido comunícate hablando con el ofensor. El silencio es otra forma de comunicación, pero no es la mejor. Envía un mensaje de rechazo, orgullo y negación a buscar soluciones. Un hombre me dijo: “Hace 10 años me casé con la mujer de mi vida y hace 5 me divorcié. Cada vez que discutíamos me callaba, hasta que un día exploté y tuvimos que separarnos”. Si algo te molesta exprésalo, no esperes a que se rebose el vaso de tu tolerancia. Recuerda que la Biblia dice “La blanda respuesta aplaca la ira”.
El Señor Jesús te motiva a buscar ayuda cuando creas que no puedes resolver tus conflictos con quienes te ofenden. Pide consejo a personas sabias y pacíficas, no a quienes solamente echarán leña al fuego. No busques quién te de la razón, sino a alguien que te ayude a encontrar y dar perdón. Habla con la persona que te ha ofendido y desahógate buscando la reconciliación y acuerdo entre ambos. Al Señor le agrada tanto que busques esos momentos que lo que pidas te lo dará.
Tercero: Madurez espiritual
Proverbios 19:11 nos dice: La cordura del hombre detiene su furor, Y su honra es pasar por alto la ofensa.
Las personas se vuelven honrosas cuando dejan de sentirse ofendidas. Conocí a una señora que sufrió el secuestro de su amada hija. Los criminales se la llevaron por equivocación y al darse cuenta de su error le quitaron la vida y escondieron el cuerpo. Le costó años de búsqueda encontrar los restos y sepultarlos. Durante el juicio a los secuestradores, ella públicamente les perdonó de todo corazón. Su decisión fue difícil pero sabia, y para explicar su actitud dijo: “si ya me quitaron la vida de mi hija, no permitiré que por la amargura también se lleven la mía”. Debes crecer, no puedes sentirte ofendido toda tu vida por las mismas razones.
Marcos 11: 24-26 nos dice: Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas.
Perdonar es la única forma de asegurarnos una buena comunicación con Dios. Si te presentas ante Él con resentimientos no puedes esperar que te perdone. Sería terrible que Dios fuera resentido, pero no lo es, por eso recibe tu oración. Aunque es difícil, debes perdonar, especialmente cuando la ofensa es grande. Incluso al mismo Padre le costó caro, porque tuvo que sacrificar la vida de su Hijo Jesucristo para perdonar nuestros pecados. Así que el perdón es el fundamento del cristianismo y como tal debemos hacerlo evidente en nuestras vidas. El pecado de otro no justifica tu pecado. Tienes tanta responsabilidad de no sentirte ofendido como la tienes de no ofender.
Hay tres cosas básicas que debes tomar en cuenta para no sentirte ofendido:
Primero: Perdona las veces que sea necesario
En Mateo 18:21-22 encontramos la clave: Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
Significa que si la ofensa aún te molesta debes continuar perdonándola hasta que ya no te afecte. Aunque la ofensa haya sido una sola vez, si la guardas en tu corazón deberás perdonarla cuantas veces la recuerdes y te sientas ofendido de nuevo. Hay personas que se ponen histéricas cuando las ofenden e históricas recordándola. Olvida las ofensas porque guardar rencor solamente hiere tu corazón y te obliga a practicar una y otra vez el perdón hacia tu ofensor. Hay personas que nunca logran perdonar a sus padres y justifican sus acciones con lo negativo que recibieron de ellos. Una persona tal vez ya va por la cuarta relación sentimental y continúa guardando rencor por la ofensa que recibió de su primera pareja. Dios tira tus pecados al fondo del mar y no los recuerda más. Olvida las ofensas y sana tu corazón. La falta de perdón provoca enfermedad e insomnio. Aprende a vivir en salud espiritual.
Segundo: El valor de la palabra
En Mateo 18:15-20 leemos: Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. Más si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano. De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo. Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
Cuando estés ofendido comunícate hablando con el ofensor. El silencio es otra forma de comunicación, pero no es la mejor. Envía un mensaje de rechazo, orgullo y negación a buscar soluciones. Un hombre me dijo: “Hace 10 años me casé con la mujer de mi vida y hace 5 me divorcié. Cada vez que discutíamos me callaba, hasta que un día exploté y tuvimos que separarnos”. Si algo te molesta exprésalo, no esperes a que se rebose el vaso de tu tolerancia. Recuerda que la Biblia dice “La blanda respuesta aplaca la ira”.
El Señor Jesús te motiva a buscar ayuda cuando creas que no puedes resolver tus conflictos con quienes te ofenden. Pide consejo a personas sabias y pacíficas, no a quienes solamente echarán leña al fuego. No busques quién te de la razón, sino a alguien que te ayude a encontrar y dar perdón. Habla con la persona que te ha ofendido y desahógate buscando la reconciliación y acuerdo entre ambos. Al Señor le agrada tanto que busques esos momentos que lo que pidas te lo dará.
Tercero: Madurez espiritual
Proverbios 19:11 nos dice: La cordura del hombre detiene su furor, Y su honra es pasar por alto la ofensa.
Las personas se vuelven honrosas cuando dejan de sentirse ofendidas. Conocí a una señora que sufrió el secuestro de su amada hija. Los criminales se la llevaron por equivocación y al darse cuenta de su error le quitaron la vida y escondieron el cuerpo. Le costó años de búsqueda encontrar los restos y sepultarlos. Durante el juicio a los secuestradores, ella públicamente les perdonó de todo corazón. Su decisión fue difícil pero sabia, y para explicar su actitud dijo: “si ya me quitaron la vida de mi hija, no permitiré que por la amargura también se lleven la mía”. Debes crecer, no puedes sentirte ofendido toda tu vida por las mismas razones.
sábado, noviembre 22, 2008
Un corazon que sienta
Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
– Efesios 4:31,32
Hace algunos años, en Detroit, conocí a una mujer que se había criado en un país comunista. Mientras conversaba con ella, empezó un programa de noticias en la radio. De repente, sus ojos se le llenaron de lágrimas.
"¿Sucede algo?", le pregunté. No me había dado cuenta de que el comentarista del programa de radio había dicho algunas cosas despectivas del Presidente del país. "No me gusta oír a nadie hablar así de este país" - dijo ella - . No importa que sea o no sea cierto. No quiero oírlo". A mí las palabras del locutor me habían entrado por un oído y salido por el otro, pero a ella la habían hecho llorar. ¿Por qué? Porque tenía un corazón sensible hacia las cosas de este país.
Ahora bien, nosotros necesitamos ser más como esa estimada dama cuando se trata de nuestros pastores, de nuestros maestros, de nuestros evangelistas y aun de nuestros hermanos y hermanas en la fe. Necesitamos darnos cuenta de que nuestra insensibilidad ha hecho que la unción del Espíritu Santo se aparte de nuestra vida y de nuestras iglesias. Necesitamos percatarnos de que criticar a los demás miembros del Cuerpo de Cristo nos debilita a todos.
¿Qué nos hará fuertes otra vez? Pues solo el poder y la unción del Espíritu Santo que cae sobre los que son sensibles a la voz de Dios.
Le insto a que recupere el corazón sensible que una vez tuvo. Arrepiéntase, dedíquese a vivir la ley del amor, renueve su devoción a la Palabra y busque la comunión con el Padre celestial para que pueda despojarse de la insensibilidad de su corazón. No deje que la dureza de su corazón siga contristando al Espíritu de Dios. Recupere hoy la sensibilidad hacia las cosas de Dios.
– Efesios 4:31,32
Hace algunos años, en Detroit, conocí a una mujer que se había criado en un país comunista. Mientras conversaba con ella, empezó un programa de noticias en la radio. De repente, sus ojos se le llenaron de lágrimas.
"¿Sucede algo?", le pregunté. No me había dado cuenta de que el comentarista del programa de radio había dicho algunas cosas despectivas del Presidente del país. "No me gusta oír a nadie hablar así de este país" - dijo ella - . No importa que sea o no sea cierto. No quiero oírlo". A mí las palabras del locutor me habían entrado por un oído y salido por el otro, pero a ella la habían hecho llorar. ¿Por qué? Porque tenía un corazón sensible hacia las cosas de este país.
Ahora bien, nosotros necesitamos ser más como esa estimada dama cuando se trata de nuestros pastores, de nuestros maestros, de nuestros evangelistas y aun de nuestros hermanos y hermanas en la fe. Necesitamos darnos cuenta de que nuestra insensibilidad ha hecho que la unción del Espíritu Santo se aparte de nuestra vida y de nuestras iglesias. Necesitamos percatarnos de que criticar a los demás miembros del Cuerpo de Cristo nos debilita a todos.
¿Qué nos hará fuertes otra vez? Pues solo el poder y la unción del Espíritu Santo que cae sobre los que son sensibles a la voz de Dios.
Le insto a que recupere el corazón sensible que una vez tuvo. Arrepiéntase, dedíquese a vivir la ley del amor, renueve su devoción a la Palabra y busque la comunión con el Padre celestial para que pueda despojarse de la insensibilidad de su corazón. No deje que la dureza de su corazón siga contristando al Espíritu de Dios. Recupere hoy la sensibilidad hacia las cosas de Dios.
viernes, noviembre 21, 2008
Soy importante, verdaderamente importante
Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.
– 1 Juan 1:3
El hombre es realmente un ser especial: ha sido hecho a la imagen de Dios y ha sido creado para tener comunión con Dios.
Hay gente que tiene la idea de que Dios hizo al hombre para tener a alguien a quien controlar. Pero Dios no es un controlador. Él es amor, y el amor necesita darse a alguien. Por eso Dios creó al hombre: para poder darle su amor.
Dios pudo haber dado su amor a los ángeles, y lo hizo. Pero el darle su amor a los ángeles no fue satisfacción suficiente. ¿Por qué? Porque los ángeles no están hechos a la imagen de Dios.
En ese sentido, usted actúa de la misma manera. Por ejemplo, digamos que tiene un perrito en su casa. Puede entretenerse con ese animalito hasta cierto punto, pero luego llega el momento en que desea hablar con alguien, llega el momento en que necesita tener comunicación a su nivel. La razón por la cual usted es así es porque fue creado a la imagen de Dios. Así es Él. Dios desea tener comunión con alguien como Él.
Atrévase a creer que usted es realmente especial, único en la creación, hecho por Dios a su imagen. Atrévase a recibir el amor de Dios y a corresponder a ese amor.
– 1 Juan 1:3
El hombre es realmente un ser especial: ha sido hecho a la imagen de Dios y ha sido creado para tener comunión con Dios.
Hay gente que tiene la idea de que Dios hizo al hombre para tener a alguien a quien controlar. Pero Dios no es un controlador. Él es amor, y el amor necesita darse a alguien. Por eso Dios creó al hombre: para poder darle su amor.
Dios pudo haber dado su amor a los ángeles, y lo hizo. Pero el darle su amor a los ángeles no fue satisfacción suficiente. ¿Por qué? Porque los ángeles no están hechos a la imagen de Dios.
En ese sentido, usted actúa de la misma manera. Por ejemplo, digamos que tiene un perrito en su casa. Puede entretenerse con ese animalito hasta cierto punto, pero luego llega el momento en que desea hablar con alguien, llega el momento en que necesita tener comunicación a su nivel. La razón por la cual usted es así es porque fue creado a la imagen de Dios. Así es Él. Dios desea tener comunión con alguien como Él.
Atrévase a creer que usted es realmente especial, único en la creación, hecho por Dios a su imagen. Atrévase a recibir el amor de Dios y a corresponder a ese amor.
jueves, noviembre 20, 2008
Lo Primero Es lo Primero
Es el secreto de mantener una conexión, una relación viva con Dios. Permanecer en comunión diaria con Él es, sin lugar a dudas, la prioridad número uno de la vida cristiana. Es la llave que abre toda puerta en esta vida y en la vida venidera.
Si realmente no conocemos a Dios, no importa cuánta información tengamos acerca de Él. Podemos estar llenos de conocimiento sobre la fe. Podemos entender cómo viene, qué hace y cómo liberarla. Podemos estudiar acerca del amor hasta que hayamos memorizado cada versículo sobre el amor en la Biblia.
Podemos hasta conocer los pasos a la sanidad y a la prosperidad al derecho y al revés. Pero, no podremos percatarnos del momento preciso en que pondremos estas cosas en acción, a menos que pasemos tiempo con Dios y mantengamos una conexión viva con Él.
Cuando ya todo está dicho y hecho, lo que sabemos no es lo que cuenta, realmente lo que cuenta es lo que hacemos. ¡Y sin una unión vital y continua con Dios, no estaremos lo suficientemente fuertes espiritualmente para poder hacer lo que sabemos hacer! Como Filipenses 2:12-13 dice:
Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido [mis sugerencias], no como en mi presencia solamente [con el entusiasmo que deberías mostrar], sino mucho más ahora en mi ausencia, (cultiven,
cumplan con la meta, y llévenla totalmente a cabo) ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, (no fiándose de sí mismos, con seria prudencia, ternura de conciencia, cuidado en contra de la tentación, haciéndose menos con timidez de todo aquello que pudiera ofender a Dios y desacreditar el nombre de Cristo). [No en su propia fuerza] porque Dios es el que en vosotros produce [energiza y crea en ti el
poder y deseo], así el querer como el hacer, por su buena voluntad y complacencia y deleite.
Si realmente no conocemos a Dios, no importa cuánta información tengamos acerca de Él. Podemos estar llenos de conocimiento sobre la fe. Podemos entender cómo viene, qué hace y cómo liberarla. Podemos estudiar acerca del amor hasta que hayamos memorizado cada versículo sobre el amor en la Biblia.
Podemos hasta conocer los pasos a la sanidad y a la prosperidad al derecho y al revés. Pero, no podremos percatarnos del momento preciso en que pondremos estas cosas en acción, a menos que pasemos tiempo con Dios y mantengamos una conexión viva con Él.
