Mariana se puso toda feliz por haber ganado de regalo un juego de té de color azul. Al día siguiente, Julia, su amiguita, vino bien temprano a invitarla a jugar. Mariana no podía pues saldría con su madre aquella mañana. Julia entonces pidió a Mariana que le prestara su juego de té para que ella pudiera jugar sola en el jardín del edificio en que vivían. Ella no quería prestar su flamante regalo pero ante la insistencia de la amiga decidió, hacer hincapié en el cuidado de aquel juguete tan especial.
Al volver del paseo, Mariana se quedó pasmada al ver su juego de té tirado al suelo. Faltaban algunas tazas y la bandeja estaba rota. Llorando y muy molesta Mariana se desahogó con su mamá ¿ves mamá lo que hizo Julia conmigo?
Le presté mi juguete y ella lo descuidó todo y lo dejó tirado en el suelo.
Totalmente descontrolada Mariana quería ir a la casa de Julia a pedir explicaciones, pero su madre cariñosamente le dijo: Hijita, ¿te acuerdas de aquel día cuando saliste con tu vestido nuevo todo blanco y un coche que pasaba te salpicó de lodo tu ropa? Al llegar a casa querías lavar inmediatamente el vestido pero tu abuelita no te dejó ¿Recuerdas lo que dijo tu abuela? Ella dijo que había que dejar que el barro se secara, porque después sería más fácil quitar la mancha.
Así es hijita, con la ira es lo mismo, deja la ira secarse primero, después es mucho más fácil resolver todo.
Mariana no entendía todo muy bien, pero decidió seguir el consejo de su madre y fue a ver el televisor. Un rato después sonó el timbre de la puerta.
Era Julia, con una caja en las manos y sin mas preámbulo ella dijo:
- Mariana, ¿recuerdas al niño malcriado de la otra calle, el que a menudo nos molesta? Él vino para jugar conmigo y no lo dejé porque creí que no cuidaría tu juego de té pero el se enojó y destruyó el regalo que me habías prestado. Cuando le conté a mi madre ella preocupada me llevó a comprar otro igualito, para ti. ¡Espero que no estés enojada conmigo. No fue mi culpa.!
- ¡No hay problema!, dijo Mariana, ¡mi ira ya secó! Y dando un fuerte abrazo a su amiga, la tomó de la mano y la llevó a su cuarto para contarle la historia del vestido nuevo que se había ensuciado de lodo.
Nunca reacciones mientras sientas ira.
La ira nos ciega e impide que veamos las cosas como ellas realmente son. Así evitarás cometer injusticias y ganarás el respeto de los demás por tu posición ponderada y correcta delante de una situación difícil.
Acuérdate siempre: ¡ Deja secar la ira !
MATEO 28;19-20: "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 28:20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén."
viernes, febrero 29, 2008
jueves, febrero 28, 2008
¿Que me limita a lograr lo que deseo?
Por una anomima:
"Lo que separa de veras a las personas alegres u optimistas de las que están sumidas en la desdicha es la forma de interpretar y procesar las circunstancias de la vida".
¡SUBETE A LA SILLA!
¿Hoy pensaba en la superación, qué es realmente? Hago memoria de algunos momentos de mi vida, en los cuales me sentí diferente o especial: cuando no podía alcanzar algo, como el vestido del armario, encender la luz, abrir la ducha, tocar el timbre de la casa, marcar un teléfono público, etc... Todos podían hacerlo, excepto algunos niños pequeños, y yo una mujer en cuerpo de niña.
En mi mente siempre ha existido un pensamiento positivo y dentro de mí, predomina un fuerte espíritu luchador, con un corazón soñador... que no cree en la limitación. Ante estas pequeñas dificultades, encontré una solución: LA SILLA... era fácil tomar una, hacer una maroma y alcanzar aquello que quería o necesitaba...
¿Y los demás? Me aplaudían, como si hubiese hecho una gran hazaña... ¿por qué? Si no había en ello ninguna dificultad ni mucho menos limitación... Estamos en un mundo construido por gente grande... es solo eso... pero Dios, a todo nos da la solución, solo que muchas veces somos ciegos y no lo vemos... Subirse a la silla, implica otro gran paso:
Pensarlo, Decidirse, Atreverse, Hacerlo, Continuar...
Pensarlo: hay que ser creativo, no decir simplemente: no puedo y esperar a que otros nos realicen aquello... debemos ser recursivos, ver en ello una posibilidad de alcanzar lo que queremos.
Decidirse: Vemos la silla, sabemos lo que puede servirnos, pero no nos decidimos, porque hay quienes nos dan otras opciones, esperar, pedir el favor, renunciar... ¡Es necesario Tomar la decisión!.
Atreverse: Porque el qué dirán se convierte en una piedra en el zapato, ¡qué pena que me vean!... ¿que dirán de mí?, ¿se reirán, se compadecerán?... ¿qué pensarán? Ahí los demás pueden ser obstáculos para ese gran paso que me ayudará a hacer realidad lo que espero.
Hacerlo: de una vez, sin dar vuelta... tomar la silla, subirse a ella y luchar por lo que se quiere. Continuar: porque podemos caernos, pero no detenernos... al subirnos en la silla pueden surgir muchas cosas, que pueden estancarnos, pero la vida sigue, y una meta alcanzada no es el final, es el inicio de otra y otra meta más...
Y surge una pregunta: ¿Cómo superar aquellas cosas que no se alcanzan subiéndose a una silla? Haciendo referencia a la sociedad, las miradas, las risas, los comentarios, la falta de fe de algunos, el que nos midan por nuestro tamaño y mucho más. Pensándolo bien son cosas que no solo los pequeños y especiales tenemos que enfrentar, es algo con lo que vive toda la humanidad.
Esas cosas de la vida diaria, se logran superar, con el amor de la familia, el sembrar sentimientos de fe, esperanza y paz... el creer que al lado de Dios, todo se puede lograr...
Y ¿Qué es la Superación... ¿Acaso hacer una hazaña que el mundo cree que no puedo hacer? Superarse es lograr llegar mucho más allá... es aprender a no dejarse vencer de los obstáculos, es hacer realidad los sueños, es sentir que se alcanza lo que se ha propuesto, no para que ser aplaudido, sino para sentirse realizado...
Superarse es saber caer y levantarme, es madurar, actuar por mí mismo... confiar en Aquel que nos Creó y que me hizo Pequeña para cosas Grandes. Todos los seres humanos tenemos limitaciones, en ello está nuestra humanidad. Todos tenemos cosas que no podemos hacer... pero hay algo, nada es imposible para el que tiene fe.
Es el momento para que tal vez quienes nunca se han creído pequeño y habrán sentido que son del mundo los dueños, tan solo porque tal vez nunca han necesitado subirse a una silla para alcanzar algo material... piensen en aquellas cosas que en el interior sienten que no han podido lograr, porque han tenido miedo, han pensado en el que dirán o no han creído en los sueños...
Súbanse a la silla de la superación, aquella que mantiene su equilibrio en la fe, para que no se voltee, para aprender a levantarse si tal vez han de caer. Superarse es ser capaz de subirse a la silla... y alcanzar los sueños...continuar la vida, luchando por llegar más lejos. Y cuando esté allá arriba y toque con mis manos el firmamento, sentiré que desde abajo, se ve más la grandeza del cielo...
"Lo que separa de veras a las personas alegres u optimistas de las que están sumidas en la desdicha es la forma de interpretar y procesar las circunstancias de la vida".
¡SUBETE A LA SILLA!
¿Hoy pensaba en la superación, qué es realmente? Hago memoria de algunos momentos de mi vida, en los cuales me sentí diferente o especial: cuando no podía alcanzar algo, como el vestido del armario, encender la luz, abrir la ducha, tocar el timbre de la casa, marcar un teléfono público, etc... Todos podían hacerlo, excepto algunos niños pequeños, y yo una mujer en cuerpo de niña.
En mi mente siempre ha existido un pensamiento positivo y dentro de mí, predomina un fuerte espíritu luchador, con un corazón soñador... que no cree en la limitación. Ante estas pequeñas dificultades, encontré una solución: LA SILLA... era fácil tomar una, hacer una maroma y alcanzar aquello que quería o necesitaba...
¿Y los demás? Me aplaudían, como si hubiese hecho una gran hazaña... ¿por qué? Si no había en ello ninguna dificultad ni mucho menos limitación... Estamos en un mundo construido por gente grande... es solo eso... pero Dios, a todo nos da la solución, solo que muchas veces somos ciegos y no lo vemos... Subirse a la silla, implica otro gran paso:
Pensarlo, Decidirse, Atreverse, Hacerlo, Continuar...
Pensarlo: hay que ser creativo, no decir simplemente: no puedo y esperar a que otros nos realicen aquello... debemos ser recursivos, ver en ello una posibilidad de alcanzar lo que queremos.
Decidirse: Vemos la silla, sabemos lo que puede servirnos, pero no nos decidimos, porque hay quienes nos dan otras opciones, esperar, pedir el favor, renunciar... ¡Es necesario Tomar la decisión!.
Atreverse: Porque el qué dirán se convierte en una piedra en el zapato, ¡qué pena que me vean!... ¿que dirán de mí?, ¿se reirán, se compadecerán?... ¿qué pensarán? Ahí los demás pueden ser obstáculos para ese gran paso que me ayudará a hacer realidad lo que espero.
