Este mensaje es muy poderoso, va a marcar una nueva manera de abrirte camino en la vida, basándote en la Palabra de Dios.La Biblia dice en Marcos 7:29 “Entonces le dijo: Por esta palabra, ve; el demonio ha salido de tu hija.” Este versículo nos habla acerca de la fe que tuvo que llegar a tener la mujer cananea para que su hija dejara de ser atormentada por demonios. Nos muestra que no fue la Palabra de Jesús la que dio lugar a que ocurriera el milagro en ese momento, fue la Palabra de ella. Muchos de ustedes no tienen lo que han pedido por que no han insistido delante de Dios para pedirle lo que necesitan. Debes tomar en cuenta que Dios no siempre responde rápido, muchas veces no responde la primera vez que se lo pides porque no tienes la fe necesaria para recibir tu milagro. El que tengas una necesidad muy grande y que clames al Señor, no implica que tengas la fe suficiente para recibirlo. En ocasiones, sientes que Dios no responde porque haz orado varias veces sin obtener una respuesta positiva acerca de lo que haz pedido. Pero, a veces Dios también dice que no, también puede decirte que no es el tiempo y que debes esperar para recibirlo. Eso no quiere decir que no debas insistir con Dios pidiendo lo que necesitas hasta recibirlo. Por ejemplo, en el caso de la mujer cananea, Jesús mismo puso los obstáculos hasta que ella tuvo la fe suficiente para recibir su milagro. Cuando ella confesó con su boca lo que pedía lo recibió. El milagro de Dios esta en tu boca.¿Que va a pasar si un día no tienes quien ore por ti? Que vas a decir: “No estuvo nadie conmigo”. El poder de la Palabra de Dios también está en tu boca y en tu corazón. No debes esperar que alguien más haga algo por ti. El problema es que muchos oyen la Palabra de Dios para considerar si es verdad, y no para creerla. Eso no debe de ser así, la Palabra de Dios no es una opción para tu vida; si en verdad eres creyente debes tomarla y confesar con tu boca que la crees.La Biblia nos muestra en diferentes pasajes el poder que tiene la Palabra en tu boca. En Mateo 8: 5 dice: “Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole, y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré. Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe.”El centurión dijo que él no era digno de que Jesús entrara a su casa, que solo bastaba que Jesús dijera la Palabra para que su siervo sanara. Al oírlo Jesús se maravillo y dijo que ni aún en Israel había hallado tanta fe. Jesús noto la fe del hombre por la Palabra que éste hablaba. En el caso de la mujer cananea, Jesús estaba formando la de necesaria en ella para que recibiera su milagro, pero no respondió al centurión de la misma forma porque ya tenía fe. Tu fe determina el tiempo en que recibes lo que pides.
Muchas veces la gente no quiere que lo saquen adelante con la Palabra, quiere que lo consientan con la Palabra. Pero, las cosas no son así. No busques un consuelo de forma equivocada, busca salir adelante. El Señor no tiene lástima por nadie. Deja de poner argumentos equivocados en tu mente. Los obstáculos que se te presentan en la vida son para que tu fe se levante. Si alguna vez haz llamado a alguien para que llegue a orar a tu casa y no llega, no lo mal juzgues. Quizás la persona que llamaste no llegó porque Dios esta tratando con tu fe. No condiciones tu fe esperando que alguien haga las cosas por ti. Tu tienes el poder de Dios en tu boca para poder obtener los milagros, solamente debes creerlo.
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