Cuando ya todo está dicho y hecho, lo que sabemos no es lo que cuenta, realmente lo que cuenta es lo que hacemos. ¡Y sin una unión vital y continua con Dios, no estaremos lo suficientemente fuertes espiritualmente para poder hacer lo que sabemos hacer! Como Filipenses 2:12-13 dice:
Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido [mis sugerencias], no como en mi presencia solamente [con el entusiasmo que deberías mostrar], sino mucho más ahora en mi ausencia, (cultiven,
cumplan con la meta, y llévenla totalmente a cabo) ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, (no fiándose de sí mismos, con seria prudencia, ternura de conciencia, cuidado en contra de la tentación, haciéndose menos con timidez de todo aquello que pudiera ofender a Dios y desacreditar el nombre de Cristo). [No en su propia fuerza] porque Dios es el que en vosotros produce [energiza y crea en ti el
poder y deseo], así el querer como el hacer, por su buena voluntad y complacencia y deleite.
martes, noviembre 18, 2008
Importancia de la oración
Cont.
La oración en privado tiene la ventaja que como nadie nos escucha, podemos decir todo lo que sentimos, queremos o nos preocupa, podemos acudir a Dios con nuestros defectos y virtudes, pues El nos conoces tal como somos, conoces nuestros pensamientos e intenciones antes que se las contemos. Dios se deleita en escucharnos, nos anhela celosamente, su deseo es ayudarnos y orientarnos por medio de la oración de su palabra.
Lo más apropiado es tener un tiempo y lugar para tener nuestra cita diaria con Dios y desarrollar el hábito de la oración. El Señor nunca falla a esa cita porque El nos quiere dar su amor, aligerar nuestras cargas y bendecirnos en Mateo 11;28 Dios nos expresa lo siguiente: "Venid a mi todos los que estáis trabajados i cargados y yo os haré descansar. La invitación es para los atribulados, afligidos, abatidos física o emocionalmente. podrán acudir a El y dejarle toda carga, aquello que te ha tocado soportar o sufrir.
Orar es derramar el corazón, lo cual implica que es más que repetir frases mecánicas mientras nuestra mente divaga en otras cosas.
Orar es hablar con entendimiento, conscientes que estamos hablando a un ser inteligente, aunque no lo vemos esta presente para todo aquel que decida buscarle de corazón.
Si lo buscamos El va a estar ahí, no va a recibir y no nos va a ignorar. Es por eso que debemos hacer oraciones no de labios, sino de corazón, oraciones que podamos recordar y reconocer su respuesta. Queremos ser vencedores la llave la tenemos oremos a solas con Dios y en esa intimidad vamos a derramar nuestro corazones delante de El, con la disposición de concertarnos en nuestro amado que nada perturbe ese momento de intimidad con lo mas importante de nuestra vida Dios nuestro padre celestial.
La oración en privado tiene la ventaja que como nadie nos escucha, podemos decir todo lo que sentimos, queremos o nos preocupa, podemos acudir a Dios con nuestros defectos y virtudes, pues El nos conoces tal como somos, conoces nuestros pensamientos e intenciones antes que se las contemos. Dios se deleita en escucharnos, nos anhela celosamente, su deseo es ayudarnos y orientarnos por medio de la oración de su palabra.
Lo más apropiado es tener un tiempo y lugar para tener nuestra cita diaria con Dios y desarrollar el hábito de la oración. El Señor nunca falla a esa cita porque El nos quiere dar su amor, aligerar nuestras cargas y bendecirnos en Mateo 11;28 Dios nos expresa lo siguiente: "Venid a mi todos los que estáis trabajados i cargados y yo os haré descansar. La invitación es para los atribulados, afligidos, abatidos física o emocionalmente. podrán acudir a El y dejarle toda carga, aquello que te ha tocado soportar o sufrir.
Orar es derramar el corazón, lo cual implica que es más que repetir frases mecánicas mientras nuestra mente divaga en otras cosas.
Orar es hablar con entendimiento, conscientes que estamos hablando a un ser inteligente, aunque no lo vemos esta presente para todo aquel que decida buscarle de corazón.
Si lo buscamos El va a estar ahí, no va a recibir y no nos va a ignorar. Es por eso que debemos hacer oraciones no de labios, sino de corazón, oraciones que podamos recordar y reconocer su respuesta. Queremos ser vencedores la llave la tenemos oremos a solas con Dios y en esa intimidad vamos a derramar nuestro corazones delante de El, con la disposición de concertarnos en nuestro amado que nada perturbe ese momento de intimidad con lo mas importante de nuestra vida Dios nuestro padre celestial.
lunes, noviembre 17, 2008
Como hablar con Dios
Todo aquel que anhela vivir en victoria, debe aprender a depender de Dios, diariamente, a través de la oración.
La oración es la oportunidad que Dios le da al hombre, para dirigirse a él, el ser más grande y sublime: el Todopoderoso; para quien no existe nada imposible. Una vida constante de oración nos de poder para vencer.
La oración es dinamita, cosas tremendas pueden ser hechas en la vida de quienes la practican a diario. Por esto debemos hacer de ella un estilo de vida que forme parte de nuestra manera de ser y de nuestros hábitos, así como lo son comer, dormir o bañarnos Diariamente.
Jesucristo adquirió el hábito de la oración apartándose para hablar a sola con el padre. Marcos 1:35 nos dice: Levantando se de mañana siendo muy oscuro, salio y se fue a un lugar desierto y allí oraba.
Como creyentes en cristo debemos seguir las pisadas de nuestro maestro. Esto significa apartar tiempo a solas con Dios, preferiblemente en la mañana, para así poder contar todo el día con su dirección, protección y apoyo en las diferentes situaciones o decisiones que debamos asumir o enfrentar.
Para que puedas orar de una manera eficaz, busque el mejor horario de acuerdo a su conveniencia. Independientemente que sea la tarde en la noche; ore a sola, así podrá tener un tiempo de intimidad con Dios y podrá derramar su corazón con libertad sin inhibiciones ni disfraces. El señor nos instruye como orar en mateo 6:6 y nos dice" Mas cuando tu ores, entra a tu cuarto y cerrada la puerta ora a tu Padre que esta en lo secreto y tu Padre que ve en lo secreto te recompensara en publico".
Continuara mañana
La oración es la oportunidad que Dios le da al hombre, para dirigirse a él, el ser más grande y sublime: el Todopoderoso; para quien no existe nada imposible. Una vida constante de oración nos de poder para vencer.
La oración es dinamita, cosas tremendas pueden ser hechas en la vida de quienes la practican a diario. Por esto debemos hacer de ella un estilo de vida que forme parte de nuestra manera de ser y de nuestros hábitos, así como lo son comer, dormir o bañarnos Diariamente.
Jesucristo adquirió el hábito de la oración apartándose para hablar a sola con el padre. Marcos 1:35 nos dice: Levantando se de mañana siendo muy oscuro, salio y se fue a un lugar desierto y allí oraba.
Como creyentes en cristo debemos seguir las pisadas de nuestro maestro. Esto significa apartar tiempo a solas con Dios, preferiblemente en la mañana, para así poder contar todo el día con su dirección, protección y apoyo en las diferentes situaciones o decisiones que debamos asumir o enfrentar.
Para que puedas orar de una manera eficaz, busque el mejor horario de acuerdo a su conveniencia. Independientemente que sea la tarde en la noche; ore a sola, así podrá tener un tiempo de intimidad con Dios y podrá derramar su corazón con libertad sin inhibiciones ni disfraces. El señor nos instruye como orar en mateo 6:6 y nos dice" Mas cuando tu ores, entra a tu cuarto y cerrada la puerta ora a tu Padre que esta en lo secreto y tu Padre que ve en lo secreto te recompensara en publico".
Continuara mañana
domingo, noviembre 16, 2008
Miles de Aguijones
José García, anciano granjero, comenzó la faena agrícola del día. A los ochenta y seis años de edad todavía trabajaba la tierra casi como en sus años mozos. Puso en marcha el tractor y empezó a trazar surcos.
Todo iba bien, como de costumbre, hasta que le pegó a una colmena muy grande. No pareció importarles a las abejas si el anciano no vio la colmena o si simplemente no quiso desviar su trayectoria, pues lo atacaron con furia, dejando como saldo no menos de mil picaduras. Por si eso fuera poco, atacaron también a su hijo, de cincuenta años, que por acudir en su auxilio recibió otras 500 picaduras. Al hacer la investigación se encontró que había por lo menos setenta y cinco mil abejas en esa colmena.
Si bien una sola picadura por una abeja puede ser algo serio, ¿cómo será recibir mil picaduras? De seguro aquel anciano agricultor no volvería a acercarse a una colmena de abejas. Una lección así generalmente se aprende la primera vez.
Ahora bien, hay otras clases de abejas que también pican. ¿Qué, por ejemplo, de los que vacían una, dos y más latas de cerveza? Cada trago es una punzada en el cerebro. ¿Y qué de los que juegan con el cigarrillo de marihuana? De la marihuana no hay más que un paso a la cocaína, la heroína, el crack y el LSD, y cada dosis de droga es un aguijón clavado en la mente.
¿Y qué de los matrimonios que, a la menor provocación, discuten acaloradamente y pelean, hiriéndose en lo más vivo? Cada palabra que se lanzan es un aguijón que va matando el amor y el respeto mutuo.
¿Y qué de los mensajes nocivos, criminales y eróticos que vierten las pantallas de cine y la televisión? ¿Acaso no son estos como picaduras de abejas que van debilitando la resistencia moral y los valores espirituales?
Cada imagen provocativa, cada palabra obscena, cada situación procaz y licenciosa de sexo, adulterio, crimen y deshonra es un aguijón más que se va clavando en mentes impresionables. En estos medios hay miles de aguijones que, con cada imagen visual, enferman, drogan y matan.
¿Por qué someternos a prácticas que nos destruyen? Con sólo una ligera observación de la condición de la vida actual, podemos ver que algo anda mal. Todo lo que hacemos trae consecuencias. Si éstas son malas, es porque nuestros hechos son malos.
Sólo Jesucristo puede salvarnos de tantos aguijones. Sólo Él tiene el poder para librarnos de los pecados que nos destruyen. Sometámonos al señorío de Cristo, y nuestra vida cambiará.
Por: Hermano Pablo
Todo iba bien, como de costumbre, hasta que le pegó a una colmena muy grande. No pareció importarles a las abejas si el anciano no vio la colmena o si simplemente no quiso desviar su trayectoria, pues lo atacaron con furia, dejando como saldo no menos de mil picaduras. Por si eso fuera poco, atacaron también a su hijo, de cincuenta años, que por acudir en su auxilio recibió otras 500 picaduras. Al hacer la investigación se encontró que había por lo menos setenta y cinco mil abejas en esa colmena.
Si bien una sola picadura por una abeja puede ser algo serio, ¿cómo será recibir mil picaduras? De seguro aquel anciano agricultor no volvería a acercarse a una colmena de abejas. Una lección así generalmente se aprende la primera vez.
Ahora bien, hay otras clases de abejas que también pican. ¿Qué, por ejemplo, de los que vacían una, dos y más latas de cerveza? Cada trago es una punzada en el cerebro. ¿Y qué de los que juegan con el cigarrillo de marihuana? De la marihuana no hay más que un paso a la cocaína, la heroína, el crack y el LSD, y cada dosis de droga es un aguijón clavado en la mente.
¿Y qué de los matrimonios que, a la menor provocación, discuten acaloradamente y pelean, hiriéndose en lo más vivo? Cada palabra que se lanzan es un aguijón que va matando el amor y el respeto mutuo.
¿Y qué de los mensajes nocivos, criminales y eróticos que vierten las pantallas de cine y la televisión? ¿Acaso no son estos como picaduras de abejas que van debilitando la resistencia moral y los valores espirituales?
Cada imagen provocativa, cada palabra obscena, cada situación procaz y licenciosa de sexo, adulterio, crimen y deshonra es un aguijón más que se va clavando en mentes impresionables. En estos medios hay miles de aguijones que, con cada imagen visual, enferman, drogan y matan.
¿Por qué someternos a prácticas que nos destruyen? Con sólo una ligera observación de la condición de la vida actual, podemos ver que algo anda mal. Todo lo que hacemos trae consecuencias. Si éstas son malas, es porque nuestros hechos son malos.
Sólo Jesucristo puede salvarnos de tantos aguijones. Sólo Él tiene el poder para librarnos de los pecados que nos destruyen. Sometámonos al señorío de Cristo, y nuestra vida cambiará.
Por: Hermano Pablo
viernes, noviembre 14, 2008
Al que clama. se le responderà
En este mensaje tratamos de manera anónima el caso que nos contó una mujer en las siguientes palabras:
«Hace aproximadamente diez años, tomé la espantosa decisión de abortar a mi pequeño hijo, el mismo que fue procreado con un hombre que era casado, al cual me entregué por primera vez. Cuando él lo supo, me pidió que lo abortara. Me dolió mucho que me lo dijera. No quise hacerlo, pero después de unos días le dije que fuéramos a hacerlo. Y así fue que yo maté a mi propio hijo.
»Pasó el tiempo, me casé, tuve un hijo, y mi esposo y yo nos separamos. Después de un tiempo nos reconciliamos. Teníamos relaciones de vez en cuando, y sin darme cuenta salí embarazada. Yo le pedí que lo abortáramos, y lo hicimos.
»¡Ay, Dios, cómo me duele recordarlo! Y saber que soy una asesina de mis propios hijos.... Sólo le pido a Dios que me perdone. ¡Que me perdone! No sé si Él puede hacerlo, perdonar a una mujer que deliberadamente mató a sus propios hijos en su propio vientre.
»Esto yo no se lo había contado a nadie....
»Ahora tengo dos hijos. Amo mucho a mis hijos, y ruego a Dios que ellos nunca pasen por lo que estoy pasando, por este sentimiento de culpabilidad que me atormenta cada día. A veces pienso cómo serían esos niños que aborté, sobre todo cuando acaricio a mis hijos.