Hacerlo: de una vez, sin dar vuelta... tomar la silla, subirse a ella y luchar por lo que se quiere. Continuar: porque podemos caernos, pero no detenernos... al subirnos en la silla pueden surgir muchas cosas, que pueden estancarnos, pero la vida sigue, y una meta alcanzada no es el final, es el inicio de otra y otra meta más...
Y surge una pregunta: ¿Cómo superar aquellas cosas que no se alcanzan subiéndose a una silla? Haciendo referencia a la sociedad, las miradas, las risas, los comentarios, la falta de fe de algunos, el que nos midan por nuestro tamaño y mucho más. Pensándolo bien son cosas que no solo los pequeños y especiales tenemos que enfrentar, es algo con lo que vive toda la humanidad.
Esas cosas de la vida diaria, se logran superar, con el amor de la familia, el sembrar sentimientos de fe, esperanza y paz... el creer que al lado de Dios, todo se puede lograr...
Y ¿Qué es la Superación... ¿Acaso hacer una hazaña que el mundo cree que no puedo hacer? Superarse es lograr llegar mucho más allá... es aprender a no dejarse vencer de los obstáculos, es hacer realidad los sueños, es sentir que se alcanza lo que se ha propuesto, no para que ser aplaudido, sino para sentirse realizado...
Superarse es saber caer y levantarme, es madurar, actuar por mí mismo... confiar en Aquel que nos Creó y que me hizo Pequeña para cosas Grandes. Todos los seres humanos tenemos limitaciones, en ello está nuestra humanidad. Todos tenemos cosas que no podemos hacer... pero hay algo, nada es imposible para el que tiene fe.
Es el momento para que tal vez quienes nunca se han creído pequeño y habrán sentido que son del mundo los dueños, tan solo porque tal vez nunca han necesitado subirse a una silla para alcanzar algo material... piensen en aquellas cosas que en el interior sienten que no han podido lograr, porque han tenido miedo, han pensado en el que dirán o no han creído en los sueños...
Súbanse a la silla de la superación, aquella que mantiene su equilibrio en la fe, para que no se voltee, para aprender a levantarse si tal vez han de caer. Superarse es ser capaz de subirse a la silla... y alcanzar los sueños...continuar la vida, luchando por llegar más lejos. Y cuando esté allá arriba y toque con mis manos el firmamento, sentiré que desde abajo, se ve más la grandeza del cielo...
miércoles, febrero 27, 2008
Libre, por su Amor y Misericordia
Muchas personas tienen una idea equivocada sobre el amor de Dios. Creen sinceramente que pueden esforzarse para ganarlo, pero no es así. Otras suponen erróneamente que pueden perder Su amor. En vez de acudir al Señor cuando surgen los problemas, lo que hacen es correr y esconderse. Esto fue lo que hicieron Adán y Eva en el huerto. Sabían que estuvo mal quebrantar el mandamiento de Dios, pero en vez de buscar Su perdón, reaccionaron con vergüenza y se escondieron de Aquél que los había creado y amado incondicionalmente.
¿Está herido el corazón de Dios por el pecado? Claro que sí. Pero esto no neutraliza Su amor o Su capacidad para perdonar.
A veces, las consecuencias del pecado pueden parecer graves. Pero una de las lecciones más grandes que uno puede aprender, es que Dios utiliza aun nuestros peores errores para enseñarnos grandes lecciones sobre Su amor y perdón. Satanás tratará de hacerle creer que usted ha fallado, y que Dios ya no está interesado en su vida.
Él es nuestra fuente de fortaleza y esperanza. El Señor tiene la capacidad de sanar cualquier herida y restaurar lo que el pecado ha arruinado y quitado. Pero primero tenemos que recibir Su misericordioso regalo de amor. Sólo entonces nos arriesgaremos a amar y ser amados por los demás, que es lo que produce un cambio positivo en la vida.
El autor de Proverbios escribió: "El amor cubrirá todas las faltas" (10:12). Dios, motivado por Su amor infinito, fue quien cubrió el pecado y la desnudez de Adán y Eva (Gn. 3:21). Él demostró así Su amor sin medida, y lo sigue haciendo hoy. Es increíble la manera como las personas viven sus vidas encerradas en tres cosas: yo, yo y yo. Nunca se toman un tiempo para observar las sutiles expresiones de gracia y de compasión de parte de Dios.
A veces, lo que se necesita es un cambio de enfoque. Pensemos en el relato de Juan 8:3-11, sobre la mujer sorprendida en adulterio, y que fue utilizada por los fariseos para tenderle una trampa a Jesús. Sin embargo, su plan se les vino rápidamente abajo cuando nuestro Salvador los desafió diciendo: "El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella" (v. 7). Nadie lanzó piedras ese día. Jesús se volvió a la mujer, que estaba echada a sus pies, y le preguntó: "¿Dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?"
¿Es usted capaz de imaginar el miedo y la vergüenza que sitió esta mujer? Hay algo maravilloso en cuanto a la presencia de Dios, que transforma aun a la persona más pecadora. Ella respondió: "Ninguno, Señor". Esa sola palabra hace toda la diferencia en nuestras vidas: Adonai. Señor. ¡El que salva! "Ni yo te condeno", dijo el Señor. "Vete, y no peques más" (v. 11). Su mensaje para ella fue: "Te amo".
Tal como lo descubrió la mujer de Juan 8, una vida apartada del amor de Dios es vacía y carente de sentido. Sin ese elemento clave, seguirá luchando con sus sentimientos de vergüenza, soledad, derrota y frustración. Sólo hay una solución: rendir su vida a Jesús. Si lo hace, Él le dará una profunda conciencia de Su amor que le llenará y le cubrirá, no sólo para el día de hoy, sino para toda la eternidad.
¿Está herido el corazón de Dios por el pecado? Claro que sí. Pero esto no neutraliza Su amor o Su capacidad para perdonar.
A veces, las consecuencias del pecado pueden parecer graves. Pero una de las lecciones más grandes que uno puede aprender, es que Dios utiliza aun nuestros peores errores para enseñarnos grandes lecciones sobre Su amor y perdón. Satanás tratará de hacerle creer que usted ha fallado, y que Dios ya no está interesado en su vida.
Él es nuestra fuente de fortaleza y esperanza. El Señor tiene la capacidad de sanar cualquier herida y restaurar lo que el pecado ha arruinado y quitado. Pero primero tenemos que recibir Su misericordioso regalo de amor. Sólo entonces nos arriesgaremos a amar y ser amados por los demás, que es lo que produce un cambio positivo en la vida.
El autor de Proverbios escribió: "El amor cubrirá todas las faltas" (10:12). Dios, motivado por Su amor infinito, fue quien cubrió el pecado y la desnudez de Adán y Eva (Gn. 3:21). Él demostró así Su amor sin medida, y lo sigue haciendo hoy. Es increíble la manera como las personas viven sus vidas encerradas en tres cosas: yo, yo y yo. Nunca se toman un tiempo para observar las sutiles expresiones de gracia y de compasión de parte de Dios.
A veces, lo que se necesita es un cambio de enfoque. Pensemos en el relato de Juan 8:3-11, sobre la mujer sorprendida en adulterio, y que fue utilizada por los fariseos para tenderle una trampa a Jesús. Sin embargo, su plan se les vino rápidamente abajo cuando nuestro Salvador los desafió diciendo: "El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella" (v. 7). Nadie lanzó piedras ese día. Jesús se volvió a la mujer, que estaba echada a sus pies, y le preguntó: "¿Dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?"
¿Es usted capaz de imaginar el miedo y la vergüenza que sitió esta mujer? Hay algo maravilloso en cuanto a la presencia de Dios, que transforma aun a la persona más pecadora. Ella respondió: "Ninguno, Señor". Esa sola palabra hace toda la diferencia en nuestras vidas: Adonai. Señor. ¡El que salva! "Ni yo te condeno", dijo el Señor. "Vete, y no peques más" (v. 11). Su mensaje para ella fue: "Te amo".
Tal como lo descubrió la mujer de Juan 8, una vida apartada del amor de Dios es vacía y carente de sentido. Sin ese elemento clave, seguirá luchando con sus sentimientos de vergüenza, soledad, derrota y frustración. Sólo hay una solución: rendir su vida a Jesús. Si lo hace, Él le dará una profunda conciencia de Su amor que le llenará y le cubrirá, no sólo para el día de hoy, sino para toda la eternidad.
martes, febrero 26, 2008
El amor más grande de todos
Dios no nos salva por lo que lleguemos a lograr, sino porque nos ama. En realidad, la verdadera razón por lo cual nos creó, es para que pudiéramos ser amados por Él. La mayoría de nosotros podemos recordar los momentos en que experimentamos abundantes bendiciones y nos maravillábamos de que el Dios todopoderoso quisiera, tan amorosamente, hacernos partícipes de Su maravillosa bondad.
Pero, ¿qué pasa cuando la vida se nos vuelve tormentosa de repente? Una enfermedad inesperada o un desengaño nos toma desprevenidos, despertando dudas en nosotros. Entonces clamamos: "Señor, ¿por qué me permitiste nacer?" En esos momentos podremos sentirnos solos, pero en realidad no lo estamos. Recordemos que los perversos planes de Satanás son infructuosos en la presencia de Dios, porque Él es soberano sobre todas las cosas.
Lo único que se necesita es una oración, un grito de ayuda, y el omnipotente Dios del universo dirigirá Su atención a nosotros. Las acciones de nuestro Padre celestial son motivadas por una sola cosa: Su amor. A pesar de que no entendamos el porqué ha permitido Él que nos sintamos ignorados, abandonados y olvidados, Su amor está en actividad. El sufrimiento podrá llevarnos a pensar equivocadamente que nunca llegaremos a ser las personas que Él se propuso que fuéramos, pero esto no cambia la verdad de Dios: las dificultades nos preparan para la bendición futura, y las penalidades redirigen nuestros pensamientos para que podamos enfocarnos solamente en Cristo.
