jueves, septiembre 04, 2008

El que empezó la buena obra, la terminara

Romanos 8:39: “Ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.”

Un perfeccionista en la vida es una persona frustrada que frustra a todos a su alrededor. Para ésta, el compañerismo nunca es lo suficientemente bueno. El maestro nunca está lo suficientemente preparado. La música no es lo suficientemente espiritual.

El Señor Jesús provee la única perfección que nosotros obtendremos hasta que lleguemos al cielo. No es la perfección lo que Dios está buscando en sus hijos; lo que Él busca es la excelencia. Dios está trabajando en usted para lograr su propósito para su gloria.

Memorice esta declaración: “Yo valgo como persona, independientemente de mi servicio, porque Cristo murió por mí y me dio su vida. Mi vida está guardada en Él. Jesús me ama.”

Convénzase de esa verdad y viva la vida en Dios, Dios desea trabajar en usted déle libertad, déjelo que se mueva, no con mis fuerzas cambiaran las cosas, es por el mover de Dios en su buena voluntad para nuestras vidas.

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