»Dios mío, ¡perdóname!»
Este es el consejo que le dimos:
«Estimada amiga:
»Miles de mujeres sienten el mismo dolor que usted. También ellas sufren todos los días de su vida. ¡Cuánto quisieran poder volver a hacerlo todo de nuevo! Anhelan tener en sus brazos a aquellos niños que perdieron para siempre.
»Lo más importante que podemos decirle es que Dios está dispuesto a perdonarla. No importa lo que usted haya hecho. Él está listo, esperando poder limpiarla por completo. Pero usted tiene que pedírselo, creyendo de todo corazón que Cristo vino a este mundo para llevar la culpa del pecado que usted ha cometido. En otras palabras, Dios nuestro Padre celestial puede perdonarla debido a que su Hijo Jesucristo ya sufrió el castigo. Cuando Cristo murió en la cruz hace dos mil años, murió por los pecados de usted y por los nuestros. Así que ahora, cuando usted le pide a Dios que la perdone, en el nombre de Cristo, es como si Dios tomara el pecado que usted ha cometido y escribiera a su lado el nombre de Jesucristo, seguido de: “Cancelado” y “Perdonado”.1
»Allí donde se encuentra, en sus propias palabras, dígale a Dios lo arrepentida que está y pídale que la perdone en el nombre de Cristo. Dígale que usted cree que Cristo murió para que usted pudiera recibir el perdón. Y luego dele gracias a Dios por estar dispuesto a sacrificar a su único Hijo para que todo esto fuera posible.
»Una vez que haya terminado de orar, el peso del pecado y de la culpabilidad que siente desaparecerán, y se sentirá limpia y libre. ¡Escríbanos y cuéntenos cuán bien se siente al haber sido perdonada! ¡Así podremos compartir su alegría!
«Hace aproximadamente diez años, tomé la espantosa decisión de abortar a mi pequeño hijo, el mismo que fue procreado con un hombre que era casado, al cual me entregué por primera vez. Cuando él lo supo, me pidió que lo abortara. Me dolió mucho que me lo dijera. No quise hacerlo, pero después de unos días le dije que fuéramos a hacerlo. Y así fue que yo maté a mi propio hijo.
»Pasó el tiempo, me casé, tuve un hijo, y mi esposo y yo nos separamos. Después de un tiempo nos reconciliamos. Teníamos relaciones de vez en cuando, y sin darme cuenta salí embarazada. Yo le pedí que lo abortáramos, y lo hicimos.
»¡Ay, Dios, cómo me duele recordarlo! Y saber que soy una asesina de mis propios hijos.... Sólo le pido a Dios que me perdone. ¡Que me perdone! No sé si Él puede hacerlo, perdonar a una mujer que deliberadamente mató a sus propios hijos en su propio vientre.
»Esto yo no se lo había contado a nadie....
»Ahora tengo dos hijos. Amo mucho a mis hijos, y ruego a Dios que ellos nunca pasen por lo que estoy pasando, por este sentimiento de culpabilidad que me atormenta cada día. A veces pienso cómo serían esos niños que aborté, sobre todo cuando acaricio a mis hijos.
»Dios mío, ¡perdóname!»
Este es el consejo que le dimos:
«Estimada amiga:
»Miles de mujeres sienten el mismo dolor que usted. También ellas sufren todos los días de su vida. ¡Cuánto quisieran poder volver a hacerlo todo de nuevo! Anhelan tener en sus brazos a aquellos niños que perdieron para siempre.
»Lo más importante que podemos decirle es que Dios está dispuesto a perdonarla. No importa lo que usted haya hecho. Él está listo, esperando poder limpiarla por completo. Pero usted tiene que pedírselo, creyendo de todo corazón que Cristo vino a este mundo para llevar la culpa del pecado que usted ha cometido. En otras palabras, Dios nuestro Padre celestial puede perdonarla debido a que su Hijo Jesucristo ya sufrió el castigo. Cuando Cristo murió en la cruz hace dos mil años, murió por los pecados de usted y por los nuestros. Así que ahora, cuando usted le pide a Dios que la perdone, en el nombre de Cristo, es como si Dios tomara el pecado que usted ha cometido y escribiera a su lado el nombre de Jesucristo, seguido de: “Cancelado” y “Perdonado”.1
»Allí donde se encuentra, en sus propias palabras, dígale a Dios lo arrepentida que está y pídale que la perdone en el nombre de Cristo. Dígale que usted cree que Cristo murió para que usted pudiera recibir el perdón. Y luego dele gracias a Dios por estar dispuesto a sacrificar a su único Hijo para que todo esto fuera posible.
»Una vez que haya terminado de orar, el peso del pecado y de la culpabilidad que siente desaparecerán, y se sentirá limpia y libre. ¡Escríbanos y cuéntenos cuán bien se siente al haber sido perdonada! ¡Así podremos compartir su alegría!
jueves, noviembre 13, 2008
Bienaventurados los mansos
Mateo 5:5: “Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.”
¿Qué significa ser manso? Primero, permítanos decirle lo que no es antes de decirle lo que es. La mansedumbre no es debilidad. La palabra “manso” significa ‘ceder’. Literalmente tiene la idea de fuerza bajo control. Cuando un animal, sobre todo un caballo, es domesticado, está entrenado para que un jinete pueda sentarse en su lomo o para que pueda tirar de un arado. El término apropiado para este proceso es que el animal ha sido domado o amansado. Ahora cede al jinete o al yugo. El animal ahora exhibe fuerza bajo control. Eso es mansedumbre.
Te invito a que seas sumiso, cuando te sometes, te estas poniendo a favor de las aguas, cuando te te corportas de manera altiva, encuantras recistencia, se manso.
¿Qué significa ser manso? Primero, permítanos decirle lo que no es antes de decirle lo que es. La mansedumbre no es debilidad. La palabra “manso” significa ‘ceder’. Literalmente tiene la idea de fuerza bajo control. Cuando un animal, sobre todo un caballo, es domesticado, está entrenado para que un jinete pueda sentarse en su lomo o para que pueda tirar de un arado. El término apropiado para este proceso es que el animal ha sido domado o amansado. Ahora cede al jinete o al yugo. El animal ahora exhibe fuerza bajo control. Eso es mansedumbre.
Te invito a que seas sumiso, cuando te sometes, te estas poniendo a favor de las aguas, cuando te te corportas de manera altiva, encuantras recistencia, se manso.
miércoles, noviembre 12, 2008
Viva la vida
No hay nada en lo absoluto que sea más importante que aprender a amar. De hecho, cuanto más perfeccione el andar en amor, más podrá determinar cuánto puede hacer de la perfecta voluntad de Dios. Eso se explica por el hecho de que las otras fuerzas espirituales derivan su poder del amor.
Por ejemplo, la Biblia nos enseña que la fe obra por el amor. Es casi imposible que la oración sea contestada si el creyente se sale del amor y se niega a perdonar a su hermano. Si no tiene amor, sus ofrendas de nada le servirán, las lenguas y la profecía no le aprovecharán, su fe será un fracaso y sus conocimientos serán vanos.
Todas las verdades que ha aprendido de la Palabra de Dios obran por el amor. No le serán útiles a menos que usted viva el amor de Dios.
En 1 Corintios 13:4-8 se muestra un cuadro perfecto de cómo se obra el amor: Es paciente y benigno. No es celoso ni orgulloso. No es brusco ni egoísta y no se irrita. El amor "todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta". Pareciera una larga lista, ¿verdad? Pero no se desespere. Usted es una criatura de amor. Su espíritu ha sido recreado por Dios a la imagen del amor, y Él ha enviado a su Espíritu de amor a vivir en usted y enseñarle a amar como Él ama. Hoy usted puede empezar a vivir la vida de amor que Dios quiere que viva.
Por ejemplo, la Biblia nos enseña que la fe obra por el amor. Es casi imposible que la oración sea contestada si el creyente se sale del amor y se niega a perdonar a su hermano. Si no tiene amor, sus ofrendas de nada le servirán, las lenguas y la profecía no le aprovecharán, su fe será un fracaso y sus conocimientos serán vanos.
Todas las verdades que ha aprendido de la Palabra de Dios obran por el amor. No le serán útiles a menos que usted viva el amor de Dios.
En 1 Corintios 13:4-8 se muestra un cuadro perfecto de cómo se obra el amor: Es paciente y benigno. No es celoso ni orgulloso. No es brusco ni egoísta y no se irrita. El amor "todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta". Pareciera una larga lista, ¿verdad? Pero no se desespere. Usted es una criatura de amor. Su espíritu ha sido recreado por Dios a la imagen del amor, y Él ha enviado a su Espíritu de amor a vivir en usted y enseñarle a amar como Él ama. Hoy usted puede empezar a vivir la vida de amor que Dios quiere que viva.
lunes, noviembre 10, 2008
Debo aprender a escojer
Nuestra vida es una constante toma de decisiones. Pide al Señor carácter y sabiduría para escoger lo bueno y desechar lo malo.
Las decisiones son poderosas
Desde que abrimos los ojos por la mañana hasta que los cerramos por la noche, nos enfrentamos al proceso de tomar decisiones. Escoger es un deber que todos estamos obligados a asumir. Escogemos a nuestra pareja, el lugar donde vivimos, lo que comemos, cómo vestimos; todo está sujeto a nuestro criterio. Es importante entender que las decisiones que tomamos provocan circunstancias y afectan nuestra vida presente y futura. Las situaciones no vienen del aire, lo que decidimos nos tiene donde estamos. Cuando no estás consciente de esto, te quejas de tu realidad. Aprende a tomar buenas decisiones porque afectan tu vida y la de quienes te rodean.
Escoge lo necesario
En Lucas 10:42 leemos: Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.
En ese momento lo necesario era escuchar a Jesús. María escogió la buena parte, tomó una buena decisión. Imítala cuando estés frente a dos opciones y debas escoger. Hay que priorizar lo necesario para luego poder ir más allá. Por ejemplo: tomar vacaciones es bueno, pero si no tienes dinero para viajar, la decisión correcta es no hacerlo. Si no tienes para todo, escoge lo necesario. Sin importar cuál sea tu situación particular, siempre lo indispensable es escuchar La Palabra porque en ella están las promesas para todo lo demás.
Contra la pared
Filipenses 1:21- 22 relata: Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Más si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger.
Así como Pablo, todos hemos estados en situaciones difíciles de duda e incertidumbre. Filipenses 1:23-24 continúa: Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros.
Este pasaje nos da la clave para escoger. Pablo estaba en una encrucijada. No le temía a la muerte, sabía que ir con El Señor era lo mejor. Podía escoger, y tomar la decisión era complicado. En la vida hay cosas que son muchísimo mejores, son más cómodas, bonitas y agradables pero no son las más necesarias y debemos escoger. Pablo decidió quedarse y predicar; escogió lo necesario porque comprendió que no podría disfrutar solo de lo que era muchísimo mejor. Yo lo he visto en la iglesia. Todos tenemos mucho trabajo y a veces la idea de descansar nos atrae, sin embargo la mejor decisión es servir en el grupo o célula.
Siempre que estés es esa encrucijada, escoge lo que es más necesario, porque si escoges pensando en ti puedes terminar perdido y solo como Lot. Recuerda que cuando se separó de su tío Abraham, fue él quien primero escogió y tomó la tierra que parecía más prometedora, aquella llena de ciudades. Puso su tienda en esos lugares aunque estaban llenos de hombres que no amaban a Dios y terminó viviendo en Sodoma y Gomorra. En cambio, Abraham se quedó con lo que Lot despreció, la tierra de la promesa. Lot fue egoísta en su decisión y terminó sin nada, Abraham pensó en el beneficio de todos y fue bendecido. Cuídate de no tomar decisiones cómodas para ti y malas para tu familia. Escoge siempre lo mejor para todos.
Escoger sin ansiedad
En el Salmo 119:25-30 leemos: Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra. Te he manifestado mis caminos, y me has respondido; Enséñame tus estatutos. Hazme entender el camino de tus mandamientos, Para que medite en tus maravillas. Se deshace mi alma de ansiedad; Susténtame según tu palabra. Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley. Escogí el camino de la verdad; He puesto tus juicios delante de mí.
Cuando estamos abatidos es más difícil decidir porque hay muchos sentimientos encontrados. La cura para la ansiedad es La Palabra. Ansioso, turbado y angustiado no puedes decidir. En el Salmo, este hombre pide muchas cosas. Por más que le pidas a Dios, las decisiones son tuyas. No le dejes todo al Señor, aprende a escoger. Las personas responsables asumen sus decisiones y reconocen que su situación actual es producto de ellas. Dios te concede y espera que tomes decisiones para tu vida.
Sabiduría para escoger
Debemos tomar decisiones, es inevitable. Buscar pareja es un buen ejemplo. Más que escoger con quién quieres vivir, debes escoger con quién puedes vivir. No es tan importante si es guapo o romántico, es importante evaluar si me llevo bien con esa persona, si nos entendemos y si tenemos la misma visión de la vida. Las mujeres quieren alguien alto, guapo, como artista de cine aunque se les advierta que es borracho y haragán. Entonces toman malas decisiones. Lo mismo ocurre con los hombres. Así que los solteros deben pedirle a Dios que les permita enamorarse con la cabeza más que con el corazón. Cuando ya sepas con quién puedes compartir tu vida, entonces escoge a quién quieres. También es importante buscar primero la plenitud y felicidad personal. No hay que buscar que alguien te haga feliz o hacer feliz a alguien. Primero alcanza tu felicidad para poder compartirla con otra persona. No busques un príncipe azul que se ponga morado cuando se enoja.
Con la ropa es igual, primero escoge lo que puedas lucir y dentro de ese selección, encontrarás prendas que quieras ponerte. Si lo haces al revés, puedes encontrarte con ropa bonita que no te queda bien o que es poco conveniente.
