jueves, febrero 09, 2006

Destruir al temor con la verdad

El temor nos esclaviza. La ansiedad puede empañar nuestra perspectiva y hacer que vivamos en una constante inquietud. El temor no encaja en la vida de un cristiano. Somos hijos del Dios vivo, quien ha prometido cuidarnos y hacer que todas las cosas obren para nuestro bien. Si vivimos en una tensa inquietud, al final de nuestra vida desearemos haber confiado más en Dios. En vez de esperar ese día para lamentarnos, podemos ser libres de nuestros temores ahora mismo.

Identifique sus preocupaciones, y esté dispuesto a enfrentarlas. No entenderemos nuestras ansiedades si no reconocemos la causa del temor. Es verdad que son muchas las causas para las preocupaciones: la ignorancia, un tipo de mentalidad heredada, una imaginación demasiado activa, pero la raíz de todas nuestras preocupaciones es, las dudas que tenemos en cuanto a la soberanía de Dios. El Señor tiene el control de todas las cosas. Nosotros estamos bajo Su poder, provisión y protección cada momento del día. El temor es destruido por la verdad fundamental del control omnipotente que tiene el Señor.

Concéntrese en el Señor, no en el temor. Cuando entendemos que estamos en las manos de nuestro todopoderoso, omnisciente y amoroso Padre, la decisión de enfocarnos una vez más en Él se hace más fácil. Pero tenemos que hacer esta valiente decisión cada vez que nos enfrentemos a la causa de nuestra ansiedad.

Medite en la Palabra de Dios, (meditar en la palabra es que a medida que leemos cada versiculo ir pensando en que nos puede ayudar esa palabra, la cual nos dice si estoy haciendo algo mal o si necesito entregar algo, desechar o adquierir). Debemos de mantenernos firmes en las verdades de la Biblia. Use la Biblia para que ésta sea un ancla inconmovible para su vida.

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