jueves, enero 12, 2006

Lo que dices recibes (segunda parte)

Donde Jesús no haya fe no puede obrar. La Biblia dice que cuando Jesús estuvo en Israel no pudo hacer muchos milagros, salvo en algunos que tuvo que imponer manos para sanarlos. Eso fue a causa de la falta de fe de las personas. Pero, ese no fue el caso de los leprosos, ya que ellos fueron sanos desde lejos a causa de la fe que tenían. Yo confronto la fe de la gente porque yo sé que la clave esta en la fe de la gente no en mi. Uno lleva el poder del Espíritu Santo para poder hacer los milagros. No es necesario que la gente te toque o que ore por ti de cerca para que los recibas. Yo mismo no entendía eso. Una vez me acerque a un hombre para pedirle que orara por mí para recibir unción. Este hombre solamente me dijo que ya la tenía y siguió caminando. En ese momento no lo comprendí, pero ahora veo que lo que debía hacer era creer que esa unción ya estaba en mí y que no necesitaba que nadie más orara. En Mateo 8:16 dice: “Por la noche llevaron varios endemoniados a Jesús. Invariablemente bastaba una sola palabra para que los demonios huyeran o los enfermos sanaran.” (Versión Biblia Al Día)Para recibir tu milagro, basta con que creas una sola palabra. Uno recibe los milagros por la fe con que oye y cree la Palabra.En una ocasión, cuando estaba predicando dije que los pies de una persona se enderezarían. Entre los presentes había un niño que tenía los pies torcidos; cuando él escuchó lo que yo había dicho, tomó la Palabra para sí, se quedo viendo a sus pies diciendo: “esta Palabra es para ustedes”. Y sus pies se enderezaron. En el Salmo 107:19-20 dice: “Pero clamaron a Jehová en su angustia, y los libró de sus aflicciones. Envió su palabra, y los sanó, y los libró de su ruina”. Basta una Palabra para que salgas de tu ruina. Tu tienes más fe en Dios de la que crees, porque no le haz visto nunca y a pesar de ello oras creyendo que te escucha y responde.
No te quedes esperando que otros oren y hagan las cosas por ti. Aprende a hacer uso de la Palabra de Dios. En Proverbios 18:20:21 dice: “Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre; Se saciará del producto de sus labios. La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.”La muerte y la vida están en tu boca. Tú obtienes lo que haz hablado por años, es tu fe y lo que tu confieses con tu boca lo que hará los milagros, no la fe que otros tengan.
La Palabra de Dios dice que nosotros somos sanos por el poder de la herida de Cristo, pero el poder de la herida de Cristo lo activa la palabra. Ese poder lo activa tu Palabra, de la misma forma en que la mujer cananea y el centurión romano recibieron su milagro, tu también lo recibirás, ya que tu palabra tiene poder.
Aprende a hablar con fe. Debes declarar cosas de bien para tu vida. Todo lo puedes en Cristo, el Señor siempre esta contigo, y todo lo que confieses para bien en tu vida creyendo que así sucederá, lo recibirás.Nuestras palabras son proféticas, y según como las creas las vas a recibir. La Palabra que declares para tu vida, la recibirás. Aprende a utilizar la palabra que declararas con bien. Cuando las cosas no te salgan, no concluyas con tu boca que ya fracasaste y que no saldrás adelante. Debes creer y confesar con tu boca que todas las cosas te ayudan a bien. Debes creer que Dios te lleva de gloria en gloria y que todo lo puedes en Cristo que te fortalece. No debes confesar que el diablo te tienta y que tu carne es débil. No pienses que siempre tropiezas. Toma la Palabra de Dios, esta te dice que eres fuerte en Cristo Jesús. Si tu no sabes usar Palabra para ti, no sabes usarla para nadie. Utiliza la Palabra, aplícala en tu vida. Yo tuve problemas desde niño, iba a morir cuando nací, mis padres siempre han estado divorciados, pero yo nunca he tomado esas situaciones para justificarme en la vida. Cuando iba a ser Pastor, hubo muchas personas que no creyeron en mi, incluso me dijeron que no se daba un solo centavo por mí para que lo lograra. Cuando empezó el mover del Espíritu Santo en la iglesia, hubo muchas personas que dijeron que terminaría mal. Pero yo nunca creí todo eso, siempre me tome de la Palabra de Dios, confesándola y creyéndola para bien en mi vida. En tu boca hay un milagro. No condiciones tu vida a causa de los problemas que tengas; aprende a usar el poder de la palabra de Dios en tu vida, a pesar de las situaciones adversas que se te presenten tu puedes triunfar.

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