Las decisiones son poderosas
Desde que abrimos los ojos por la mañana hasta que los cerramos por la noche, nos enfrentamos al proceso de tomar decisiones. Escoger es un deber que todos estamos obligados a asumir. Escogemos a nuestra pareja, el lugar donde vivimos, lo que comemos, cómo vestimos; todo está sujeto a nuestro criterio. Es importante entender que las decisiones que tomamos provocan circunstancias y afectan nuestra vida presente y futura. Las situaciones no vienen del aire, lo que decidimos nos tiene donde estamos. Cuando no estás consciente de esto, te quejas de tu realidad. Aprende a tomar buenas decisiones porque afectan tu vida y la de quienes te rodean.
Escoge lo necesario
En Lucas 10:42 leemos: Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.
En ese momento lo necesario era escuchar a Jesús. María escogió la buena parte, tomó una buena decisión. Imítala cuando estés frente a dos opciones y debas escoger. Hay que priorizar lo necesario para luego poder ir más allá. Por ejemplo: tomar vacaciones es bueno, pero si no tienes dinero para viajar, la decisión correcta es no hacerlo. Si no tienes para todo, escoge lo necesario. Sin importar cuál sea tu situación particular, siempre lo indispensable es escuchar La Palabra porque en ella están las promesas para todo lo demás.
Contra la pared
Filipenses 1:21- 22 relata: Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Más si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger.
Así como Pablo, todos hemos estados en situaciones difíciles de duda e incertidumbre. Filipenses 1:23-24 continúa: Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros.
Este pasaje nos da la clave para escoger. Pablo estaba en una encrucijada. No le temía a la muerte, sabía que ir con El Señor era lo mejor. Podía escoger, y tomar la decisión era complicado. En la vida hay cosas que son muchísimo mejores, son más cómodas, bonitas y agradables pero no son las más necesarias y debemos escoger. Pablo decidió quedarse y predicar; escogió lo necesario porque comprendió que no podría disfrutar solo de lo que era muchísimo mejor. Yo lo he visto en la iglesia. Todos tenemos mucho trabajo y a veces la idea de descansar nos atrae, sin embargo la mejor decisión es servir en el grupo o célula.
Siempre que estés es esa encrucijada, escoge lo que es más necesario, porque si escoges pensando en ti puedes terminar perdido y solo como Lot. Recuerda que cuando se separó de su tío Abraham, fue él quien primero escogió y tomó la tierra que parecía más prometedora, aquella llena de ciudades. Puso su tienda en esos lugares aunque estaban llenos de hombres que no amaban a Dios y terminó viviendo en Sodoma y Gomorra. En cambio, Abraham se quedó con lo que Lot despreció, la tierra de la promesa. Lot fue egoísta en su decisión y terminó sin nada, Abraham pensó en el beneficio de todos y fue bendecido. Cuídate de no tomar decisiones cómodas para ti y malas para tu familia. Escoge siempre lo mejor para todos.
Escoger sin ansiedad
En el Salmo 119:25-30 leemos: Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra. Te he manifestado mis caminos, y me has respondido; Enséñame tus estatutos. Hazme entender el camino de tus mandamientos, Para que medite en tus maravillas. Se deshace mi alma de ansiedad; Susténtame según tu palabra. Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley. Escogí el camino de la verdad; He puesto tus juicios delante de mí.
Cuando estamos abatidos es más difícil decidir porque hay muchos sentimientos encontrados. La cura para la ansiedad es La Palabra. Ansioso, turbado y angustiado no puedes decidir. En el Salmo, este hombre pide muchas cosas. Por más que le pidas a Dios, las decisiones son tuyas. No le dejes todo al Señor, aprende a escoger. Las personas responsables asumen sus decisiones y reconocen que su situación actual es producto de ellas. Dios te concede y espera que tomes decisiones para tu vida.
Sabiduría para escoger
Debemos tomar decisiones, es inevitable. Buscar pareja es un buen ejemplo. Más que escoger con quién quieres vivir, debes escoger con quién puedes vivir. No es tan importante si es guapo o romántico, es importante evaluar si me llevo bien con esa persona, si nos entendemos y si tenemos la misma visión de la vida. Las mujeres quieren alguien alto, guapo, como artista de cine aunque se les advierta que es borracho y haragán. Entonces toman malas decisiones. Lo mismo ocurre con los hombres. Así que los solteros deben pedirle a Dios que les permita enamorarse con la cabeza más que con el corazón. Cuando ya sepas con quién puedes compartir tu vida, entonces escoge a quién quieres. También es importante buscar primero la plenitud y felicidad personal. No hay que buscar que alguien te haga feliz o hacer feliz a alguien. Primero alcanza tu felicidad para poder compartirla con otra persona. No busques un príncipe azul que se ponga morado cuando se enoja.
Con la ropa es igual, primero escoge lo que puedas lucir y dentro de ese selección, encontrarás prendas que quieras ponerte. Si lo haces al revés, puedes encontrarte con ropa bonita que no te queda bien o que es poco conveniente.
sábado, noviembre 08, 2008
Cuidado con lo que hacemos
Kawana Michele Ashley, de Londres, Inglaterra, estaba otra vez en problemas. Nuevamente había quedado embarazada. Un hijo no deseado se estaba formando en su vientre.
Preguntó precios en varias clínicas de aborto. Todas cobraban más de lo que ella podía pagar. La abuela, con quien vivía, le había dicho que no aguantaba un hijo más. La joven, de diecinueve años de edad, se vio sola, desamparada y sin ningún recurso.
¿Qué hizo? Consiguió un revólver, se encerró en su cuarto, enfiló el cañón del arma en el vientre, y disparó. La bala, además de herir a la madre, destrozó una manita del bebé, ya de seis meses de gestación. Hubo que hacer una cesárea de urgencia. La madre se salvó, pero la criatura murió.
¿Habrá palabras para calificar semejante acto? A la joven la acusaron de asesinato en tercer grado. ¿Era totalmente culpable? ¿Había atenuantes a su favor? ¿A que se podía atribuir su conducta?
Uno de los posibles atenuantes es la pobreza. Kawana Michele era una joven desempleada que no tenía profesión. Se formó con poca escuela o cultura, sin libros y sin nadie que la aconsejara. Sólo sabía que tenía un cuerpo con apetitos, y que los hombres que pretendían amarla no eran más que seductores que se aprovechaban de ella.
¿Qué hacer cuando de amores prohibidos nacen hijos indeseados? Cuando no hay dinero, no hay cultura, no hay valores y no hay conciencia, la solución es abortarlos. Así piensa una sociedad que ha perdido toda noción de moral cristiana y que se guía sólo por los intereses del momento. Esta es la sociedad que dice: «Si me gusta, vale; está bien que lo haga.»
La vida así, sin tomar en cuenta valores morales, es una amenaza segura a la existencia misma de la humanidad. Vivir sólo para satisfacer los instintos naturales —el hambre, la sed, el sexo y la supervivencia— es volver a los tiempos de las cavernas. Es regresar a la selva virgen. Es vivir como los animales.
¿Acaso la raza humana, creada a la imagen de Dios, no responde a valores espirituales? Cuando violamos esos valores, contraponiéndonos a las leyes de Dios, enfilamos hacia la destrucción total.
Entreguémosle nuestro corazón a Cristo. Permitamos que sea nuestro Señor, Salvador y amigo. Vivamos en armonía con sus enseñanzas. Sólo así recuperaremos la imagen del divino Creador. Identifiquémonos hoy mismo con Aquel que nos creó a su semejanza.
Por: Hermano Pablo
Preguntó precios en varias clínicas de aborto. Todas cobraban más de lo que ella podía pagar. La abuela, con quien vivía, le había dicho que no aguantaba un hijo más. La joven, de diecinueve años de edad, se vio sola, desamparada y sin ningún recurso.
¿Qué hizo? Consiguió un revólver, se encerró en su cuarto, enfiló el cañón del arma en el vientre, y disparó. La bala, además de herir a la madre, destrozó una manita del bebé, ya de seis meses de gestación. Hubo que hacer una cesárea de urgencia. La madre se salvó, pero la criatura murió.
¿Habrá palabras para calificar semejante acto? A la joven la acusaron de asesinato en tercer grado. ¿Era totalmente culpable? ¿Había atenuantes a su favor? ¿A que se podía atribuir su conducta?
Uno de los posibles atenuantes es la pobreza. Kawana Michele era una joven desempleada que no tenía profesión. Se formó con poca escuela o cultura, sin libros y sin nadie que la aconsejara. Sólo sabía que tenía un cuerpo con apetitos, y que los hombres que pretendían amarla no eran más que seductores que se aprovechaban de ella.
¿Qué hacer cuando de amores prohibidos nacen hijos indeseados? Cuando no hay dinero, no hay cultura, no hay valores y no hay conciencia, la solución es abortarlos. Así piensa una sociedad que ha perdido toda noción de moral cristiana y que se guía sólo por los intereses del momento. Esta es la sociedad que dice: «Si me gusta, vale; está bien que lo haga.»
La vida así, sin tomar en cuenta valores morales, es una amenaza segura a la existencia misma de la humanidad. Vivir sólo para satisfacer los instintos naturales —el hambre, la sed, el sexo y la supervivencia— es volver a los tiempos de las cavernas. Es regresar a la selva virgen. Es vivir como los animales.
¿Acaso la raza humana, creada a la imagen de Dios, no responde a valores espirituales? Cuando violamos esos valores, contraponiéndonos a las leyes de Dios, enfilamos hacia la destrucción total.
Entreguémosle nuestro corazón a Cristo. Permitamos que sea nuestro Señor, Salvador y amigo. Vivamos en armonía con sus enseñanzas. Sólo así recuperaremos la imagen del divino Creador. Identifiquémonos hoy mismo con Aquel que nos creó a su semejanza.
Por: Hermano Pablo
jueves, noviembre 06, 2008
Usted es vencedor
Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno.
– 1 Juan 2:14
El hombre fue creado para ser vencedor. La Biblia así lo dice. Por ejemplo, en Génesis leemos que al principio Dios le dio al hombre dominio sobre toda la Tierra y sobre todo ser viviente en las aguas, en el aire y en la tierra.
El hombre ni siquiera sabía lo que era perder hasta que se apartó de Dios cuando le desobedeció en el huerto de Edén. A partir de ese momento, el hombre empezó a conocer lo que es la derrota, se vio forzado a aceptar el fracaso como parte de la vida y quedó reducido a una posición subordinada, una posición a la que nunca se le destinó.
Es una historia triste. Pero si usted es hijo de Dios nacido de nuevo, su historia tiene un feliz final. Por la fe en Cristo Jesús usted ha sido hecho vencedor otra vez.
En realidad, Dios ha garantizado su éxito. Permítame explicarle lo que quiero decir. Imagínese que usted está a punto de emprender un trabajo muy arduo, y antes de empezar a hacerlo, Dios le habla en voz alta y le dice: "Quiero que sepas que voy a encargarme personalmente de que este plan en el que estás trabajando salga bien".
Pues, bien, yo quiero que usted sepa que tiene la promesa de Dios de que triunfará. En su Palabra Él dice que usted es vencedor. En Él usted puede vencer cualquier dificultad que el mundo le lance a su paso (1 Juan 5:1-5). No importa cuán perdedor se sienta ni cuantas veces haya fracasado en el pasado, si usted cree que Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios viviente, entonces ha llegado a ser más que vencedor en Él (Romanos 8:37).
¿Significa eso que ya no tendrá más problemas? No. Simplemente significa que podrá hacer frente a la dificultad y triunfar.
Si usted ha estado pensando que es un fracasado, renueve su mente con la Palabra de Dios; ella le dice que usted puede tener éxito en todo. Siempre que se le presente un reto, diga: "¡Alabado sea Dios, puedo vencer en esta situación porque Jesucristo ya me ha hecho vencedor!" Ponga esa Palabra de Dios en su corazón, ella le hará vencedor.
– 1 Juan 2:14
El hombre fue creado para ser vencedor. La Biblia así lo dice. Por ejemplo, en Génesis leemos que al principio Dios le dio al hombre dominio sobre toda la Tierra y sobre todo ser viviente en las aguas, en el aire y en la tierra.
El hombre ni siquiera sabía lo que era perder hasta que se apartó de Dios cuando le desobedeció en el huerto de Edén. A partir de ese momento, el hombre empezó a conocer lo que es la derrota, se vio forzado a aceptar el fracaso como parte de la vida y quedó reducido a una posición subordinada, una posición a la que nunca se le destinó.
Es una historia triste. Pero si usted es hijo de Dios nacido de nuevo, su historia tiene un feliz final. Por la fe en Cristo Jesús usted ha sido hecho vencedor otra vez.
En realidad, Dios ha garantizado su éxito. Permítame explicarle lo que quiero decir. Imagínese que usted está a punto de emprender un trabajo muy arduo, y antes de empezar a hacerlo, Dios le habla en voz alta y le dice: "Quiero que sepas que voy a encargarme personalmente de que este plan en el que estás trabajando salga bien".
Pues, bien, yo quiero que usted sepa que tiene la promesa de Dios de que triunfará. En su Palabra Él dice que usted es vencedor. En Él usted puede vencer cualquier dificultad que el mundo le lance a su paso (1 Juan 5:1-5). No importa cuán perdedor se sienta ni cuantas veces haya fracasado en el pasado, si usted cree que Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios viviente, entonces ha llegado a ser más que vencedor en Él (Romanos 8:37).
¿Significa eso que ya no tendrá más problemas? No. Simplemente significa que podrá hacer frente a la dificultad y triunfar.
Si usted ha estado pensando que es un fracasado, renueve su mente con la Palabra de Dios; ella le dice que usted puede tener éxito en todo. Siempre que se le presente un reto, diga: "¡Alabado sea Dios, puedo vencer en esta situación porque Jesucristo ya me ha hecho vencedor!" Ponga esa Palabra de Dios en su corazón, ella le hará vencedor.
martes, noviembre 04, 2008
Un paso de fe, traerá victoria
Me gusta la frase en ese pasaje que dice: “Abres Tu mano y colmas de bendición a todo ser viviente”,(versículo 16). Dios es tan bueno, que siempre tiene una mano abierta para nosotros. Él nunca tiene el puño cerrado. Podremos haber vagado muy alejados de Dios, pero si clamamos a Él en verdad, descubriremos que
Él está cerca. Nos daremos cuenta que Él está ahí para darnos lo que necesitemos.
