ME ALEGRARE

En Isaías en el capítulo 53 y en el capítulo 61, podemos ver resumido, todo lo que en Jesús, se puede manifestar en cada reunión de los hijos de Dios, habla de que llevo nuestros pecados, nuestras enfermedades, nuestras dolencias, que pago por nuestros pecados, que nos trae libertad, pudre los yugos, nos saca de las cárceles, y más.

Cuando vamos los domingos, según nuestra necesidad, ha de manifestarse Dios en nuestras vidas, claro que esto depende de cómo nos demos a  él a través de nuestra alabanza y adoración, recordando que está escrito en Hechos 20:35: En todo os he enseñado que,  trabajando así,  se debe ayudar a los necesitados,  y recordar las palabras del Señor Jesús,  que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.

Cuando nos damos a Dios él se desborda en gracia y favor sobre nuestras vidas, es por eso lo importante de llegar en tiempo de la alabanza, de no tener excusa para quedarse en casa, sabiendo que necesitamos un toque de Dios.

Cuando escucho a personas decir que no van a la iglesia porque no se sienten bien, me pregunto que para donde creen que van, esto denota la falta de orientación que se tiene de estar en la casa de Dios, la palabra dice en el salmo 122; 1: Yo me alegrare con los que me decían: a la casa de Jehová  iremos.

Ir a la casa de Dios debe ser un placer, un deseo inmenso, un gozo,  es como cuando tenemos muchos que no visitamos nuestras familiares y seres queridos, porque vivo lejos de ellos, y llega el momento de poder compartir con ellos, planificamos que llevarles, a quien voy a visitar, que deseo comer de mama, ay dormir en esa camita tan rica que es la única que me permite conciliar el sueño.

Yo me alegrare con los que me decían: a la casa de Jehová  iremos. En Dios hay perdida, pero perdida de tristeza, de quebrantos, de enfermedades, de dolencias, de esclavitud, de amargura, de yugos y de muchas otras cosas más, si no desea perder nada de esto y seguir en la misma situación, entonces no te acerques a la casa de Dios a gozarte con lo que te invitaron.