Dios sabía todo acerca de usted antes de crearle; vio cada victoria, pero también cada fracaso y cada sufrimiento. Sin embargo, le escogió a usted para que recibiera Su amor. Él sabía cuándo se sentiría desanimado(a), cuando cedería al pecado y cuándo le desobedecería. Pero también cuándo le adoraría y glorificaría. Usted fue creado(a), no para vivir de acuerdo a como le plazca, sino para conocer a Dios y experimentar Su amor y compasión sin ninguna vergüenza o temor. Él nos acepta, no por lo que hayamos hecho o lo que haremos en el futuro, sino sólo por lo que Su Hijo hizo por nosotros en el Calvario.
Dios desea tener compañerismo con usted. El Señor llamó a Abraham "mi amigo" (Is. 41:8), y Él desea decirle lo mismo a usted. Él le creó para que usted experimentara la plenitud de Su eterno amor cada día (Jer. 31:3). La pregunta es: ¿Lo ama usted a Él?
Pero, ¿qué pasa cuando la vida se nos vuelve tormentosa de repente? Una enfermedad inesperada o un desengaño nos toma desprevenidos, despertando dudas en nosotros. Entonces clamamos: "Señor, ¿por qué me permitiste nacer?" En esos momentos podremos sentirnos solos, pero en realidad no lo estamos. Recordemos que los perversos planes de Satanás son infructuosos en la presencia de Dios, porque Él es soberano sobre todas las cosas.
Lo único que se necesita es una oración, un grito de ayuda, y el omnipotente Dios del universo dirigirá Su atención a nosotros. Las acciones de nuestro Padre celestial son motivadas por una sola cosa: Su amor. A pesar de que no entendamos el porqué ha permitido Él que nos sintamos ignorados, abandonados y olvidados, Su amor está en actividad. El sufrimiento podrá llevarnos a pensar equivocadamente que nunca llegaremos a ser las personas que Él se propuso que fuéramos, pero esto no cambia la verdad de Dios: las dificultades nos preparan para la bendición futura, y las penalidades redirigen nuestros pensamientos para que podamos enfocarnos solamente en Cristo.
Dios sabía todo acerca de usted antes de crearle; vio cada victoria, pero también cada fracaso y cada sufrimiento. Sin embargo, le escogió a usted para que recibiera Su amor. Él sabía cuándo se sentiría desanimado(a), cuando cedería al pecado y cuándo le desobedecería. Pero también cuándo le adoraría y glorificaría. Usted fue creado(a), no para vivir de acuerdo a como le plazca, sino para conocer a Dios y experimentar Su amor y compasión sin ninguna vergüenza o temor. Él nos acepta, no por lo que hayamos hecho o lo que haremos en el futuro, sino sólo por lo que Su Hijo hizo por nosotros en el Calvario.
Dios desea tener compañerismo con usted. El Señor llamó a Abraham "mi amigo" (Is. 41:8), y Él desea decirle lo mismo a usted. Él le creó para que usted experimentara la plenitud de Su eterno amor cada día (Jer. 31:3). La pregunta es: ¿Lo ama usted a Él?
lunes, febrero 25, 2008
Eres más de lo que crees ser
Usted está predestinado por Dios a ser como Jesús y a hacer las obras que Él hizo, y aún hacer mayores obras que Él.
La mayoría de los creyentes se tambalean ante este pensamiento. Saben de sus propios fracasos y defectos naturales. Se sienten totalmente incompetentes para dar a conocer a los demás la persona y el poder del Señor Jesús. Recuerde: Él no dijo que nosotros seríamos mayores, sino que las obras serían mayores.
El hecho es que estamos capacitados. Así lo dice en Efesios 1. Allí leemos que el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo ya nos…
… bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales con Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia (versículos 3-6).
Dese cuenta de que Dios no esperó hasta que usted naciera para empezar a planear su destino. Aun antes de formar la Tierra, Él lo predestinó para que fuera como Jesús y suplió todo lo que usted iba a necesitar para cumplir ese destino. Dios le dio todo para ser santo y sin mancha delante de Él. Dios reservó para usted todas las bendiciones y el poder divino que usted iba a necesitar para representar a Jesús en el mundo y así cosechar alabanza y gloria para Dios.
Tal vez al mirarse a sí mismo se pregunte por qué Dios escogería a alguien como usted para revelar la grandeza divina. Teniendo en cuenta todos los errores que ha cometido y todas las debilidades que ve en usted mismo, ¿por qué iba Dios a pensar que usted puede ser como Él?
Yo le voy a contestar esa pregunta. Dios lo conoció a usted aun antes de que pecara. Dios lo conoció cuando usted era admirable. Dios lo conoció antes de que su vida se enredara. Dios lo conoció antes de que el diablo pusiera las manos en su vida. Dios lo conoció cuando usted no era más que una imagen dentro de Él, y esa imagen era una copia del mismo Dios.
La mayoría de los creyentes se tambalean ante este pensamiento. Saben de sus propios fracasos y defectos naturales. Se sienten totalmente incompetentes para dar a conocer a los demás la persona y el poder del Señor Jesús. Recuerde: Él no dijo que nosotros seríamos mayores, sino que las obras serían mayores.
El hecho es que estamos capacitados. Así lo dice en Efesios 1. Allí leemos que el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo ya nos…
… bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales con Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia (versículos 3-6).
Dese cuenta de que Dios no esperó hasta que usted naciera para empezar a planear su destino. Aun antes de formar la Tierra, Él lo predestinó para que fuera como Jesús y suplió todo lo que usted iba a necesitar para cumplir ese destino. Dios le dio todo para ser santo y sin mancha delante de Él. Dios reservó para usted todas las bendiciones y el poder divino que usted iba a necesitar para representar a Jesús en el mundo y así cosechar alabanza y gloria para Dios.
Tal vez al mirarse a sí mismo se pregunte por qué Dios escogería a alguien como usted para revelar la grandeza divina. Teniendo en cuenta todos los errores que ha cometido y todas las debilidades que ve en usted mismo, ¿por qué iba Dios a pensar que usted puede ser como Él?
Yo le voy a contestar esa pregunta. Dios lo conoció a usted aun antes de que pecara. Dios lo conoció cuando usted era admirable. Dios lo conoció antes de que su vida se enredara. Dios lo conoció antes de que el diablo pusiera las manos en su vida. Dios lo conoció cuando usted no era más que una imagen dentro de Él, y esa imagen era una copia del mismo Dios.
viernes, febrero 22, 2008
¿Son las personas castigadas por los pecados de sus padres?
Deuteronomio 24:16 menciona que una persona será castigada por sus propios pecados. Sin embargo, Números 14:18, sugiere que los niños serán castigados por los pecados de los padres. ¿Se contradicen estos dos versículos?
Dios es muy claro en cuanto a pedir cuentas a cada persona por lo que hizo. Romanos 14:12 nos recuerda "que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí". Nuestra responsabilidad individual de dar cuentas es precisamente la razón por la cual Dios envío a Cristo, para que Él pudiese pagar la multa de nuestros pecados (Isaías 53:6).
El tema de la responsabilidad de dar cuentas individualmente es consistente a través de la Escritura, y el pecado conlleva dos resultados: Las consecuencias terrenales del pecado, las cuales frecuentemente se extienden a los hijos hasta la tercera y cuarta generación; y juicio eterno por el pecado, que se aplica exclusivamente a la persona que comete el pecado. Los pasajes que menciona en ninguna forma se contradicen, ni crean conflicto con estos principios.
Pecados tales como el divorcio, el alcoholismo, el abuso sexual, entre otros, poseen repercusión que pasa a muchas generaciones. El pasaje de números es una advertencia que lo que hacemos ahora continua impactando mucho después de nuestra partida.
A su vez, lea el pasaje cuidadosamente y observe que la Biblia no dice que los hijos son castigados por los pecados de los padres, sino por pecados que los padres cometieron, los cuales ellos repitieron. Tristemente, los hábitos tienden a pasar de generación a generación. De Hecho, el castigo de Dios es una acción amorosa para ayudar a parar la reacción en cadena de sufrimiento que produce el pecado.
Dios es muy claro en cuanto a pedir cuentas a cada persona por lo que hizo. Romanos 14:12 nos recuerda "que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí". Nuestra responsabilidad individual de dar cuentas es precisamente la razón por la cual Dios envío a Cristo, para que Él pudiese pagar la multa de nuestros pecados (Isaías 53:6).
El tema de la responsabilidad de dar cuentas individualmente es consistente a través de la Escritura, y el pecado conlleva dos resultados: Las consecuencias terrenales del pecado, las cuales frecuentemente se extienden a los hijos hasta la tercera y cuarta generación; y juicio eterno por el pecado, que se aplica exclusivamente a la persona que comete el pecado. Los pasajes que menciona en ninguna forma se contradicen, ni crean conflicto con estos principios.
Pecados tales como el divorcio, el alcoholismo, el abuso sexual, entre otros, poseen repercusión que pasa a muchas generaciones. El pasaje de números es una advertencia que lo que hacemos ahora continua impactando mucho después de nuestra partida.