Uno de los ejemplos más bellos que jamás haya visto sobre esta verdad, ocurrió
en la vida de una jovencita la cual nos cuenta que hace varios años asistía a clase,
“Escuela de Sanidad”. Un accidente automovilístico la había dejado paralizada de un lado del cuerpo, y ella quería acudir a Dios pidiéndole ayuda.
El problema era que ella había estado viviendo en desobediencia a Dios, pues momentos antes de que iniciara la “Escuela de Sanidad”, ¡se había robado unos casetes de una de nuestras mesas! Desde luego, ella se estaba sintiendo terriblemente mal.
Su corazón la condenaba, y ella no podía creer que Dios quisiera hacer algo por
alguien tan despreciable como ella. Pero durante la Escuela de Sanidad,
leyeron Santiago 5:15: “Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor
lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados”.
Gracias a Dios, que esa preciosa joven simplemente le creyó a Dios por la veracidad de Su Palabra. Ella recibió Su perdón y Dios la sanó ahí mismo. Caminó hacia el frente de la clase, ¡y dio su testimonio confesando que había robado, que se había
arrepentido, y que ahora Dios la había sanado!
Si has sido desobediente con Dios, puedes hacer esto mismo ahora. Puedes arrepentirte y decir: “Señor: sé que he pecado. He hecho cosas que sabía que Tú no
querías que hiciera. Me he alejado de Ti en vez de ir hacia Ti. ¡Pero hoy me arrepiento y decido cambiar! Yo Te pido, en el Nombre de Jesús, que me perdones y me
limpies de toda injusticia. Por fe, recibo esa limpieza mediante la sangre de Jesús y una vida recta delante Ti. Así que Dios, dispongo mi corazón para obedecerte
por el resto de mi vida. Con Tu ayuda haré lo que Tú quieras que haga”.
Antes de un momento así, podrías sentir temor de hacer un compromiso con Dios. Tal vez te asustaba la idea de hacer cualquier cosa que Dios te pidiera. Pero ahora puedes hacer esa promesa confiadamente, sabiendo que cualquier cosa que Dios
te pida hacer, siempre será por tu bien.
Puedo asegurarte, no solo por la Biblia, sino por experiencia (propia y ajena), que nunca lamentarás haberte decidido obedecer al Señor. Nunca he conocido a alguien en mi vida que confíe y obedezca Sus mandamientos diligentemente, y luego tenga que
reprocharse por ello. Por el contrario, todo hijo de Dios que ha conocido y confiado en Su bondad, ha estado infinitamente agradecido y satisfecho de haberlo hecho.
Él está cerca. Nos daremos cuenta que Él está ahí para darnos lo que necesitemos.
Uno de los ejemplos más bellos que jamás haya visto sobre esta verdad, ocurrió
en la vida de una jovencita la cual nos cuenta que hace varios años asistía a clase,
“Escuela de Sanidad”. Un accidente automovilístico la había dejado paralizada de un lado del cuerpo, y ella quería acudir a Dios pidiéndole ayuda.
El problema era que ella había estado viviendo en desobediencia a Dios, pues momentos antes de que iniciara la “Escuela de Sanidad”, ¡se había robado unos casetes de una de nuestras mesas! Desde luego, ella se estaba sintiendo terriblemente mal.
Su corazón la condenaba, y ella no podía creer que Dios quisiera hacer algo por
alguien tan despreciable como ella. Pero durante la Escuela de Sanidad,
leyeron Santiago 5:15: “Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor
lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados”.
Gracias a Dios, que esa preciosa joven simplemente le creyó a Dios por la veracidad de Su Palabra. Ella recibió Su perdón y Dios la sanó ahí mismo. Caminó hacia el frente de la clase, ¡y dio su testimonio confesando que había robado, que se había
arrepentido, y que ahora Dios la había sanado!
Si has sido desobediente con Dios, puedes hacer esto mismo ahora. Puedes arrepentirte y decir: “Señor: sé que he pecado. He hecho cosas que sabía que Tú no
querías que hiciera. Me he alejado de Ti en vez de ir hacia Ti. ¡Pero hoy me arrepiento y decido cambiar! Yo Te pido, en el Nombre de Jesús, que me perdones y me
limpies de toda injusticia. Por fe, recibo esa limpieza mediante la sangre de Jesús y una vida recta delante Ti. Así que Dios, dispongo mi corazón para obedecerte
por el resto de mi vida. Con Tu ayuda haré lo que Tú quieras que haga”.
Antes de un momento así, podrías sentir temor de hacer un compromiso con Dios. Tal vez te asustaba la idea de hacer cualquier cosa que Dios te pidiera. Pero ahora puedes hacer esa promesa confiadamente, sabiendo que cualquier cosa que Dios
te pida hacer, siempre será por tu bien.
Puedo asegurarte, no solo por la Biblia, sino por experiencia (propia y ajena), que nunca lamentarás haberte decidido obedecer al Señor. Nunca he conocido a alguien en mi vida que confíe y obedezca Sus mandamientos diligentemente, y luego tenga que
reprocharse por ello. Por el contrario, todo hijo de Dios que ha conocido y confiado en Su bondad, ha estado infinitamente agradecido y satisfecho de haberlo hecho.
domingo, noviembre 02, 2008
Cuestión de Actitud
"Si cerráis la puerta a todos los errores, también la verdad se quedara fuera". - Rabindranat Tagore.
Si eres paciente en un momento de ira, escaparás a cien días de tristeza.- Proverbio Chino
Cuanto menos poseemos, más podemos dar. Parece imposible, pero no lo es. Esa es la lógica del amor.- Madre Teresa de Calcuta
El mundo no está amenazado por las malas personas,sino por aquellos que permiten la maldad.-Albert Einstein
"He aprendido que estar con los que yo quiero es suficiente". -Walt Whitman.
Cada persona es tan única como la huella de su pulgar. No existen dos iguales. No hay dos personas que entiendan la misma frase de la misma manera...Así, al tratar con personas no intente acomodarlas a su concepto de lo que deben ser. M. Erickson
Olvida los días nublados, pero no olvides tus horas de sol ni tus noches estrelladas.
Olvida los momentos en que fuiste derrotado, pero no olvides las batallas que has ganado. Olvida los errores que no puedes cambiar, pero no olvides las lecciones que has aprendido ni lo tanto que ensenan. Olvida los días en que has estado solo y triste, pero no olvides las sonrisas que has encontrado y tantas que encontrarás.
Olvida los planes que fallaron pero NUNCA olvides que debes tener siempre un sueño.
Si eres paciente en un momento de ira, escaparás a cien días de tristeza.- Proverbio Chino
Cuanto menos poseemos, más podemos dar. Parece imposible, pero no lo es. Esa es la lógica del amor.- Madre Teresa de Calcuta
El mundo no está amenazado por las malas personas,sino por aquellos que permiten la maldad.-Albert Einstein
"He aprendido que estar con los que yo quiero es suficiente". -Walt Whitman.
Cada persona es tan única como la huella de su pulgar. No existen dos iguales. No hay dos personas que entiendan la misma frase de la misma manera...Así, al tratar con personas no intente acomodarlas a su concepto de lo que deben ser. M. Erickson
Olvida los días nublados, pero no olvides tus horas de sol ni tus noches estrelladas.
Olvida los momentos en que fuiste derrotado, pero no olvides las batallas que has ganado. Olvida los errores que no puedes cambiar, pero no olvides las lecciones que has aprendido ni lo tanto que ensenan. Olvida los días en que has estado solo y triste, pero no olvides las sonrisas que has encontrado y tantas que encontrarás.
Olvida los planes que fallaron pero NUNCA olvides que debes tener siempre un sueño.
sábado, noviembre 01, 2008
Ser Feliz, una decisión personal
Por qué te niegas obstinadamente a perdonar y olvidar? No te das cuenta que tú mismo eres la persona más afectada y la primera víctima de tus rencores? Si sabes y entiendes que Dios perdona todo, absolutamente todo, por qué eres tan arrogante y consideras o crees que tú no debes perdonar? Limpia ya tu alma de esos sentimientos y pensamientos negativos y destructivos que no te permiten vivir tu bienestar al 100%
Perdona y olvida, para que seas mucho más feliz.
Cultive hoy, de manera especial, la energía amorosa de Dios, sea amable, cordial, gentil, cariñoso, paciente y tolerante con las personas que le rodean; hoy, de manera especial, sea comprensivo con los demás, y ante todo hoy procure perdonar aquel detalle, aquella actitud, aquel evento que aún afecta su alma y perturba su paz interior. Perdone ya, de una vez, perdone y olvide.
Perdonar es una actitud noble, digna y honorable. Usted no gana nada conservando rencores y resentimientos, por el contrario, afecta, desluce y entristece su espiritualidad. Aprenda a perdonar, perdonar y olvidar, será más noble, más digno, mejor persona, podrá ser más feliz y enriquecerá su vida.
Perdona y olvida, para que seas mucho más feliz.
Cultive hoy, de manera especial, la energía amorosa de Dios, sea amable, cordial, gentil, cariñoso, paciente y tolerante con las personas que le rodean; hoy, de manera especial, sea comprensivo con los demás, y ante todo hoy procure perdonar aquel detalle, aquella actitud, aquel evento que aún afecta su alma y perturba su paz interior. Perdone ya, de una vez, perdone y olvide.
Perdonar es una actitud noble, digna y honorable. Usted no gana nada conservando rencores y resentimientos, por el contrario, afecta, desluce y entristece su espiritualidad. Aprenda a perdonar, perdonar y olvidar, será más noble, más digno, mejor persona, podrá ser más feliz y enriquecerá su vida.
viernes, octubre 31, 2008
CUANDO SE PASAN POR «ALTO» CIERTAS SEÑALES
Fue una carrera loca por una vía cubierta de nieve en los Alpes austriacos, una carrera perfecta para aquellos a quienes les encanta esquiar. Werner Schultz, joven alpinista, la aprovechó al máximo, descendiendo a ochenta kilómetros por hora en sus esquís. Al final de la vía se encontraba una calle transversal, y en la intersección de las dos una señal que decía: «Alto».
Werner no pudo parar. Esquiando a la increíble velocidad que había adquirido en los tres kilómetros de bajada, chocó de frente contra el poste de la señal. Con el cuerpo quebró el poste, que a su vez le quebró a él la frente. Sobre su cuerpo inerte quedó, todavía intacta, la señal de advertencia: «Alto».
Nadie niega que las señales de «Alto» son necesarias en calles muy transitadas. No se ponen allí por capricho sino por precaución. La gran mayoría de accidentes en las vías ocurre porque los conductores no obedecen la señal de «Alto». Ignoran la señal, lo cual produce el choque.
¿Por qué hay tantas calamidades en esta vida? ¿Por qué abundan el dolor y el infortunio en nuestra sociedad? ¿Por qué sufre el ser humano las desgracias que le ocurren?
Dios puso en su Santa Palabra diez señales de «Alto». A éstas se les conoce como los Diez Mandamientos. Cumplirlos es disfrutar de paz y armonía. Ignorarlos es chocar contra ellos y sufrir las consecuencias.
¿Cuáles son esas señales? He aquí, en pocas palabras, el decálogo de Moisés:
1. No servirás a dioses ajenos. 2. No te harás imagen de ninguna cosa en el cielo, en la tierra o debajo de la tierra. 3. No tomarás el nombre de Dios en vano. 4. Acuérdate del día de reposo, para santificarlo. 5. Honra a tu padre y a tu madre. 6. No matarás. 7. No cometerás adulterio. 8. No hurtarás. 9. No darás falso testimonio. 10. No codiciarás.
Estos Diez Mandamientos son las señales de «Alto» que Dios nos dio para ayudarnos a vivir correctamente, a caminar en justicia y a disfrutar de la vida. La única manera en que podemos disfrutar de todo lo bueno que Él nos ha provisto es no infringir esos «Altos», que ha puesto para nuestro bienestar físico, moral y espiritual.
¿Es posible obedecer esas leyes? Sí, pero sólo si el dador de ellas vive en nuestro corazón. Cuando Dios está en nosotros, tenemos vía libre para andar perfectamente por esta vida. Él desea que nos sintamos totalmente realizados como seres humanos. Y sabe que eso es precisamente lo que sucede cuando tomamos a pecho todas sus disposiciones, incluso sus diez señales de «Alto».
Werner no pudo parar. Esquiando a la increíble velocidad que había adquirido en los tres kilómetros de bajada, chocó de frente contra el poste de la señal. Con el cuerpo quebró el poste, que a su vez le quebró a él la frente. Sobre su cuerpo inerte quedó, todavía intacta, la señal de advertencia: «Alto».
Nadie niega que las señales de «Alto» son necesarias en calles muy transitadas. No se ponen allí por capricho sino por precaución. La gran mayoría de accidentes en las vías ocurre porque los conductores no obedecen la señal de «Alto». Ignoran la señal, lo cual produce el choque.
¿Por qué hay tantas calamidades en esta vida? ¿Por qué abundan el dolor y el infortunio en nuestra sociedad? ¿Por qué sufre el ser humano las desgracias que le ocurren?
Dios puso en su Santa Palabra diez señales de «Alto». A éstas se les conoce como los Diez Mandamientos. Cumplirlos es disfrutar de paz y armonía. Ignorarlos es chocar contra ellos y sufrir las consecuencias.
