Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.
–(2 Pedro 1:10)
"No caeréis jamás". Cuando piensa en eso, esa es una declaración sorprendente, ¿no es verdad? Él enemigo nos ha hecho tropezar tantas veces a la mayoría de nosotros que no nos gusta ni pensar en eso.
Pero la Palabra de Dios dice que no tiene que ser de esa manera. Dios dice que hay algo que nos puede mantener firmes. ¿Qué es? Afirmar nuestra vocación y elección.
Si no se ha afirmado, necesita comprender cuán importante es. Necesita enfrentar el hecho de que no puede vivir una vida de victoria sin afirmar su vocación.
Usted no puede permanecer fuerte en la Palabra de Dios sin tomar su Biblia durante la semana. Hacerlo sólo el domingo por la mañana no va a surtir ningún efecto. Sin embargo, la mayoría de los creyentes tratan de subsistir con eso. Precisamente por eso tenemos miles de iglesias por todo el mundo llenas de gente nacida de nuevo que no tienen suficiente fe ni para matar un mosquito. No se han afirmado.
Recuerdo hace que hace un tiempo, un pastor me conto, que una vez hace varios años cuando ministraba a una dama que fue sanada de cáncer. Ella se había empapado de la Palabra, había tomado una postura de fe, y había sido liberada. Pero varios años después, le lamó y le dijo: "Hermano, me gustaría que orara por mí. Él cáncer ha vuelto otra vez".
Ahí mismo recordò el versículo que el Señor le había dado para prevalecer en años atrás: "Ninguna arma forjada contra ti prosperará". Por lo tanto le dijo: "Traiga su Biblia y vamos a Isaías 54:17". Al fondo podía oírla susurrándole a otra persona en la habitación: "¿Dónde está mi Biblia?" Cuando escuchò eso, casi llorò. Sabía que ella no lo iba lograr. ¿Por qué? No había procurado afirmarse.
Escuche, esto es un asunto diario. Él enemigo ronda las 24 horas del día maquinando maneras para hacernos caer. Jesús está en el trono 24 horas al día dándonos poder para resistir al enemigo, y nosotros necesitamos estar ejercitando nuestra fe todo el tiempo.
Si quiere perseverar en los días venideros, va a necesitar más que la fe de la Escuela Dominical. Va a necesitar fe madura, que mueva montes, y sólo hay una manera de adquirirla: dedicarse a la Palabra con más firmeza de lo que lo ha hecho.
Sea pronto para hacer firme su vocación y elección; y no importa lo resbalosa que se ponga la situación, ¡usted no caerá jamás!
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