A su vez, lea el pasaje cuidadosamente y observe que la Biblia no dice que los hijos son castigados por los pecados de los padres, sino por pecados que los padres cometieron, los cuales ellos repitieron. Tristemente, los hábitos tienden a pasar de generación a generación. De Hecho, el castigo de Dios es una acción amorosa para ayudar a parar la reacción en cadena de sufrimiento que produce el pecado.
jueves, febrero 21, 2008
Jesús nos libra
El pecado no tiene favoritos. Ataca a todos, sin importar la edad, raza o condición económica. Siempre nos tienta para que hagamos nuestra voluntad. La rebelión es dañina y atractiva, y la repetición de conductas pecaminosas lleva a más de lo mismo, hasta que las acciones se arraigan tanto que ya no podemos parar; nos esclavizan.
La desobediencia comienza en nuestra mente. Una vez que la mente se involucra, la influencia se extiende a nuestra conducta, y esto avanza hasta que finalmente estamos más afianzados en ella de lo que jamás imaginamos. Todo este proceso es reforzado por el engaño. Nos decimos a nosotros mismos que lo que estamos haciendo no tiene nada de malo. Después de todo, todo el mundo se comporta igual.
Las exigencias del pecado siguen aumentando; sus beneficios son sólo de corto plazo. Al final, experimentamos vacío en vez de satisfacción, dolor en vez de bienestar y pérdidas en vez de ganancias. El pecado habitual divide nuestra mente y nuestras emociones. Entonces pasamos menos tiempo cumpliendo con nuestras responsabilidades, y más satisfaciendo nuestras ansias. También nuestro interés y nuestra preocupación por los demás se reducen. Con el tiempo, los sentimientos de culpa y de haber sido engañados hacen sentir sus efectos, y llevan a deseos autodestructivos.
La fe en Jesús nos libra del pecado. Por medio del Espíritu Santo tenemos el poder de rechazar los hábitos que nos controlan. Luego viene someterse a la dirección de Dios. La lucha puede ser fuerte, pero en Jesús la victoria es segura (1 Co. 15:57).
La desobediencia comienza en nuestra mente. Una vez que la mente se involucra, la influencia se extiende a nuestra conducta, y esto avanza hasta que finalmente estamos más afianzados en ella de lo que jamás imaginamos. Todo este proceso es reforzado por el engaño. Nos decimos a nosotros mismos que lo que estamos haciendo no tiene nada de malo. Después de todo, todo el mundo se comporta igual.
Las exigencias del pecado siguen aumentando; sus beneficios son sólo de corto plazo. Al final, experimentamos vacío en vez de satisfacción, dolor en vez de bienestar y pérdidas en vez de ganancias. El pecado habitual divide nuestra mente y nuestras emociones. Entonces pasamos menos tiempo cumpliendo con nuestras responsabilidades, y más satisfaciendo nuestras ansias. También nuestro interés y nuestra preocupación por los demás se reducen. Con el tiempo, los sentimientos de culpa y de haber sido engañados hacen sentir sus efectos, y llevan a deseos autodestructivos.
La fe en Jesús nos libra del pecado. Por medio del Espíritu Santo tenemos el poder de rechazar los hábitos que nos controlan. Luego viene someterse a la dirección de Dios. La lucha puede ser fuerte, pero en Jesús la victoria es segura (1 Co. 15:57).
Jesús nos libra
El pecado no tiene favoritos. Ataca a todos, sin importar la edad, raza o condición económica. Siempre nos tienta para que hagamos nuestra voluntad. La rebelión es dañina y atractiva, y la repetición de conductas pecaminosas lleva a más de lo mismo, hasta que las acciones se arraigan tanto que ya no podemos parar; nos esclavizan.
La desobediencia comienza en nuestra mente. Una vez que la mente se involucra, la influencia se extiende a nuestra conducta, y esto avanza hasta que finalmente estamos más afianzados en ella de lo que jamás imaginamos. Todo este proceso es reforzado por el engaño. Nos decimos a nosotros mismos que lo que estamos haciendo no tiene nada de malo. Después de todo, todo el mundo se comporta igual.
Las exigencias del pecado siguen aumentando; sus beneficios son sólo de corto plazo. Al final, experimentamos vacío en vez de satisfacción, dolor en vez de bienestar y pérdidas en vez de ganancias. El pecado habitual divide nuestra mente y nuestras emociones. Entonces pasamos menos tiempo cumpliendo con nuestras responsabilidades, y más satisfaciendo nuestras ansias. También nuestro interés y nuestra preocupación por los demás se reducen. Con el tiempo, los sentimientos de culpa y de haber sido engañados hacen sentir sus efectos, y llevan a deseos autodestructivos.
La fe en Jesús nos libra del pecado. Por medio del Espíritu Santo tenemos el poder de rechazar los hábitos que nos controlan. Luego viene someterse a la dirección de Dios. La lucha puede ser fuerte, pero en Jesús la victoria es segura (1 Co. 15:57).
La desobediencia comienza en nuestra mente. Una vez que la mente se involucra, la influencia se extiende a nuestra conducta, y esto avanza hasta que finalmente estamos más afianzados en ella de lo que jamás imaginamos. Todo este proceso es reforzado por el engaño. Nos decimos a nosotros mismos que lo que estamos haciendo no tiene nada de malo. Después de todo, todo el mundo se comporta igual.
Las exigencias del pecado siguen aumentando; sus beneficios son sólo de corto plazo. Al final, experimentamos vacío en vez de satisfacción, dolor en vez de bienestar y pérdidas en vez de ganancias. El pecado habitual divide nuestra mente y nuestras emociones. Entonces pasamos menos tiempo cumpliendo con nuestras responsabilidades, y más satisfaciendo nuestras ansias. También nuestro interés y nuestra preocupación por los demás se reducen. Con el tiempo, los sentimientos de culpa y de haber sido engañados hacen sentir sus efectos, y llevan a deseos autodestructivos.
La fe en Jesús nos libra del pecado. Por medio del Espíritu Santo tenemos el poder de rechazar los hábitos que nos controlan. Luego viene someterse a la dirección de Dios. La lucha puede ser fuerte, pero en Jesús la victoria es segura (1 Co. 15:57).
miércoles, febrero 20, 2008
QUIERES BENDICION
Busca primero de mi reino y justicia y lo demás te llegará por añadidura. (palabra de Dios en los evangelios).
Deseamos mucho de la bendición de Dios, pero no queremos rendirnos a El, por ejemplo: Jesús cuando era niño, en tiempo de pascua, fue a visitar el templo con sus padres, luego de terminar el culto, se regresaron a su pueblo, después de dos días de camino, se dieron cuenta de que Jesús no estaba con ellos, al regresar lo encontraron en el templo hablando con los sabios de la Biblia, los padres le reprendieron en palabras por esto, pero Jesús les contesto con amor y serenidad – me es preciso estar en los negocios de mi padre-.
Jesús a pesar de que recibió poder de lo alto a los 30 años, se entrego a buscar del reino de Dios y su justicia desde joven, pero podemos decir que El estaba determinado porque era Dios hecho hijo en la tierra, pero yo te puedo citar lo que una ves leí, “más él despojándose de su gloria se hizo hombre por nosotros¨, ¿sabes por que? Porque nos quería dar ejemplo de cómo hacer las cosas, si el se entregó, para así recibir las bendiciones, porque tú no te entregas también.
Queremos bendición, pero se nos hace pesado ir a escuchar de Dios,
Queremos bendición, pero no leemos la Biblia, para tener las armas necesarias para combatir,
Queremos la bendición, pero se nos hace difícil arrodillarnos y humillarnos delante de Dios,
Queremos bendición, pero se nos hace difícil orar, con el pretexto de los niños, el jefe no me deja en paz, al esposo tengo que prepararle la cena. etc.
Queremos la bendición, pero, pero, pero, pero, pero, más pero y mucho más pero…
En pocas palabras ¿deseas la bendición? toma la decisión de tener una actitud de rendición.
Declarado está en el salmo 121: ¨alzaré los ojos a los montes, de donde vendrá mi socorro, mi socorro vendrá de JEHOVA, que creó los cielos y la tierra.
Deseamos mucho de la bendición de Dios, pero no queremos rendirnos a El, por ejemplo: Jesús cuando era niño, en tiempo de pascua, fue a visitar el templo con sus padres, luego de terminar el culto, se regresaron a su pueblo, después de dos días de camino, se dieron cuenta de que Jesús no estaba con ellos, al regresar lo encontraron en el templo hablando con los sabios de la Biblia, los padres le reprendieron en palabras por esto, pero Jesús les contesto con amor y serenidad – me es preciso estar en los negocios de mi padre-.
Jesús a pesar de que recibió poder de lo alto a los 30 años, se entrego a buscar del reino de Dios y su justicia desde joven, pero podemos decir que El estaba determinado porque era Dios hecho hijo en la tierra, pero yo te puedo citar lo que una ves leí, “más él despojándose de su gloria se hizo hombre por nosotros¨, ¿sabes por que? Porque nos quería dar ejemplo de cómo hacer las cosas, si el se entregó, para así recibir las bendiciones, porque tú no te entregas también.
Queremos bendición, pero se nos hace pesado ir a escuchar de Dios,
Queremos bendición, pero no leemos la Biblia, para tener las armas necesarias para combatir,
Queremos la bendición, pero se nos hace difícil arrodillarnos y humillarnos delante de Dios,
Queremos bendición, pero se nos hace difícil orar, con el pretexto de los niños, el jefe no me deja en paz, al esposo tengo que prepararle la cena. etc.
Queremos la bendición, pero, pero, pero, pero, pero, más pero y mucho más pero…
En pocas palabras ¿deseas la bendición? toma la decisión de tener una actitud de rendición.