¿Cuáles son esas señales? He aquí, en pocas palabras, el decálogo de Moisés:
1. No servirás a dioses ajenos. 2. No te harás imagen de ninguna cosa en el cielo, en la tierra o debajo de la tierra. 3. No tomarás el nombre de Dios en vano. 4. Acuérdate del día de reposo, para santificarlo. 5. Honra a tu padre y a tu madre. 6. No matarás. 7. No cometerás adulterio. 8. No hurtarás. 9. No darás falso testimonio. 10. No codiciarás.
Estos Diez Mandamientos son las señales de «Alto» que Dios nos dio para ayudarnos a vivir correctamente, a caminar en justicia y a disfrutar de la vida. La única manera en que podemos disfrutar de todo lo bueno que Él nos ha provisto es no infringir esos «Altos», que ha puesto para nuestro bienestar físico, moral y espiritual.
¿Es posible obedecer esas leyes? Sí, pero sólo si el dador de ellas vive en nuestro corazón. Cuando Dios está en nosotros, tenemos vía libre para andar perfectamente por esta vida. Él desea que nos sintamos totalmente realizados como seres humanos. Y sabe que eso es precisamente lo que sucede cuando tomamos a pecho todas sus disposiciones, incluso sus diez señales de «Alto».
jueves, octubre 30, 2008
Tu mi Dios, eres mi universo...
Una tarde cuando las estrellas no habían salido y el olor a luna llenaba el aroma del jardín, sentí que una corriente fresca y aromática se apoderaba de mi. Asombrado miré a todas partes y no pude ver a nadie.
El aliento del anochecer seguía resoplando en mis cabellos mientras flotaban en la brisa de aquel día otoñal. No sabía que era lo que ello significaba hasta que sentí que una voz dentro de mí me pedía cuentas de mis acciones y de todos mis actos de los pasados años del sin fe vacilante.
Contesté sin aliento y con el corazón palpitando dentro de mi pecho sin poder entender que era ese reclamo que me hacía la noche. ¿Qué puedo hacer?
Un pájaro voló junto a un árbol cercano y posándose sobre una de las ramas se dispuso a dejarse caer violentamente sobre una pequeña lombriz que viajaba en busca de su cría. Sin que aquella pudiera percatarse, el ave agarró con el pico la lombriz y la llevó gozosa hacia un nido que sobre el árbol tenía.
Allí, un pequeño polluelo piaba complacido y ávido mientras se engullía la lombriz con un regocijo indescriptible. El dolor de unos es el gozo de otros susurró la voz en la brisa. Luego observé como el ave tomaba a su cría y la levantaba del nido para dejarlo caer en el vacío.
El polluelo, aterrado, aleteó un poco con desespero y cayó en tierra asustado y convulso. Un gato pasajero corrió hacia el polluelo para capturarlo, en tanto que el ave madre volaba amenazadoramente hacia el gato para espantarlo.
El polluelo tuvo tiempo de alzar el vuelo y comenzando a volar, se remontó a las alturas. Había aprendido la lección de la vida. Ese fue el lenguaje de la voz que me hablaba en la conciencia. Comprendí que la vida era una huella para que otro la siga y todo lo que había hecho en mi vida estaba impregnado de la misma historia.
La vida, ave ocasional, buscaba lombrices para mis ansiedades, hasta que en esta noche arrancado de mi nido de quejas y pesadumbres, fui tomado y lanzado al vacío de mis meditaciones donde comprendí que tenía que volar para poder sobrevivir.
Levanté la vista hacia el cielo, las estrellas titilaban gozosas por aquella noche de descubrimientos y embriagado del aroma de la brisa pude ver el lucero vespertino cuando se asomaba en lontananza para dejarme su mensaje de luz y de esperanza.
Nada es inmundo en sí mismo; mas para el que piensa que algo es inmundo, para él lo es. (Romanos 14,14)
El aliento del anochecer seguía resoplando en mis cabellos mientras flotaban en la brisa de aquel día otoñal. No sabía que era lo que ello significaba hasta que sentí que una voz dentro de mí me pedía cuentas de mis acciones y de todos mis actos de los pasados años del sin fe vacilante.
Contesté sin aliento y con el corazón palpitando dentro de mi pecho sin poder entender que era ese reclamo que me hacía la noche. ¿Qué puedo hacer?
Un pájaro voló junto a un árbol cercano y posándose sobre una de las ramas se dispuso a dejarse caer violentamente sobre una pequeña lombriz que viajaba en busca de su cría. Sin que aquella pudiera percatarse, el ave agarró con el pico la lombriz y la llevó gozosa hacia un nido que sobre el árbol tenía.
Allí, un pequeño polluelo piaba complacido y ávido mientras se engullía la lombriz con un regocijo indescriptible. El dolor de unos es el gozo de otros susurró la voz en la brisa. Luego observé como el ave tomaba a su cría y la levantaba del nido para dejarlo caer en el vacío.
El polluelo, aterrado, aleteó un poco con desespero y cayó en tierra asustado y convulso. Un gato pasajero corrió hacia el polluelo para capturarlo, en tanto que el ave madre volaba amenazadoramente hacia el gato para espantarlo.
El polluelo tuvo tiempo de alzar el vuelo y comenzando a volar, se remontó a las alturas. Había aprendido la lección de la vida. Ese fue el lenguaje de la voz que me hablaba en la conciencia. Comprendí que la vida era una huella para que otro la siga y todo lo que había hecho en mi vida estaba impregnado de la misma historia.
La vida, ave ocasional, buscaba lombrices para mis ansiedades, hasta que en esta noche arrancado de mi nido de quejas y pesadumbres, fui tomado y lanzado al vacío de mis meditaciones donde comprendí que tenía que volar para poder sobrevivir.
Levanté la vista hacia el cielo, las estrellas titilaban gozosas por aquella noche de descubrimientos y embriagado del aroma de la brisa pude ver el lucero vespertino cuando se asomaba en lontananza para dejarme su mensaje de luz y de esperanza.
Nada es inmundo en sí mismo; mas para el que piensa que algo es inmundo, para él lo es. (Romanos 14,14)
martes, octubre 28, 2008
Somos lo que pensamos
Aquello que nos decimos a nosotros mismos afecta radicalmente la calidad de nuestras vidas y nuestra habilidad para hacer cosas efectivamente.
Somos lo que pensamos. Si nuestro discurso interior es negativo pues somos eso: seres pesimistas irradiando negativismo. Por el contrario, si nuestro discurso interior es positivo somos seres que creamos y emanamos positivismo.
El pensamiento positivo y el pensamiento negativo son semillas. Siembra ideas y sentimientos positivos en tu mente y recogerás acciones positivas. La gente de espíritu negativo va llena de comentarios derrotistas, repitiéndolos continuamente. Frases inútiles como estas a continuación: Mi vida es un desastre, Nada me sale bien, Esto siempre me pasa a mí, Ya lo arruine todo, Nada va a resultar, Es inútil esforzarse.
Aun cuando a la gente negativa le esta yendo bien nunca reciben con positivismo aquello bueno de la vida y terminan diciendo: Esta racha de buena suerte durará poco, La felicidad no es para siempre, Me gustaría que todo siempre saliera bien, pero es imposible.
En cambio la gente de pensamiento positivo, con metas de triunfar y salir adelante va por la vida con frases muy diferentes: Todo va a salir bien, Nada es imposible, Tengo fe que todo saldrá a mi favor, La buena suerte siempre me acompaña, Hay que tener confianza, Hay que esforzarse.
Y si algo malo les sucede, la gente positiva no se derrota por el contrario su discurso es de esperanza y entonces se dicen: Todo Obra a bien para aquellos que aman a Dios, Jehová es mi pastor nada me faltará, La próxima vez todo va a estar mejor, Pase lo que pase hay que Dios esta conmigo.
Gente negativa ve los hechos malos como a una película, se miran a sí mismos como los perdedores, los derrotados, los últimos, las víctimas mientras que la gente positiva se enfoca se miran como luchadores, emprendedores, dueños de su destino, creadores continuos de su propia película.
Si acaso estas en el grupo de aquellos que todavía no practican un pensamiento positivo a su vida, no te apenes, no te deprimas, empieza ahora, trata de explicarte las cosas de una manera diferente, con mayor optimismo, con más amor propio, con esperanza. Mantén conversaciones positivas contigo mismo Alma mía alaba a Jehová y no te olvides de sus beneficios e inmediatamente veras la diferencia en tu actitud personal, en tus acciones, en tu vida.
¿Deseas aprender como mantener el pensamiento positivo? Te invito a leer la Biblia, encontraras todo lo que necesitas.
Somos lo que pensamos. Si nuestro discurso interior es negativo pues somos eso: seres pesimistas irradiando negativismo. Por el contrario, si nuestro discurso interior es positivo somos seres que creamos y emanamos positivismo.
El pensamiento positivo y el pensamiento negativo son semillas. Siembra ideas y sentimientos positivos en tu mente y recogerás acciones positivas. La gente de espíritu negativo va llena de comentarios derrotistas, repitiéndolos continuamente. Frases inútiles como estas a continuación: Mi vida es un desastre, Nada me sale bien, Esto siempre me pasa a mí, Ya lo arruine todo, Nada va a resultar, Es inútil esforzarse.
Aun cuando a la gente negativa le esta yendo bien nunca reciben con positivismo aquello bueno de la vida y terminan diciendo: Esta racha de buena suerte durará poco, La felicidad no es para siempre, Me gustaría que todo siempre saliera bien, pero es imposible.
En cambio la gente de pensamiento positivo, con metas de triunfar y salir adelante va por la vida con frases muy diferentes: Todo va a salir bien, Nada es imposible, Tengo fe que todo saldrá a mi favor, La buena suerte siempre me acompaña, Hay que tener confianza, Hay que esforzarse.
Y si algo malo les sucede, la gente positiva no se derrota por el contrario su discurso es de esperanza y entonces se dicen: Todo Obra a bien para aquellos que aman a Dios, Jehová es mi pastor nada me faltará, La próxima vez todo va a estar mejor, Pase lo que pase hay que Dios esta conmigo.
Gente negativa ve los hechos malos como a una película, se miran a sí mismos como los perdedores, los derrotados, los últimos, las víctimas mientras que la gente positiva se enfoca se miran como luchadores, emprendedores, dueños de su destino, creadores continuos de su propia película.
Si acaso estas en el grupo de aquellos que todavía no practican un pensamiento positivo a su vida, no te apenes, no te deprimas, empieza ahora, trata de explicarte las cosas de una manera diferente, con mayor optimismo, con más amor propio, con esperanza. Mantén conversaciones positivas contigo mismo Alma mía alaba a Jehová y no te olvides de sus beneficios e inmediatamente veras la diferencia en tu actitud personal, en tus acciones, en tu vida.
¿Deseas aprender como mantener el pensamiento positivo? Te invito a leer la Biblia, encontraras todo lo que necesitas.
sábado, octubre 25, 2008
¡Vales mucho màs de lo que imaginas!
No solamente es más apreciado el ser espontáneo, sino que es mucho más fácil. Mucha gente gasta bastante energía en aparentar lo que realmente no es. Por qué sucede que hay personas que parecen "mimetizarse" con los demás y les cuesta ser natural y espontánea?
Por qué se dice lo que realmente no se siente? Lo sé bien, porque en mis primeros años de vida fui así. Tempranamente aprendí que no podía decir lo que pensaba, porque mis los mayores me lo reprochaban. Luego, me pareció que los demás se sentían bien si uno estaba de acuerdo con ellos y mal si manifestaba opiniones diferentes. Y yo buscaba desesperadamente la aceptación de los demás.
Sin embargo, fui descubriendo que los otros dejan de considerarte y respetarte al darse cuenta que uno no tiene una opinión clara y definida. Y lo peor, uno deja de respetarse a sí mismo.
Aprendí que no tenemos por qué caerle bien a todos ni estar de acuerdo con todos. Es probable que cuando todos seamos sabios ya hayamos alcanzado la plena iluminación, estemos todos de acuerdo. Mientras tanto, en la búsqueda de la verdad, tendremos posiciones distintas, según nuestras experiencias y conocimientos.
Todo esto está relacionado con la seguridad en sí mismo. En la medida que somos conscientes de nuestro propio valer, nos atrevemos a ser nosotros mismos y pensar por sí mismos. No hay que andar por el mundo buscando satisfacer a los demás, ni llenando las expectativas de los otros.
Hay que disponerse a aceptar a los demás con sus virtudes y defectos, con sus opiniones y puntos de vista. Y disponerse a respetarse también a sí mismo. Es posible que al principio se pierdan amigos que no compartan nuestra manera de ser y opinar. Pero si eres consecuente con tus ideas y contigo mismo, tendrás muchos verdaderos amigos en el futuro.
Decir la verdad puede que moleste a alguien, pero la mayoría aprenderá a valorar a quien es veraz. Ya se escribió hace mucho tiempo (en La Biblia) "que tu sí, sea sí; que tu no, sea no".
Una buena práctica es darse mensajes a sí mismo, ya sea mediante un diálogo interno, carteles, escritos, dibujos, etc., que digan: "Tengo seguridad y confianza en mí". Tú vales mucho más de lo que te imaginas.
Tú eres importante eres una creación divina. Eres una única, si no lo crees levanta tus manos y mira lo que te identifica como ser único, perfecto, Hijo de Dios…
Por qué se dice lo que realmente no se siente? Lo sé bien, porque en mis primeros años de vida fui así. Tempranamente aprendí que no podía decir lo que pensaba, porque mis los mayores me lo reprochaban. Luego, me pareció que los demás se sentían bien si uno estaba de acuerdo con ellos y mal si manifestaba opiniones diferentes. Y yo buscaba desesperadamente la aceptación de los demás.
Sin embargo, fui descubriendo que los otros dejan de considerarte y respetarte al darse cuenta que uno no tiene una opinión clara y definida. Y lo peor, uno deja de respetarse a sí mismo.
Aprendí que no tenemos por qué caerle bien a todos ni estar de acuerdo con todos. Es probable que cuando todos seamos sabios ya hayamos alcanzado la plena iluminación, estemos todos de acuerdo. Mientras tanto, en la búsqueda de la verdad, tendremos posiciones distintas, según nuestras experiencias y conocimientos.
