lunes, septiembre 15, 2008

Jesús conforta nuestras vidas

Porque un momento será su ira Pero su favor dura toda la vida Por la noche durará el lloro Y a la mañana vendrá la alegría

Salmo 30:5


Hay momentos y etapas de lloro. ¿Quién no ha llorado alguna vez en la vida? Hay quienes no han tenido la capacidad de hacerlo, han guardado sus sentimientos por mucho tiempo y se siente como con un nudo atragantado. Necesitan ser libres para poder llorar. Dios dotó al ser humano de esta capacidad poniendo lagrimales en sus ojos, los cuales los animales no poseen, y través de sus lágrimas dejar salir o expresar sentimientos y emociones.

Las lágrimas pueden poner un propósito donde se mueva Dios o se mueva el diablo. En el caminar del cristiano habrá momentos de atravesar valles, como dice el Salmo 23, de sombra y de muerte. Sin embargo se nos promete que el valle de lágrimas se tornará en una fuente.

El mismo Jesús necesitó pasar por situaciones en las cuales ofreciera gran clamor y lágrimas. Hebreos 5:7 “ Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente”.

El Señor presentó ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas, cuando siendo Dios se hizo hombre y anduvo en esta tierra, y se hizo maldición por nosotros llevando nuestro pecado, teniendo que atravesar el valle de lágrimas por causa nuestra.

Jesús conforta nuestras vidas, pon tu confianza en él, promesa tenemos de que cambiara nuestro lamento en baile.

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