Dios nos recomienda hacer lo que él hace, él también trabaja con su memoria, él no recuerda malos momentos, él dice “Yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo”
Génesis 41:51-52 Y llamó José el nombre del primogénito, Manasés; porque dijo: Dios me hizo olvidar todo mi trabajo, y toda la casa de mi padre. Y llamó el nombre del segundo, Efraín; porque dijo: Dios me hizo fructificar en la tierra de mi aflicción.
José contó con la bendición de Dios todo lo que hacía prosperaba y tuvo que tomar la decisión de olvidar cosas de su vida para que no dañaran su futuro, por eso es importante aprender a administrar nuestros recuerdos. Las personas que recuerdan malos momentos son personas que les cuesta avanzar en la vida.
En un álbum de fotos se guardan recuerdos de buenos momentos, no de malos, de la misma forma deberíamos permitir que en nuestra memoria se graben los momentos buenos y olvidar los malos para seguir adelante.
El mejor jugador de golf del mundo dio una conferencia de este deporte y dijo: “En el último hoyo de un campeonato jamás fallo un tiro de tres pies” entonces un hombre levantó la mano y le dijo: “Disculpe que lo contradiga, sé que es el mejor jugador del mundo, pero yo lo vi en Inglaterra fallar un tiro a menos de un pie” el jugador se lo negó y volvió a repetirle “usted falló y lo tengo filmado” entonces el jugador volvió a responderle y le dijo “nadie puede saber mejor que yo porque yo lo tiré”. Al final de la conferencia el hombre estaba molesto y habló con un amigo que era psicólogo de deportistas profesionales y le dijo que cómo era posible que el jugador hubiera negado la falla si él lo había visto fallar, el psicólogo le dijo que los jugadores profesionales no es que nunca fallen, es que nunca lo recuerdan porque la próxima vez que jueguen puede recordar el fallo y eso los puede hacer perder.
No se puede restaurar una relación y salir adelante en la vida si constantemente se está recordando las faltas que alguien más cometió contra usted o las faltas que usted cometió en contra de alguien.
Salmo 103:2 Bendice, alma mía, a Jehová, no olvides ninguno de sus beneficios.
Hay dos formas de aplicar el verbo “olvidar” una tiene que ver con el pasado “Olvídate de todo el trabajo y sufrimiento de tu pasado” pero nosotros no podemos movernos hacia adelante si nos olvidamos de otras cosas.
En este versículo dice que no te olvides sus beneficios, normalmente los beneficios acompañan a algo más, si compras un celular obtendrás los beneficios que la compañía te ofrece, “Bendice alma mía a Jehová y no olvides ninguno de sus beneficios” no puede tener los beneficios de un celular sin comprar el celular, usted no puede tener los beneficios de Jehová sin tenerlo a El, pero todos los que lo tenemos no olvidemos de sus beneficios, junto con él viene un paquete completo, si me voy a mover este año hacia adelante voy a olvidar los malos momentos pero me voy a recordar de lo que tengo, tengo un Dios, tengo un Señor que junto con su vida me dio sus beneficios.
Cada día que camines camínalo en la certeza y en la fe de que tienes beneficios que recordarte, debes levantarte cada día y decir “Alma mía no te olvides que él es el que hoy te sana, el que hoy te corona, el que hoy te rescata”. Por qué ver lo que perdiste si tienes beneficios para HOY. No le reste poder a lo que Dios tiene, úselo, alégrese y gócese en el día que Dios hizo para usted.
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