Cuando escucho hablar de los hombres que con sus acciones, hicieron el libro de los hechos en el nuevo testamento, me pregunto si alguna vez sintieron cansancio, fueron hombres perseguidos, azotados, encarcelado, caminaron de ciudad en ciudad, siempre estaban enseñando.
En fin, vemos que estaban en constante movimiento, eso lo traigo en contraste con los obreros de este tiempo, nos cansamos tan fácilmente, no sabemos dar por amor la milla extra, sabiendo que la recompensa proviene de lo alto, pero no solo la milla extra, no llegamos muchos ni siquiera a los metros.
Entiendo que cuando Jesús dijo en mateo 11:30 Porque mi yugo es fácil y mi carga ligera, es porque no hacemos su voluntad solos, él se encarga de renovar nuestras fuerzas, en la gran comisión en mateo 28: 20 al final dice: y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Es una promesa que solo se cumplirá en aquellos que han decidido dar lo que sea necesario para que su evangelio sea enseñado y predicado hasta los confines de la tierra.
Hombres y mujeres comprometidos con su verdad, Jesús dijo en mateo 19: 29 Y cualquiera que dejare casas, ó hermanos, ó hermanas, ó padre, ó madre, ó mujer, ó hijos, ó tierras, por mi nombre, recibirá cien veces tanto, y heredará la vida eterna.
Un príncipe por más que se afane en ser mendigo, no dejara de ser príncipe llamado a ser rey, un siervo por más que se resista a obedecer a su señor, terminara haciendo su voluntad, y la voluntad de nuestro señor es agradable y es perfecta según Romanos 12:2 Y no os conforméis á este siglo; mas reformaos por la renovación de vuestro entendimiento, para que experimentéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
No dejes que tu carne te hable cuándo te toca hacer algo para Dios, para Dios, y no para los hombres, porque todo lo que hagáis hacedlo para Dios, deja que el Espíritu Santo te vivifique.
Lo mejor que podemos hacer, lo que mayor placer y gozo nos traerá es hacer la voluntad de Dios.
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