Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? Le dijo:
-Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.
Juan 11: 26-27
Marta, hermana de Maria magdalena, era una mujer agradecida de Dios, lo vio obrar en ella y los suyos. Al igual que marta, muchos estamos agradecidos por lo que Dios a hecho en nuestras vidas, y de alguna manera le queremos dejar ver al padre, esa gratitud.
Un día Jesús entro en la casa de Marta, mientras él enseñaba, Maria estaba sentada escuchando las enseñanzas, esta actitud le molesto a marta, al punto que le preguntó a Jesús, si era justo que mientras ella servia, su hermana estaba sin hacer nada, pero Jesús le respondió –marta, marta, afanada y turbada estas con muchas cosas, pero solo una es necesaria y Maria ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.
Ahora quiero hacer una pregunta ¿Nos estamos sentando a los pies de Jesús a aprender de sus enseñanzas, nos estamos dando tiempo para escudriñar la palabra, o mas bien nos estamos dejando inundar por tareas que creemos son para la obra, pero que en realidad no nos están dejando relacionar con él?
No digo que dejemos de servir dentro de nuestras congregaciones, ni echemos de lado nuestras responsabilidades cotidianas, lo que quiero decir, es que sintiéndote tan agradecido de Dios, como decimos estar, busquemos tiempo para escudriñar la palabra, inicia la mañana con Dios aprendiendo de El.
Dios demanda de ti tiempo y atención, ¿Cómo puedes conocer lo que él quiere si no te sientas a escucharlo.
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