Declarado está en el salmo 121: ¨alzaré los ojos a los montes, de donde vendrá mi socorro, mi socorro vendrá de JEHOVA, que creó los cielos y la tierra.
martes, febrero 19, 2008
Lo que pasa realmente en la cabeza de los hombres 2ra parte
¿A dónde se han ido los hombres?
David: Como terapeuta, he hablado con muchas mujeres solteras y angustiadas. Ellas se preguntan: ¿Me querrá alguien? ¿Soy digna de que alguien me quiera? ¿Alguna vez tendré una cita? Y éstas son mujeres hermosas, exitosas y claras en sus ideas.
-: ¿Dónde está, entonces, el problema? ¿Qué es lo que les impide a hombres cristianos comprometerse con una mujer?
Stephen: Creo que los hombres, muchas veces, tienen miedo de comprometerse. Los hombres pueden sentirse intimidados por las mujeres comunicativas e independientes. Piensan: Si ella no me necesita para resolverle los problemas, ¿para qué sirvo? Una mujer confiada y segura de sí misma puede ser vista como una verdadera amenaza.
David: Se debe también considerar el nivel de desarrollo de cada uno. Si estamos tratando con un hombre que salió de su adolescencia a los veinticinco años, pero su esposa o su novia dejo de ser adolescente a los dieciocho o diecinueve, su relación sacará a flote esas diferencias. La realidad es que ese hombre no es todavía un adulto. Es como si estuviera buscando a una mamá, más que a una esposa. Por tanto, la joven tendrá que esperar hasta que él crezca.
¿Qué puede, entonces, hacer la Mujer?
-: Si él necesita que ella lo necesite, ¿debe la mujer dejar que le arregle el neumático, a pesar de que ella sabe cómo hacerlo por sí misma?
David: No, si lo está haciendo para que él se sienta seguro de sí mismo.
Stephen: El matrimonio no es un medio para hacernos felices, sino para santificarnos, para que nos revele nuestra pecaminosidad y nuestra dependencia de Dios, no de la otra persona. El hombre que necesita que lo necesiten, nunca será completado por una mujer. Para sentirse realizado, tiene básicamente que tener una reconciliación con Cristo. Cuando la mujer trata de intervenir para que él se sienta seguro, en realidad lo está poniendo en un pedestal. Y las cosas que se ponen en un pedestal son cosas frágiles que no pueden enfrentar las duras realidades de la vida. Por tanto, lo que está haciendo es mantenerlo como un niño, impidiéndole crecer.
-: ¿Y si eso toma de 15 a 20 años?
Stephen: Si es así, la lucha de ella será con Dios. ¿Puedo confiar en un Dios que me ha dado a este hombre? ¿Qué voy a hacer con el Dios que permitió que me casara con esta persona? Tendrá que lidiar con estas difíciles preguntas hasta que llegue el momento de confiar en Dios completamente, sin importar dónde se encuentre su esposo en su propio desarrollo.
¿Qué dice la Biblia en cuanto a esto?
Stephen: Adán y Eva estaban en el huerto del Edén, y fallaron. La serpiente le habló a Eva, poniéndola a prueba: "¿Con que Dios os ha dicho…?" Dios le había dado instrucciones a Adán, no a Eva. Pero él se quedó callado, sin decir una sola palabra. No dijo: "No". Adán debió haber dicho: "Dios dijo esto". No buscaron la ayuda del Señor. Pero Él se presentó, les buscó, y le dijo al hombre: "¿Dónde estás?"
La respuesta de Adán fue: "Fue ella quien lo hizo; tú la pusiste aquí".
Culpó a Eva. Y ésta dijo: "La serpiente lo hizo; la serpiente me obligó a hacerlo". Por supuesto, Dios sabía la verdad: no se estaban responsabilizando de lo hecho.
Muchas personas preguntan: "¿Qué puedo hacer para que la relación funcione bien?" Tenemos que comenzar entendiendo que aquella primera relación no funcionó bien. Entonces comprenderemos que la relación fue hecha para hacernos humildes, quebrantarnos y para que veamos la necesidad que tenemos de depender de Dios.
Adán y Eva fueron expulsados del huerto; salieron de allí solos. Se fueron al desierto y allí tuvieron sus hijos. Entonces Caín mata a Abel, y Dios tiene un diálogo con él, así como lo había hecho con Adán y Eva —pero no se produjo ningún arrepentimiento. Ninguno de ellos lamentó lo sucedido; ninguno confesó su pecado.
Caín fue y construyó una ciudad sobre una montaña; allí se dedicó al comercio y a los artes y oficios, para distraer su corazón de la maldición de ser un errante en el mundo. Después Adán y Eva tuvieron otro hijo, llamado Set. La Biblia dice: "Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová" [Génesis 4:26b]. Esto nos enseña que después de que fuimos quebrantados, Dios siguió fielmente tratando de restaurarnos. Cuando nos volvemos humildes y somos quebrantados, y clamamos a Dios, descubrimos que Él ya está con nosotros.
David: Como terapeuta, he hablado con muchas mujeres solteras y angustiadas. Ellas se preguntan: ¿Me querrá alguien? ¿Soy digna de que alguien me quiera? ¿Alguna vez tendré una cita? Y éstas son mujeres hermosas, exitosas y claras en sus ideas.
-: ¿Dónde está, entonces, el problema? ¿Qué es lo que les impide a hombres cristianos comprometerse con una mujer?
Stephen: Creo que los hombres, muchas veces, tienen miedo de comprometerse. Los hombres pueden sentirse intimidados por las mujeres comunicativas e independientes. Piensan: Si ella no me necesita para resolverle los problemas, ¿para qué sirvo? Una mujer confiada y segura de sí misma puede ser vista como una verdadera amenaza.
David: Se debe también considerar el nivel de desarrollo de cada uno. Si estamos tratando con un hombre que salió de su adolescencia a los veinticinco años, pero su esposa o su novia dejo de ser adolescente a los dieciocho o diecinueve, su relación sacará a flote esas diferencias. La realidad es que ese hombre no es todavía un adulto. Es como si estuviera buscando a una mamá, más que a una esposa. Por tanto, la joven tendrá que esperar hasta que él crezca.
¿Qué puede, entonces, hacer la Mujer?
-: Si él necesita que ella lo necesite, ¿debe la mujer dejar que le arregle el neumático, a pesar de que ella sabe cómo hacerlo por sí misma?
David: No, si lo está haciendo para que él se sienta seguro de sí mismo.
Stephen: El matrimonio no es un medio para hacernos felices, sino para santificarnos, para que nos revele nuestra pecaminosidad y nuestra dependencia de Dios, no de la otra persona. El hombre que necesita que lo necesiten, nunca será completado por una mujer. Para sentirse realizado, tiene básicamente que tener una reconciliación con Cristo. Cuando la mujer trata de intervenir para que él se sienta seguro, en realidad lo está poniendo en un pedestal. Y las cosas que se ponen en un pedestal son cosas frágiles que no pueden enfrentar las duras realidades de la vida. Por tanto, lo que está haciendo es mantenerlo como un niño, impidiéndole crecer.
-: ¿Y si eso toma de 15 a 20 años?
Stephen: Si es así, la lucha de ella será con Dios. ¿Puedo confiar en un Dios que me ha dado a este hombre? ¿Qué voy a hacer con el Dios que permitió que me casara con esta persona? Tendrá que lidiar con estas difíciles preguntas hasta que llegue el momento de confiar en Dios completamente, sin importar dónde se encuentre su esposo en su propio desarrollo.
¿Qué dice la Biblia en cuanto a esto?
Stephen: Adán y Eva estaban en el huerto del Edén, y fallaron. La serpiente le habló a Eva, poniéndola a prueba: "¿Con que Dios os ha dicho…?" Dios le había dado instrucciones a Adán, no a Eva. Pero él se quedó callado, sin decir una sola palabra. No dijo: "No". Adán debió haber dicho: "Dios dijo esto". No buscaron la ayuda del Señor. Pero Él se presentó, les buscó, y le dijo al hombre: "¿Dónde estás?"
La respuesta de Adán fue: "Fue ella quien lo hizo; tú la pusiste aquí".
Culpó a Eva. Y ésta dijo: "La serpiente lo hizo; la serpiente me obligó a hacerlo". Por supuesto, Dios sabía la verdad: no se estaban responsabilizando de lo hecho.
Muchas personas preguntan: "¿Qué puedo hacer para que la relación funcione bien?" Tenemos que comenzar entendiendo que aquella primera relación no funcionó bien. Entonces comprenderemos que la relación fue hecha para hacernos humildes, quebrantarnos y para que veamos la necesidad que tenemos de depender de Dios.
Adán y Eva fueron expulsados del huerto; salieron de allí solos. Se fueron al desierto y allí tuvieron sus hijos. Entonces Caín mata a Abel, y Dios tiene un diálogo con él, así como lo había hecho con Adán y Eva —pero no se produjo ningún arrepentimiento. Ninguno de ellos lamentó lo sucedido; ninguno confesó su pecado.
Caín fue y construyó una ciudad sobre una montaña; allí se dedicó al comercio y a los artes y oficios, para distraer su corazón de la maldición de ser un errante en el mundo. Después Adán y Eva tuvieron otro hijo, llamado Set. La Biblia dice: "Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová" [Génesis 4:26b]. Esto nos enseña que después de que fuimos quebrantados, Dios siguió fielmente tratando de restaurarnos. Cuando nos volvemos humildes y somos quebrantados, y clamamos a Dios, descubrimos que Él ya está con nosotros.
lunes, febrero 18, 2008
Lo que pasa realmente en la cabeza de los hombres 1ra parte
por Tonya Stoneman
Cuando los consejeros familiares David Thomas y Stephen James publicaron un libro para padres, se sorprendieron por el gran número de mujeres que les escribieron para darles las gracias por su percepción del alma masculina. hablemos un poco acerca de algunos de los mayores obstáculos que enfrenta la mujer al tratar de relacionarse con el hombre.