Todo esto está relacionado con la seguridad en sí mismo. En la medida que somos conscientes de nuestro propio valer, nos atrevemos a ser nosotros mismos y pensar por sí mismos. No hay que andar por el mundo buscando satisfacer a los demás, ni llenando las expectativas de los otros.
Hay que disponerse a aceptar a los demás con sus virtudes y defectos, con sus opiniones y puntos de vista. Y disponerse a respetarse también a sí mismo. Es posible que al principio se pierdan amigos que no compartan nuestra manera de ser y opinar. Pero si eres consecuente con tus ideas y contigo mismo, tendrás muchos verdaderos amigos en el futuro.
Decir la verdad puede que moleste a alguien, pero la mayoría aprenderá a valorar a quien es veraz. Ya se escribió hace mucho tiempo (en La Biblia) "que tu sí, sea sí; que tu no, sea no".
Una buena práctica es darse mensajes a sí mismo, ya sea mediante un diálogo interno, carteles, escritos, dibujos, etc., que digan: "Tengo seguridad y confianza en mí". Tú vales mucho más de lo que te imaginas.
Tú eres importante eres una creación divina. Eres una única, si no lo crees levanta tus manos y mira lo que te identifica como ser único, perfecto, Hijo de Dios…
viernes, octubre 24, 2008
La preocupación nos afecta
Pide al Señor sabiduría para identificar y atender aquello que realmente es importante en tu vida. Si atiendes una cosa a la vez, todo lo que haces resultará mejor.
En Lucas 10:38-40 leemos sobre Marta y María: Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.
Todos tenemos múltiples preocupaciones y tareas. Somos seres integrales, con muchas facetas. Las mujeres asumen rol de madres, esposas, hijas, profesionales, amas de casa, administradoras, enfermeras. Los hombres son padres, esposos, hijos, consejeros. En nuestra vida diaria estamos rodeados de situaciones que provocan tensión. Nuestra tribulación y angustia se nota aunque pretendamos ocultarla. Si nos preguntan, negamos la situación y no la compartimos.
La palabra turbado en este pasaje viene del griego perispao y significa “perdido mentalmente, alguien que divaga en sus pensamientos”. Cuando estás distraído no ves siquiera lo que tienes o a quien tienes a tu lado. Cierto día estaba en una tienda y un miembro de la congregación entró, yo le saludé varias veces, él incluso me vio, pero su mente estaba en otro lugar y creo que no me reconoció. Eso le sucedió a Marta. Estaba tan pérdida y mentalmente distraída que no atendió a Jesús, quien era realmente lo importante.
Marta quiso hacer tanto en una sola cena que se preocupó demasiado. Cuando se agregan muchos elementos a una situación todo se complica. Es mejor tener conciencia de nuestras capacidades y enfocarnos en lo importante para no hacer difícil el control y administración de nuestras tareas.
Marta, con su preocupación y falta atención causó mucho incomodidad. Primero, acusó a su hermana injustamente. Cuando estás tenso haces comparaciones injustas y te victimizas. Sientes que todos se aprovechan de ti. Piensas que estás solo y frustrado, te aislas.
Por ultimo, Marta no pudo identificar lo importante. Jesús no entró a su casa a comer, sino a darle de comer Palabra. Cuando estás tenso no te enteras de lo que sucede a tu alrededor. No ves las oportunidades que tienes en frente. A veces te hacen ofertas que ni escuchas. Si piensas en muchas cosas tus sentidos se confunden y no prestas atención. Debes atender el momento que vives.
En Lucas 10:38-40 leemos sobre Marta y María: Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.
Todos tenemos múltiples preocupaciones y tareas. Somos seres integrales, con muchas facetas. Las mujeres asumen rol de madres, esposas, hijas, profesionales, amas de casa, administradoras, enfermeras. Los hombres son padres, esposos, hijos, consejeros. En nuestra vida diaria estamos rodeados de situaciones que provocan tensión. Nuestra tribulación y angustia se nota aunque pretendamos ocultarla. Si nos preguntan, negamos la situación y no la compartimos.
La palabra turbado en este pasaje viene del griego perispao y significa “perdido mentalmente, alguien que divaga en sus pensamientos”. Cuando estás distraído no ves siquiera lo que tienes o a quien tienes a tu lado. Cierto día estaba en una tienda y un miembro de la congregación entró, yo le saludé varias veces, él incluso me vio, pero su mente estaba en otro lugar y creo que no me reconoció. Eso le sucedió a Marta. Estaba tan pérdida y mentalmente distraída que no atendió a Jesús, quien era realmente lo importante.
Marta quiso hacer tanto en una sola cena que se preocupó demasiado. Cuando se agregan muchos elementos a una situación todo se complica. Es mejor tener conciencia de nuestras capacidades y enfocarnos en lo importante para no hacer difícil el control y administración de nuestras tareas.
Marta, con su preocupación y falta atención causó mucho incomodidad. Primero, acusó a su hermana injustamente. Cuando estás tenso haces comparaciones injustas y te victimizas. Sientes que todos se aprovechan de ti. Piensas que estás solo y frustrado, te aislas.
Por ultimo, Marta no pudo identificar lo importante. Jesús no entró a su casa a comer, sino a darle de comer Palabra. Cuando estás tenso no te enteras de lo que sucede a tu alrededor. No ves las oportunidades que tienes en frente. A veces te hacen ofertas que ni escuchas. Si piensas en muchas cosas tus sentidos se confunden y no prestas atención. Debes atender el momento que vives.
jueves, octubre 23, 2008
Sobre pasando la adversidad
Lo mas natural cuando uno le pasa algo adverso en la vida, es que nos sintamos mal, esto no quiere decir que no creamos en Dios. Jesús cuando se preparaba para el momento final, le oro a su padre diciendo que se era posible, pasara de él esa copa, Jesús se entristeció, pero eso no significa que el dejara de reconocer que Dios es todo poderoso.
Dios es un Dios de propósitos, es misericordioso, conoce tus necesidades, recuerda que no hay una hoja de un árbol que no caiga que no sea bajo su voluntad, si alguien se a levantado en tu contra, por ira, chisme, envidia recuerda que “si alguno conspirare contra ti lo hará sin mi, dice el señor, el que contra ti conspirare. Delante de ti caerá” Isaías 54:15
Ninguna arma forjada contra ti prosperara, y condenaras toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mi vendrá, dijo Jehová Isaías 54:17
Dios esta contigo, afirmara tus pasos, hasta llevarte al lugar mas alto, su objetivo es llevarte de gloria en gloria, NO quites tus ojos del altísimo, pídele que te llene de su amor, el cual hecha fuera todo temor.
Dios es un Dios de propósitos, es misericordioso, conoce tus necesidades, recuerda que no hay una hoja de un árbol que no caiga que no sea bajo su voluntad, si alguien se a levantado en tu contra, por ira, chisme, envidia recuerda que “si alguno conspirare contra ti lo hará sin mi, dice el señor, el que contra ti conspirare. Delante de ti caerá” Isaías 54:15
Ninguna arma forjada contra ti prosperara, y condenaras toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mi vendrá, dijo Jehová Isaías 54:17
Dios esta contigo, afirmara tus pasos, hasta llevarte al lugar mas alto, su objetivo es llevarte de gloria en gloria, NO quites tus ojos del altísimo, pídele que te llene de su amor, el cual hecha fuera todo temor.
miércoles, octubre 22, 2008
Hasta ser encontrados
Pocos minutos después que bajaran todos los pasajeros, el piloto dobló el periódico que había estado leyendo y caminó por el pasillo del avión. En uno de los asientos encontró una muñequita que alguien había dejado olvidada. El piloto se inclinó y la recogió. Daba muestras de haber sido estrujada bastante como sucede con las muñecas a las que sus dueñas quieren mucho.
El piloto sabía que a aquella muñeca de trapo la extrañaría mucho alguna niña. Esto lo llevó a hacer todo lo posible por encontrar a la dueña. Lo primero que hizo fue preguntarles a los pasajeros que acababan de salir del avión. Ya casi todos se habían ido, y entre los que quedaban no estaba la pequeña dueña de la muñequita.
Luego logró poner en movimiento todo el sistema de comunicaciones de que disponían las líneas aéreas a fin de encontrar a la niña. Con la ayuda de personas de buena voluntad separadas por miles de kilómetros, pero enlazadas por conducto de la tecnología moderna, después de muchos mensajes y de muchas transmisiones, y al cabo de varios días, encontraron a la niña y le devolvieron su muñequita de trapo.
Lo único que queda como recuerdo de este incidente es la carta que la madre de la niña le escribió al piloto. Dice así: «Mi hija tiene otras muñecas más nuevas y más bonitas, pero esta es la única a la que quiere de todo corazón. No encuentro palabras para expresarle lo que significa para ella y para nosotros el que se hayan molestado tanto para devolverle su muñequita. ¡Muchas gracias!»
Al igual que la niña de esta historia, la humanidad perdió algo que le hacía mucha falta. Se trata de la relación que en el principio tenía con Dios su Creador. Pero Dios determinó restablecer esa línea de comunicación directa con Él, así que envió a su Hijo Jesucristo a este mundo para lograrlo. Cristo mismo dijo que vino a buscar y a salvar lo que se había perdido (Lucas 19:10).
Fue así como Dios puso en movimiento todo el sistema de comunicaciones a su disposición para encontrarnos, tal como el piloto de la historia, y no fracasó. Pero a diferencia del piloto, Dios no quería darnos algo que tiene valor temporal como una muñeca, sino algo que tiene valor eterno. Él hizo todo lo necesario para restaurarnos a la comunión que siempre ha querido tener con nosotros, ya que quiere ser no sólo nuestro Salvador sino también nuestro amigo. Ahora sólo nos resta dejarlo que nos encuentre, y agradecerle que se haya molestado tanto, al extremo de morir en nuestro lugar, para establecer una relación perdurable con nosotros.
El piloto sabía que a aquella muñeca de trapo la extrañaría mucho alguna niña. Esto lo llevó a hacer todo lo posible por encontrar a la dueña. Lo primero que hizo fue preguntarles a los pasajeros que acababan de salir del avión. Ya casi todos se habían ido, y entre los que quedaban no estaba la pequeña dueña de la muñequita.
Luego logró poner en movimiento todo el sistema de comunicaciones de que disponían las líneas aéreas a fin de encontrar a la niña. Con la ayuda de personas de buena voluntad separadas por miles de kilómetros, pero enlazadas por conducto de la tecnología moderna, después de muchos mensajes y de muchas transmisiones, y al cabo de varios días, encontraron a la niña y le devolvieron su muñequita de trapo.
Lo único que queda como recuerdo de este incidente es la carta que la madre de la niña le escribió al piloto. Dice así: «Mi hija tiene otras muñecas más nuevas y más bonitas, pero esta es la única a la que quiere de todo corazón. No encuentro palabras para expresarle lo que significa para ella y para nosotros el que se hayan molestado tanto para devolverle su muñequita. ¡Muchas gracias!»
Al igual que la niña de esta historia, la humanidad perdió algo que le hacía mucha falta. Se trata de la relación que en el principio tenía con Dios su Creador. Pero Dios determinó restablecer esa línea de comunicación directa con Él, así que envió a su Hijo Jesucristo a este mundo para lograrlo. Cristo mismo dijo que vino a buscar y a salvar lo que se había perdido (Lucas 19:10).
Fue así como Dios puso en movimiento todo el sistema de comunicaciones a su disposición para encontrarnos, tal como el piloto de la historia, y no fracasó. Pero a diferencia del piloto, Dios no quería darnos algo que tiene valor temporal como una muñeca, sino algo que tiene valor eterno. Él hizo todo lo necesario para restaurarnos a la comunión que siempre ha querido tener con nosotros, ya que quiere ser no sólo nuestro Salvador sino también nuestro amigo. Ahora sólo nos resta dejarlo que nos encuentre, y agradecerle que se haya molestado tanto, al extremo de morir en nuestro lugar, para establecer una relación perdurable con nosotros.
domingo, octubre 19, 2008
No deje que la disensión impida su crecimiento
De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones...
– 1 Corintios 3:1-3
Los celos, las contiendas y las disensiones habían hecho a los cristianos de Corinto volver al estado natural, o carnal, en que estaban antes de haber nacido de nuevo. Esto había impedido el crecimiento espiritual de tal forma que no podían entender lo que el apóstol Pablo quería enseñarles.
El enemigo ha enviado el mismo espíritu de disensión entre nosotros hoy. Porque sabe que una casa dividida contra sí no permanecerá. También sabe que si todos nos unimos en la fe, llegaremos a la estatura de la plenitud de Cristo Jesús (Efesios 4:13). Por ese motivo él ha encargado a un espíritu de disensión que opere en nuestra vida personal, en la vida de nuestras iglesias, en nuestra vida social y en nuestros hogares. Él se propone hacer lo mismo que hizo en Corinto: despertar celos, contiendas y disensiones para impedir nuestro crecimiento espiritual.
Pero no tenemos que dejarnos llevar por ese espíritu. Al contrario, dice Pablo: "sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo" (Efesios 4:15).
Compare "siguiendo la verdad en amor" con "celos, contiendas y disensiones". Diametralmente opuestos, ¿no es así? Usted no puede hacer ambas cosas a la vez. Hablar la verdad en amor le hará crecer; pero pelear, tener envidia y separarse le hará volver a la inmadurez.
No obedezca al espíritu de disensión para que el enemigo no pueda impedir su crecimiento espiritual, sino hable la verdad en amor y "crezca en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo".
– 1 Corintios 3:1-3
Los celos, las contiendas y las disensiones habían hecho a los cristianos de Corinto volver al estado natural, o carnal, en que estaban antes de haber nacido de nuevo. Esto había impedido el crecimiento espiritual de tal forma que no podían entender lo que el apóstol Pablo quería enseñarles.
