No hay nada en lo absoluto que sea más importante que aprender a amar. De hecho, cuanto más perfeccione el andar en amor, más podrá determinar cuánto puede hacer de la perfecta voluntad de Dios. Eso se explica por el hecho de que las otras fuerzas espirituales derivan su poder del amor.
Por ejemplo, la Biblia nos enseña que la fe obra por el amor. Es casi imposible que la oración sea contestada si el creyente se sale del amor y se niega a perdonar a su hermano. Si no tiene amor, sus ofrendas de nada le servirán, las lenguas y la profecía no le aprovecharán, su fe será un fracaso y sus conocimientos serán vanos.
Todas las verdades que ha aprendido de la Palabra de Dios obran por el amor. No le serán útiles a menos que usted viva el amor de Dios.
En 1 Corintios 13:4-8 se muestra un cuadro perfecto de cómo se obra el amor: Es paciente y benigno. No es celoso ni orgulloso. No es brusco ni egoísta y no se irrita. El amor "todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta". Pareciera una larga lista, ¿verdad? Pero no se desespere. Usted es una criatura de amor. Su espíritu ha sido recreado por Dios a la imagen del amor, y Él ha enviado a su Espíritu de amor a vivir en usted y enseñarle a amar como Él ama. Hoy usted puede empezar a vivir la vida de amor que Dios quiere que viva.
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