¿Será verdad que los hombres no saben nada de emociones?
David: Algunas veces parece que el hombre no entiende mucho. Las mujeres con frecuencia son consideradas el género complejo, pero pienso que los hombres son también increíblemente complejos. Es una clase de complejidad diferente, pero en nuestras cabezas pasan más cosas de lo que las mujeres captan.
Muchas mujeres inician una relación con un hombre con la expectativa de que éste va a hacer las cosas de igual forma que ella. Existe el mito cultural de que si un hombre está realmente en sintonía con sus propios sentimientos, se relacionará de la misma manera que la mujer. Pero, en realidad, eso no es cierto. Aunque un hombre esté emocionalmente presente y vea junto con su esposa su novela preferida, la manera como él se interesa en el proceso de la novela es muy diferente a como lo hace la mujer. El hombre tiende a orientarse más hacia la acción, mientras que la mujer está más orientada hacia el proceso.
Stephen: Si la mujer comienza una relación teniendo un sentimiento de fascinación, de misterio y de curiosidad por la diferencia que existe entre ella y el hombre, creo que la relación será más satisfactoria. Yo le diría que evite la tendencia a darle un significado a cada palabra del hombre. Eso es algo que las mujeres tienden a hacer; cuando menos dice el hombre, más trata la mujer de interpretar. A veces hay que leer al hombre entre líneas, pero la mujer no debe inferir cosas que él simplemente no está diciendo.
Cuando él dice: "Me gusta, en verdad, tu vestido", no está diciendo: "No me gusta tu cabello".
¿Es eso en lo único que piensan los hombres?
David: Existe el estereotipo de que lo que los hombres y las mujeres quieren de la intimidad física es diferente, y nuestra cultura respalda la idea de que los hombres son unos egoístas que sólo buscan su propia satisfacción sexual. Pero, en realidad, la intimidad fue creada por Dios para que fuera un dar y recibir al mismo tiempo. Por eso, muchas de las maneras como los hombres establecen esa conexión son de naturaleza física. Muchas veces, cuando el hombre inicia una relación sexual, está diciendo: "Me siento solo. Quiero conectarme contigo, y sé que ésta es una manea de hacerlo. Sé que me resulta difícil decirlo con palabras, pero este contacto físico es algo bueno entre nosotros".
De pronto, el hombre ha establecido una relación, y ella lo está ayudando a encontrar las palabras que él no tenía antes Ésta es una de las grandes cosas que una mujer puede hacer para establecer una relación emocional con el hombre.
Stephen: Es importante crear momentos para la intimidad auténtica; aquí no estoy hablando de sexo, sino de intimidad. De no ser así, la relación sufrirá y caerá en una "transacción" de "yo haré esto" y "tú harás aquello". Pienso que las mujeres sabotean los momentos de intimidad tanto como los hombres: pero la sociedad tiende a echarle toda la culpa al hombre, diciendo: "Él no la busca a ella; no se esfuerza porque el matrimonio mejore". Sí, es cierto que por lo menos el 51 por ciento de la responsabilidad es del hombre, pero ese otro 49 por ciento corresponde a cómo las mujeres ponen resistencia a la relación con sus esposos.
David: Yo pienso que la base de la intimidad y de la autenticidad comienza en las "cosas cotidianas"; lo que allí sucede le abre una puerta a la mujer para que se abra a los momentos románticos. Las mujeres necesitan preguntarse a sí mismas: ¿He puesto a la tarea de manejar mi vida o la de mis hijos por encima de mi intimidad con mi esposo? Si es así, tienen entonces que arrepentirse.
Cuando los consejeros familiares David Thomas y Stephen James publicaron un libro para padres, se sorprendieron por el gran número de mujeres que les escribieron para darles las gracias por su percepción del alma masculina. hablemos un poco acerca de algunos de los mayores obstáculos que enfrenta la mujer al tratar de relacionarse con el hombre.
¿Será verdad que los hombres no saben nada de emociones?
David: Algunas veces parece que el hombre no entiende mucho. Las mujeres con frecuencia son consideradas el género complejo, pero pienso que los hombres son también increíblemente complejos. Es una clase de complejidad diferente, pero en nuestras cabezas pasan más cosas de lo que las mujeres captan.
Muchas mujeres inician una relación con un hombre con la expectativa de que éste va a hacer las cosas de igual forma que ella. Existe el mito cultural de que si un hombre está realmente en sintonía con sus propios sentimientos, se relacionará de la misma manera que la mujer. Pero, en realidad, eso no es cierto. Aunque un hombre esté emocionalmente presente y vea junto con su esposa su novela preferida, la manera como él se interesa en el proceso de la novela es muy diferente a como lo hace la mujer. El hombre tiende a orientarse más hacia la acción, mientras que la mujer está más orientada hacia el proceso.
Stephen: Si la mujer comienza una relación teniendo un sentimiento de fascinación, de misterio y de curiosidad por la diferencia que existe entre ella y el hombre, creo que la relación será más satisfactoria. Yo le diría que evite la tendencia a darle un significado a cada palabra del hombre. Eso es algo que las mujeres tienden a hacer; cuando menos dice el hombre, más trata la mujer de interpretar. A veces hay que leer al hombre entre líneas, pero la mujer no debe inferir cosas que él simplemente no está diciendo.
Cuando él dice: "Me gusta, en verdad, tu vestido", no está diciendo: "No me gusta tu cabello".
¿Es eso en lo único que piensan los hombres?
David: Existe el estereotipo de que lo que los hombres y las mujeres quieren de la intimidad física es diferente, y nuestra cultura respalda la idea de que los hombres son unos egoístas que sólo buscan su propia satisfacción sexual. Pero, en realidad, la intimidad fue creada por Dios para que fuera un dar y recibir al mismo tiempo. Por eso, muchas de las maneras como los hombres establecen esa conexión son de naturaleza física. Muchas veces, cuando el hombre inicia una relación sexual, está diciendo: "Me siento solo. Quiero conectarme contigo, y sé que ésta es una manea de hacerlo. Sé que me resulta difícil decirlo con palabras, pero este contacto físico es algo bueno entre nosotros".
De pronto, el hombre ha establecido una relación, y ella lo está ayudando a encontrar las palabras que él no tenía antes Ésta es una de las grandes cosas que una mujer puede hacer para establecer una relación emocional con el hombre.
Stephen: Es importante crear momentos para la intimidad auténtica; aquí no estoy hablando de sexo, sino de intimidad. De no ser así, la relación sufrirá y caerá en una "transacción" de "yo haré esto" y "tú harás aquello". Pienso que las mujeres sabotean los momentos de intimidad tanto como los hombres: pero la sociedad tiende a echarle toda la culpa al hombre, diciendo: "Él no la busca a ella; no se esfuerza porque el matrimonio mejore". Sí, es cierto que por lo menos el 51 por ciento de la responsabilidad es del hombre, pero ese otro 49 por ciento corresponde a cómo las mujeres ponen resistencia a la relación con sus esposos.
David: Yo pienso que la base de la intimidad y de la autenticidad comienza en las "cosas cotidianas"; lo que allí sucede le abre una puerta a la mujer para que se abra a los momentos románticos. Las mujeres necesitan preguntarse a sí mismas: ¿He puesto a la tarea de manejar mi vida o la de mis hijos por encima de mi intimidad con mi esposo? Si es así, tienen entonces que arrepentirse.
viernes, febrero 15, 2008
Nuestro amoroso amigo
Leer | Romanos 5:6-11
Ayer fue el Día de San Valentín, y muchas personas recibieron, tarjetas, regalos o palabras de afecto de amigos y familiares. Sin embargo, no importa lo tiernas que puedan ser nuestras expresiones de afecto, el amor humano es nada comparado con el divino amor de Jesús que Él mostró al morir en la cruz para salvarnos.
Jesús vivió una vida perfecta, sin pecado, y totalmente agradable a Dios. No hubo en Él ninguna injusticia que necesitara pagar (Ro. 3:23), pero nosotros sí; por tanto, hasta que el Salvador intervino, nuestro destino era la separación eterna de Dios. El Señor nos amó tanto que apartó voluntariamente Su divinidad para hacerse hombre y vivir entre aquellos cuyos corazones estaban lejos del Padre celestial. De hecho, vino a morir en favor de un mundo que le rechazó.
El pasaje de hoy habla del misterio de un inocente que muere en lugar de un culpable, y surge la pregunta de quién entre nosotros estaría dispuesto a recibir voluntariamente el castigo que merecería con justicia otra persona. Quizás lo haríamos por ayudar a una persona justa, pero Jesús estuvo dispuesto a morir por el culpable. Voluntariamente se convirtió en nuestro sustituto, soportando el castigo que merecíamos. La ira de Dios se derramó sobre Él por todos nuestros pecados.
El Salvador murió en la cruz para que pudiéramos ser parte de la familia de Dios y vivir con Él para siempre. Gracias al sacrificio de Jesús, nuestro estatus cambió de desconocidos a hijos de Dios, de enemigos a miembros amados, y de extraños a amigos. Ningún amor es más grande que ése. Jesús es realmente nuestro amoroso amigo.