El enemigo ha enviado el mismo espíritu de disensión entre nosotros hoy. Porque sabe que una casa dividida contra sí no permanecerá. También sabe que si todos nos unimos en la fe, llegaremos a la estatura de la plenitud de Cristo Jesús (Efesios 4:13). Por ese motivo él ha encargado a un espíritu de disensión que opere en nuestra vida personal, en la vida de nuestras iglesias, en nuestra vida social y en nuestros hogares. Él se propone hacer lo mismo que hizo en Corinto: despertar celos, contiendas y disensiones para impedir nuestro crecimiento espiritual.
Pero no tenemos que dejarnos llevar por ese espíritu. Al contrario, dice Pablo: "sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo" (Efesios 4:15).
Compare "siguiendo la verdad en amor" con "celos, contiendas y disensiones". Diametralmente opuestos, ¿no es así? Usted no puede hacer ambas cosas a la vez. Hablar la verdad en amor le hará crecer; pero pelear, tener envidia y separarse le hará volver a la inmadurez.
No obedezca al espíritu de disensión para que el enemigo no pueda impedir su crecimiento espiritual, sino hable la verdad en amor y "crezca en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo".
sábado, octubre 18, 2008
Rompiendo la tradicion para alcanzar la verdad
Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias; el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordias; el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila.
– Salmo 103:2-5
¿En realidad hay un propósito divino tras las cosas malas que le suceden a usted? ¿Es posible que sus enfermedades y calamidades sean parte del plan de Dios para su vida?
Antes de que pueda empezar a recibir la sanidad y el poder liberador de Dios, usted tiene que saber la respuesta a esas preguntas y aclarar ese asunto de una vez por todas. Si tiene alguna sospecha de que Dios es la fuente de sus desventuras, entonces no podrá creer que Él pueda liberarlo de sus dificultades; además, estará paralizando su fe porque creerá que si evita esas cosas estará oponiéndose a la voluntad de Dios.
Para que pueda recibir todos los beneficios que Dios desea darle, usted debe estar de acuerdo con que Él es un Dios bueno. Debe creer que la voluntad de Dios para usted es la salud, no la enfermedad; la prosperidad, no la pobreza; la felicidad, no la tristeza, cien por ciento del tiempo. El Salmo 103 es suficiente para probar que eso es cierto. Pero si no es suficiente para convencerlo, también hay muchos otros salmos. Uno de los mejores versículos conocidos es el Salmo136:1 que dice: "Alabad a Jehová, porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia".
Si las tradiciones religiosas le han privado de la bondad de Dios, si le han enseñado que Él permite dificultades en la vida para enseñarle algo, empiece hoy a deshacerse de esas tradiciones y reemplácelas con la verdad. Lea la Biblia y deje que Dios mismo le diga por medio de su Palabra que Él es el Dios que lo sana (Éxodo 15:26). Escudriñe las Escrituras y vea por sí mismo la verdad de que Dios es misericordioso (Salmo 86:5); bondadoso (Jeremías 9:24) y compasivo (Salmo 145:8).
Deshágase de las dudas y abra su corazón para recibir la verdad acerca de su Padre celestial. Es lo único que podrá hacerle verdaderamente libre.
– Salmo 103:2-5
¿En realidad hay un propósito divino tras las cosas malas que le suceden a usted? ¿Es posible que sus enfermedades y calamidades sean parte del plan de Dios para su vida?
Antes de que pueda empezar a recibir la sanidad y el poder liberador de Dios, usted tiene que saber la respuesta a esas preguntas y aclarar ese asunto de una vez por todas. Si tiene alguna sospecha de que Dios es la fuente de sus desventuras, entonces no podrá creer que Él pueda liberarlo de sus dificultades; además, estará paralizando su fe porque creerá que si evita esas cosas estará oponiéndose a la voluntad de Dios.
Para que pueda recibir todos los beneficios que Dios desea darle, usted debe estar de acuerdo con que Él es un Dios bueno. Debe creer que la voluntad de Dios para usted es la salud, no la enfermedad; la prosperidad, no la pobreza; la felicidad, no la tristeza, cien por ciento del tiempo. El Salmo 103 es suficiente para probar que eso es cierto. Pero si no es suficiente para convencerlo, también hay muchos otros salmos. Uno de los mejores versículos conocidos es el Salmo136:1 que dice: "Alabad a Jehová, porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia".
Si las tradiciones religiosas le han privado de la bondad de Dios, si le han enseñado que Él permite dificultades en la vida para enseñarle algo, empiece hoy a deshacerse de esas tradiciones y reemplácelas con la verdad. Lea la Biblia y deje que Dios mismo le diga por medio de su Palabra que Él es el Dios que lo sana (Éxodo 15:26). Escudriñe las Escrituras y vea por sí mismo la verdad de que Dios es misericordioso (Salmo 86:5); bondadoso (Jeremías 9:24) y compasivo (Salmo 145:8).
Deshágase de las dudas y abra su corazón para recibir la verdad acerca de su Padre celestial. Es lo único que podrá hacerle verdaderamente libre.
jueves, octubre 16, 2008
Principios para la vida abundante
Principio #1
Nuestra intimidad con Dios, que es su prioridad para nosotros, determina el impacto que causen nuestras vidas . Génesis1:26
"Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen,(A) conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra".
Principio #2
Obedezcamos a Dios y dejemos las consecuencias en sus manos. Éxodo 19:5
"Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra".
Principio #3
La Palabra de Dios es ancla inconmovible en las tormentas. Números 23:19
Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?
Principio #4
Estar conscientes de la presencia de Dios nos da energías para desempeñar nuestro trabajo. Deuteronomio 20:1
"Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, si vieres caballos y carros, y un pueblo más grande que tú, no tengas temor de ellos, porque Jehová tu Dios está contigo, el cual te sacó de tierra de Egipto".
Principio #5
Dios no nos demanda que entendamos su voluntad, sino que la obedezcamos aunque nos parezca poco razonable. Josué 3:8
"Tú, pues, mandarás a los sacerdotes que llevan el arca del pacto, diciendo: Cuando hayáis entrado hasta el borde del agua del Jordán, pararéis en el Jordán".
Principio #6
Cosechamos lo que sembramos, más de lo que sembramos, después de sembrarlo. Jueces 2:1-4
Principio #7
Los momentos sombríos durarán solo el tiempo necesario para que Dios lleve a cabo su propósito en nosotros. 1 Samuel 30:1-6
Cuando David y sus hombres vinieron a Siclag al tercer día, los de Amalec habían invadido el Neguev y a Siclag, y habían asolado a Siclag y le habían prendido fuego.
2 Y se habían llevado cautivas a las mujeres y a todos los que estaban allí, desde el menor hasta el mayor; pero a nadie habían dado muerte, sino se los habían llevado al seguir su camino.
3 Vino, pues, David con los suyos a la ciudad, y he aquí que estaba quemada, y sus mujeres y sus hijos e hijas habían sido llevados cautivos.
4 Entonces David y la gente que con él estaba alzaron su voz y lloraron, hasta que les faltaron las fuerzas para llorar.
5 Las dos mujeres de David, Ahinoam jezreelita y Abigail la que fue mujer de Nabal el de Carmel, también eran cautivas.(A)
6 Y David se angustió mucho, porque el pueblo hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba en amargura de alma, cada uno por sus hijos y por sus hijas; mas David se fortaleció en Jehová su Dios.
Nuestra intimidad con Dios, que es su prioridad para nosotros, determina el impacto que causen nuestras vidas . Génesis1:26
"Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen,(A) conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra".
Principio #2
Obedezcamos a Dios y dejemos las consecuencias en sus manos. Éxodo 19:5
"Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra".
Principio #3
La Palabra de Dios es ancla inconmovible en las tormentas. Números 23:19
Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?
Principio #4
Estar conscientes de la presencia de Dios nos da energías para desempeñar nuestro trabajo. Deuteronomio 20:1
"Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, si vieres caballos y carros, y un pueblo más grande que tú, no tengas temor de ellos, porque Jehová tu Dios está contigo, el cual te sacó de tierra de Egipto".
Principio #5
Dios no nos demanda que entendamos su voluntad, sino que la obedezcamos aunque nos parezca poco razonable. Josué 3:8
"Tú, pues, mandarás a los sacerdotes que llevan el arca del pacto, diciendo: Cuando hayáis entrado hasta el borde del agua del Jordán, pararéis en el Jordán".
Principio #6
Cosechamos lo que sembramos, más de lo que sembramos, después de sembrarlo. Jueces 2:1-4
Principio #7
Los momentos sombríos durarán solo el tiempo necesario para que Dios lleve a cabo su propósito en nosotros. 1 Samuel 30:1-6
Cuando David y sus hombres vinieron a Siclag al tercer día, los de Amalec habían invadido el Neguev y a Siclag, y habían asolado a Siclag y le habían prendido fuego.
2 Y se habían llevado cautivas a las mujeres y a todos los que estaban allí, desde el menor hasta el mayor; pero a nadie habían dado muerte, sino se los habían llevado al seguir su camino.
3 Vino, pues, David con los suyos a la ciudad, y he aquí que estaba quemada, y sus mujeres y sus hijos e hijas habían sido llevados cautivos.
4 Entonces David y la gente que con él estaba alzaron su voz y lloraron, hasta que les faltaron las fuerzas para llorar.
5 Las dos mujeres de David, Ahinoam jezreelita y Abigail la que fue mujer de Nabal el de Carmel, también eran cautivas.(A)
6 Y David se angustió mucho, porque el pueblo hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba en amargura de alma, cada uno por sus hijos y por sus hijas; mas David se fortaleció en Jehová su Dios.
martes, octubre 14, 2008
Cuando menciono su nombre
Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
– Juan 14:13
"En el nombre de Jesús": esta frase es más que unas cuantas palabras que decimos para cerrar nuestras oraciones. Todo lo que Dios es y hace está encerrado en el nombre de Jesús. La Biblia dice que cuando pedimos en el nombre de Jesucristo, estamos presentando nuestras peticiones al Padre basados en todo lo que Jesús es. Por esa razón podemos confiar en que nuestras peticiones nos serán concedidas, no porque seamos dignos sino porque Jesús es digno.
Es más, el nombre de Jesús es superior a cualquier otro nombre. En Filipenses 2:9-10, el apóstol Pablo dice: "Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra".
A pesar de todo lo que la Palabra de Dios dice acerca del poder del nombre de Jesús, la mayoría de los creyentes no parecen confiar mucho en ese nombre. Oran en el nombre de Jesús, pero luego dicen: "Quiera Dios contestar esa oración". No se dan cuenta de que sería suficiente con creer que el nombre de Jesús conlleva toda la influencia necesaria para garantizar que sus oraciones serán contestadas. Hasta permiten que el lenguaje religioso les prive del poder de usar ese nombre. Yo he oído a muchos creyentes, bien intencionados, terminar su oración con las palabras "por el amor de Jesús". Pero Jesús no dijo que oráramos por su amor; Él dijo que oráramos en su nombre.
Cuenta una persona -Yo mismo solía cometer ese error- dijo -Una noche estaba orando porque tenía dolor de estómago. "Oh, por el amor de Jesús ?dije-, sana mi estómago". Después de decir eso unas cuantas veces, el Señor habló a mi corazón, diciendo: "Espera un momento. ¿A quién le duele el estómago aquí, a ti o a mí?"
- A mí, le respondí.
- En ese caso -dijo Él- ora por tu estómago, ¡en mi Nombre!
El nombre de Jesús: escudriñe la Palabra para que en realidad conozca el poder y la autoridad que tiene ese Nombre, y menciónelo siempre que ore. Deje de tener la vaga esperanza de que quizá Dios le conteste y empiece a creer con toda confianza en que Él hará que toda situación de su vida le dé honor a ese Nombre glorioso.
– Juan 14:13
"En el nombre de Jesús": esta frase es más que unas cuantas palabras que decimos para cerrar nuestras oraciones. Todo lo que Dios es y hace está encerrado en el nombre de Jesús. La Biblia dice que cuando pedimos en el nombre de Jesucristo, estamos presentando nuestras peticiones al Padre basados en todo lo que Jesús es. Por esa razón podemos confiar en que nuestras peticiones nos serán concedidas, no porque seamos dignos sino porque Jesús es digno.
Es más, el nombre de Jesús es superior a cualquier otro nombre. En Filipenses 2:9-10, el apóstol Pablo dice: "Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra".
A pesar de todo lo que la Palabra de Dios dice acerca del poder del nombre de Jesús, la mayoría de los creyentes no parecen confiar mucho en ese nombre. Oran en el nombre de Jesús, pero luego dicen: "Quiera Dios contestar esa oración". No se dan cuenta de que sería suficiente con creer que el nombre de Jesús conlleva toda la influencia necesaria para garantizar que sus oraciones serán contestadas. Hasta permiten que el lenguaje religioso les prive del poder de usar ese nombre. Yo he oído a muchos creyentes, bien intencionados, terminar su oración con las palabras "por el amor de Jesús". Pero Jesús no dijo que oráramos por su amor; Él dijo que oráramos en su nombre.
Cuenta una persona -Yo mismo solía cometer ese error- dijo -Una noche estaba orando porque tenía dolor de estómago. "Oh, por el amor de Jesús ?dije-, sana mi estómago". Después de decir eso unas cuantas veces, el Señor habló a mi corazón, diciendo: "Espera un momento. ¿A quién le duele el estómago aquí, a ti o a mí?"
- A mí, le respondí.
- En ese caso -dijo Él- ora por tu estómago, ¡en mi Nombre!
El nombre de Jesús: escudriñe la Palabra para que en realidad conozca el poder y la autoridad que tiene ese Nombre, y menciónelo siempre que ore. Deje de tener la vaga esperanza de que quizá Dios le conteste y empiece a creer con toda confianza en que Él hará que toda situación de su vida le dé honor a ese Nombre glorioso.
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