Escoger es importante, marca tu vida y la de los tuyos. Muchos escogen el mal hábito de las drogas, se meten en serios problemas porque desperdician su vida, su dinero, su potencial e incluso se arriesgan a tener hijos enfermos. Las personas que han tenido una vida sexual ilícita, se enferman de SIDA e incluso contagian a sus hijos.
Tomar decisiones es poderoso. Si no sigues consejos, no aprendes. Las jovencitas que se aferran a un novio a pesar de lo que les digan, luego se arrepienten por haber construido una familia con problemas. Finalmente no lograron componer al novio, por el contrario, el novio las descompuso a ellas. Si eres de aquellos que se toma el tiempo de escoger lo que compra, le caes mal a quienes escogen a la carrera lo primero que encuentran, aunque no sea lo mejor.
Por ejemplo, las mujeres compran zapatos en oferta aunque no les queden. Tengan cuidado de no escoger en oferta a la pareja, porque luego lo lamentarán. Aprende a escoger con cuidado y recuerda que lo que tienes ahora es lo que escogiste antes, y no hay marcha atrás. Bien o mal, ya escogiste a tu pareja. Ahora escoge bien y decide rescatar tu matrimonio para construir una familia feliz.
Créele a Dios por un hogar restaurado, si te precipitaste a entrar en una relación, no cometas el mismo error ahora. Asume tu responsabilidad; junto a tu pareja, pide perdón al Señor por las malas decisiones y hagan el firme propósito de luchar unidos por rescatar su hogar. Sólo tienen una vida para compartirla, no la desperdicien.
En Deuteronomio 31:19-20 dice: A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar.
Recuerda que tu vida y la de tus descendientes dependen de las decisiones que tomas. Si escoges trabajar mal, condenas a tu familia a vivir mal y tu jefe escogerá despedirte. Tus decisiones motivan las de otros. Provoca tu bienestar y el de tus seres queridos. Vivimos una situación económica muy difícil, sólo quienes destaquen en su trabajo lo conservarán. Los economistas pronostican desempleo masivo en los próximos años. Decide ser de los que conservarán su puesto y recibirán aumento salarial. No es tiempo de berrinches en las empresas, es tiempo de tolerancia y esfuerzos extras. No permitas que otros escojan por ti. Las bendiciones de Dios son tuyas si te decides por ellas.
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