Ayer fue el Día de San Valentín, y muchas personas recibieron, tarjetas, regalos o palabras de afecto de amigos y familiares. Sin embargo, no importa lo tiernas que puedan ser nuestras expresiones de afecto, el amor humano es nada comparado con el divino amor de Jesús que Él mostró al morir en la cruz para salvarnos.
Jesús vivió una vida perfecta, sin pecado, y totalmente agradable a Dios. No hubo en Él ninguna injusticia que necesitara pagar (Ro. 3:23), pero nosotros sí; por tanto, hasta que el Salvador intervino, nuestro destino era la separación eterna de Dios. El Señor nos amó tanto que apartó voluntariamente Su divinidad para hacerse hombre y vivir entre aquellos cuyos corazones estaban lejos del Padre celestial. De hecho, vino a morir en favor de un mundo que le rechazó.
El pasaje de hoy habla del misterio de un inocente que muere en lugar de un culpable, y surge la pregunta de quién entre nosotros estaría dispuesto a recibir voluntariamente el castigo que merecería con justicia otra persona. Quizás lo haríamos por ayudar a una persona justa, pero Jesús estuvo dispuesto a morir por el culpable. Voluntariamente se convirtió en nuestro sustituto, soportando el castigo que merecíamos. La ira de Dios se derramó sobre Él por todos nuestros pecados.
El Salvador murió en la cruz para que pudiéramos ser parte de la familia de Dios y vivir con Él para siempre. Gracias al sacrificio de Jesús, nuestro estatus cambió de desconocidos a hijos de Dios, de enemigos a miembros amados, y de extraños a amigos. Ningún amor es más grande que ése. Jesús es realmente nuestro amoroso amigo.
jueves, febrero 14, 2008
La verdad sobre el amarse a uno mismo
Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.
Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Gálatas 5:13-14
Aunque en varios lugares de la Biblia está el mandamiento: "amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Lv. 19:18; Mt. 19:19; Gá. 5:14), los cristianos con frecuencia olvidan la parte de "como a ti mismo". Pero nadie puede amar plenamente al Señor o a los demás si no ama a su propio ser. Eso significa quererse a uno mismo como hijo de Dios, creado para tener comunión con Él.
Todas las personas son valiosas para el Señor, pero el valor del creyente radica en el hecho de que tenemos una relación con Dios. Debemos amarnos porque Él nos ha dado la salvación, el Espíritu Santo y trazado un plan especial para nuestra vida.
Amarse a uno mismo es esencial para el plan que Dios tiene para cada creyente. El Señor desea que amemos nuestra persona para que podamos relacionarnos con Él. Si no nos gustamos a nosotros mismos, creeremos que somos indignos del amor de Dios y rehusaremos acercarnos a Él como Padre. Pero el amor nos enseña a vernos como lo hace el Señor: como vasos accesibles con dones y talentos especiales. Entonces podremos ser de mucha utilidad para el reino. El propósito del Padre celestial es que utilicemos al máximo las capacidades que Él nos ha dado; si tenemos un amor legítimo por nuestra persona, ése será también nuestro propósito.
Quienquiera que usted sea, y no importa cuáles sean sus circunstancias, puedo decirle algo sobre su persona: Dios tiene un plan especial para usted. Pero Él no podrá ponerle en el camino de lograr este propósito que tiene para usted si no reconoce su valor y aprende a amar a la persona que el Señor quiere que usted sea.
Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Gálatas 5:13-14
Aunque en varios lugares de la Biblia está el mandamiento: "amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Lv. 19:18; Mt. 19:19; Gá. 5:14), los cristianos con frecuencia olvidan la parte de "como a ti mismo". Pero nadie puede amar plenamente al Señor o a los demás si no ama a su propio ser. Eso significa quererse a uno mismo como hijo de Dios, creado para tener comunión con Él.
Todas las personas son valiosas para el Señor, pero el valor del creyente radica en el hecho de que tenemos una relación con Dios. Debemos amarnos porque Él nos ha dado la salvación, el Espíritu Santo y trazado un plan especial para nuestra vida.
Amarse a uno mismo es esencial para el plan que Dios tiene para cada creyente. El Señor desea que amemos nuestra persona para que podamos relacionarnos con Él. Si no nos gustamos a nosotros mismos, creeremos que somos indignos del amor de Dios y rehusaremos acercarnos a Él como Padre. Pero el amor nos enseña a vernos como lo hace el Señor: como vasos accesibles con dones y talentos especiales. Entonces podremos ser de mucha utilidad para el reino. El propósito del Padre celestial es que utilicemos al máximo las capacidades que Él nos ha dado; si tenemos un amor legítimo por nuestra persona, ése será también nuestro propósito.
Quienquiera que usted sea, y no importa cuáles sean sus circunstancias, puedo decirle algo sobre su persona: Dios tiene un plan especial para usted. Pero Él no podrá ponerle en el camino de lograr este propósito que tiene para usted si no reconoce su valor y aprende a amar a la persona que el Señor quiere que usted sea.
martes, febrero 12, 2008
viernes, febrero 08, 2008
NO NOS QUEJEMOS
Hoy, viajando en autobús,
vi una hermosa muchacha
con cabellos de oro y expresión de alegría;
envidie su hermosura.
Al bajarse, la vi cojear ... tenía sólo una pierna,
y apoyada en su muleta, sonreía.
PERDÓNAME SEÑOR, cuando me quejo.
¡Tengo dos piernas y el mundo es mío!
Fui después a comprar unos dulces.
Me atendió Un muchacho encantador,
hablé con él; parecía tan contento que aunque
se me hubiera hecho tarde no me habría importado.
Ya al salir, oí que me decía:
"Gracias por charlar conmigo... es usted tan amable.
Es un placer hablar con gente como usted...
ya ve, soy ciego..."
PERDÓNAME SEÑOR, cuando me quejo.
¡Yo puedo ver, y el mundo es mío!
Mas tarde, caminando por la calle, vi a un pequeño
de ojos azules, que miraba jugar a otros niños,
sin saber qué hacer
Me acerqué y le dije: "¿Por qué no juegas con ellos?"
Siguió mirando hacia adelante sin decir una palabra;
entonces comprendí que no me oía.
PERDÓNAME SEÑOR, cuando me quejo.
¡Yo puedo oír y el mundo es mío!
Tengo dos piernas para ir adonde quiero...
Ojos , para ver los colores del atardecer..
Oídos, para escuchar las cosas que me dicen
¡PERDÓNAME SEÑOR, cuando me quejo.
¡Lo tengo todo y el mundo, es mío!
Que esperas para hacer lo que tienes que hacer, todo lo puedo en Cristo, no tienes fuerzar, no encuentras como iniciar, todo lo puedo en Cristo.
vi una hermosa muchacha
con cabellos de oro y expresión de alegría;
envidie su hermosura.
Al bajarse, la vi cojear ... tenía sólo una pierna,
y apoyada en su muleta, sonreía.
PERDÓNAME SEÑOR, cuando me quejo.
¡Tengo dos piernas y el mundo es mío!
Fui después a comprar unos dulces.
Me atendió Un muchacho encantador,
hablé con él; parecía tan contento que aunque
se me hubiera hecho tarde no me habría importado.
Ya al salir, oí que me decía:
"Gracias por charlar conmigo... es usted tan amable.
Es un placer hablar con gente como usted...
ya ve, soy ciego..."
PERDÓNAME SEÑOR, cuando me quejo.
¡Yo puedo ver, y el mundo es mío!
Mas tarde, caminando por la calle, vi a un pequeño
de ojos azules, que miraba jugar a otros niños,
sin saber qué hacer
Me acerqué y le dije: "¿Por qué no juegas con ellos?"
Siguió mirando hacia adelante sin decir una palabra;
entonces comprendí que no me oía.
PERDÓNAME SEÑOR, cuando me quejo.
¡Yo puedo oír y el mundo es mío!
Tengo dos piernas para ir adonde quiero...
Ojos , para ver los colores del atardecer..
Oídos, para escuchar las cosas que me dicen
¡PERDÓNAME SEÑOR, cuando me quejo.
¡Lo tengo todo y el mundo, es mío!
Que esperas para hacer lo que tienes que hacer, todo lo puedo en Cristo, no tienes fuerzar, no encuentras como iniciar, todo lo puedo en Cristo.
jueves, febrero 07, 2008
Someteos unos a otros en el temor de Dios
Dios nos manda, a que, lo que nosotros queremos que nos hagan, eso mismo lo hagamos a los otros, en efesios podemos encontrar sugerencias de como hacer de nuestra relacion,con nuestra pareja, lo que llaman un nido de amor. leamos Efesios 5:21-33:
21 Someteos unos a otros en el temor de Dios.
22 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor,
23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.
24 Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.
25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella,
26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,
27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviera mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa y sin mancha.
28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama,
29 pues nadie odió jamás a su propio cuerpo, sino que lo sustenta y lo cuida, como también Cristo a la iglesia,
30 porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.
31 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne.
32 Grande es este misterio, pero yo me refiero a Cristo y a la iglesia.
33 Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.
21 Someteos unos a otros en el temor de Dios.
22 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor,
23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.
24 Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.
25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella,
26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,
27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviera mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa y sin mancha.
28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama,
29 pues nadie odió jamás a su propio cuerpo, sino que lo sustenta y lo cuida, como también Cristo a la iglesia,
30 porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.
31 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne.
32 Grande es este misterio, pero yo me refiero a Cristo y a la iglesia.
33 Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.
martes, febrero 05, 2008
Clama sin temor
Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Romanos 10:13
¿Como se debe orar a Dios? Esta es la pregunta mas frecuente. Se nos ha inculcado cierto temor, se piensa que tenemos que tener cuidado con lo que pedimos, se cree que hay algunas cosas que no se puede, nos han enseñado que Dios es uno que esta sentado en una silla, esperando que hagas algo malo para reprochártelo, y que esta apuntando en un libro todo para después juzgarte ¿Que ha traído eso como consecuencia? Que al querer acercarse a Dios, sientan temor de expresarse.
Pero la palabra dice, que Dios, es un Dios de amor, grande en misericordia y tardo para la ira. El entrego a su hijo unigénito, para que muriera por ti y por mi, para que a través de él, alcancemos la redención de nuestros delitos y pecados.
La palabra dice que todo lo que pidiera al padre en el nombre de Jesús, os será dado. Si buscas la palabra Todo en el diccionario, te darás cuenta que Todo, es igual a Todo. Dios no te creo para juzgarte, mucho menos para maltratarte, acércate a él, porque te llama y te ama.
Esta escrito, que si le pidieres a tu padre terrenal un pedazo de pan, no te dará una piedra, y si le pides pescado, no te dará una culebra, y si tu padre terrenal siendo malo sabe dar cosas buenas, cuanto mas, tu Padre bueno que esta en el cielo.
Hoy se sincero(a) con Dios habla sin temor, explícale tu necesidad, él desea escucharte, Jehová es tu pastor nada te faltara ¿Sabes de donde vendrá tu socorro? Tu socorro viene de Jehová, que creo lo cielos y la tierra, y todo cuanto hay en ella.
Romanos 10:13
¿Como se debe orar a Dios? Esta es la pregunta mas frecuente. Se nos ha inculcado cierto temor, se piensa que tenemos que tener cuidado con lo que pedimos, se cree que hay algunas cosas que no se puede, nos han enseñado que Dios es uno que esta sentado en una silla, esperando que hagas algo malo para reprochártelo, y que esta apuntando en un libro todo para después juzgarte ¿Que ha traído eso como consecuencia? Que al querer acercarse a Dios, sientan temor de expresarse.
Pero la palabra dice, que Dios, es un Dios de amor, grande en misericordia y tardo para la ira. El entrego a su hijo unigénito, para que muriera por ti y por mi, para que a través de él, alcancemos la redención de nuestros delitos y pecados.
La palabra dice que todo lo que pidiera al padre en el nombre de Jesús, os será dado. Si buscas la palabra Todo en el diccionario, te darás cuenta que Todo, es igual a Todo. Dios no te creo para juzgarte, mucho menos para maltratarte, acércate a él, porque te llama y te ama.
Esta escrito, que si le pidieres a tu padre terrenal un pedazo de pan, no te dará una piedra, y si le pides pescado, no te dará una culebra, y si tu padre terrenal siendo malo sabe dar cosas buenas, cuanto mas, tu Padre bueno que esta en el cielo.
Hoy se sincero(a) con Dios habla sin temor, explícale tu necesidad, él desea escucharte, Jehová es tu pastor nada te faltara ¿Sabes de donde vendrá tu socorro? Tu socorro viene de Jehová, que creo lo cielos y la tierra, y todo cuanto hay en ella.
lunes, febrero 04, 2008
Necesitamos tiempo para relacionarnos
Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? Le dijo:
-Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.
Juan 11: 26-27
Marta, hermana de Maria magdalena, era una mujer agradecida de Dios, lo vio obrar en ella y los suyos. Al igual que marta, muchos estamos agradecidos por lo que Dios a hecho en nuestras vidas, y de alguna manera le queremos dejar ver al padre, esa gratitud.
Un día Jesús entro en la casa de Marta, mientras él enseñaba, Maria estaba sentada escuchando las enseñanzas, esta actitud le molesto a marta, al punto que le preguntó a Jesús, si era justo que mientras ella servia, su hermana estaba sin hacer nada, pero Jesús le respondió –marta, marta, afanada y turbada estas con muchas cosas, pero solo una es necesaria y Maria ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.
Ahora quiero hacer una pregunta ¿Nos estamos sentando a los pies de Jesús a aprender de sus enseñanzas, nos estamos dando tiempo para escudriñar la palabra, o mas bien nos estamos dejando inundar por tareas que creemos son para la obra, pero que en realidad no nos están dejando relacionar con él?
No digo que dejemos de servir dentro de nuestras congregaciones, ni echemos de lado nuestras responsabilidades cotidianas, lo que quiero decir, es que sintiéndote tan agradecido de Dios, como decimos estar, busquemos tiempo para escudriñar la palabra, inicia la mañana con Dios aprendiendo de El.
Dios demanda de ti tiempo y atención, ¿Cómo puedes conocer lo que él quiere si no te sientas a escucharlo.
-Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.
Juan 11: 26-27
Marta, hermana de Maria magdalena, era una mujer agradecida de Dios, lo vio obrar en ella y los suyos. Al igual que marta, muchos estamos agradecidos por lo que Dios a hecho en nuestras vidas, y de alguna manera le queremos dejar ver al padre, esa gratitud.
Un día Jesús entro en la casa de Marta, mientras él enseñaba, Maria estaba sentada escuchando las enseñanzas, esta actitud le molesto a marta, al punto que le preguntó a Jesús, si era justo que mientras ella servia, su hermana estaba sin hacer nada, pero Jesús le respondió –marta, marta, afanada y turbada estas con muchas cosas, pero solo una es necesaria y Maria ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.
Ahora quiero hacer una pregunta ¿Nos estamos sentando a los pies de Jesús a aprender de sus enseñanzas, nos estamos dando tiempo para escudriñar la palabra, o mas bien nos estamos dejando inundar por tareas que creemos son para la obra, pero que en realidad no nos están dejando relacionar con él?
No digo que dejemos de servir dentro de nuestras congregaciones, ni echemos de lado nuestras responsabilidades cotidianas, lo que quiero decir, es que sintiéndote tan agradecido de Dios, como decimos estar, busquemos tiempo para escudriñar la palabra, inicia la mañana con Dios aprendiendo de El.
Dios demanda de ti tiempo y atención, ¿Cómo puedes conocer lo que él quiere si no te sientas a escucharlo.
viernes, febrero 01, 2008
Estar en Dios trae sanidad.
Una persona se acerca a mi, para pedirme orientación de que podría hacer para eliminar una molestia en el estomago, ya era de mi conocimiento que hacia un tiempo sufría de ulcera estomacal.
En esos días, llego a mi una información, de cómo curar varias enfermedades, de forma natural, por lo que de inmediato me sentí que tenia la solución a su problema, busque en mi PC la información, se la imprimí, y hasta se la leí, por si acaso. Según ella estaba fascinada con el tratamiento, se llevo la hoja impresa para leerla mas detenidamente, he iniciarlo cuanto antes.
La mañana siguiente, llego sonriente por la primera experiencia con el tratamiento, al otro día, le pregunto como seguía, a lo que respondió que no lo estaba haciendo -Soy muy mala para llevar tratamientos- dijo.
Me quede sorprendido, no se parecía a la persona que estaba pasando por un problema estomacal, que cuando le ataca el dolor, no lo puede soportar, y que, con tan solo un día de tratamiento, vasto para ver una diferencia.
Cuanto de nosotros sabemos que cristo a es la solución, nos hemos acercado a alguien para que ore por nosotros y vemos la mejoría, sabemos que el sana, redime, obra de manera perfecta, pero aun queremos seguir sumergidos en el dolor, en la amargura, tan solo porque creemos que estar en Cristo es una carga, mas la palabra dice - ligera es mi carga, fácil mi yugo.
No sigas en lo mismo, Dios a través de su hijo te ha traído la libertad, la has experimentado, no dudes entrégate, he aquí estoy a la puerta y llamo si alguno escucha mi vos yo abre la puerta de su corazón yo entrare y morare con el por siempre.
Ya has probado y sabes que es bueno estar en Cristo, ven a El y sanaras.
En esos días, llego a mi una información, de cómo curar varias enfermedades, de forma natural, por lo que de inmediato me sentí que tenia la solución a su problema, busque en mi PC la información, se la imprimí, y hasta se la leí, por si acaso. Según ella estaba fascinada con el tratamiento, se llevo la hoja impresa para leerla mas detenidamente, he iniciarlo cuanto antes.
La mañana siguiente, llego sonriente por la primera experiencia con el tratamiento, al otro día, le pregunto como seguía, a lo que respondió que no lo estaba haciendo -Soy muy mala para llevar tratamientos- dijo.
Me quede sorprendido, no se parecía a la persona que estaba pasando por un problema estomacal, que cuando le ataca el dolor, no lo puede soportar, y que, con tan solo un día de tratamiento, vasto para ver una diferencia.
Cuanto de nosotros sabemos que cristo a es la solución, nos hemos acercado a alguien para que ore por nosotros y vemos la mejoría, sabemos que el sana, redime, obra de manera perfecta, pero aun queremos seguir sumergidos en el dolor, en la amargura, tan solo porque creemos que estar en Cristo es una carga, mas la palabra dice - ligera es mi carga, fácil mi yugo.
No sigas en lo mismo, Dios a través de su hijo te ha traído la libertad, la has experimentado, no dudes entrégate, he aquí estoy a la puerta y llamo si alguno escucha mi vos yo abre la puerta de su corazón yo entrare y morare con el por siempre.
Ya has probado y sabes que es bueno estar en Cristo, ven a El y sanaras.
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