miércoles, noviembre 12, 2014

ALGO MAS PROFUNDO QUE HABLAR

Cuentan de un rey que deseaba tener sabiduría, para ello necesitaba, según él, al más sabio de la región para que le enseñara, los súbditos conociendo el deseo de su señor, salieron por la región a buscar a un hombre sabio, el más sabio de todos los sabios.

Lo llevaron ante el rey para que le enseñara, entonces el rey le preguntaba y el sabio le explicaba, al final el sabio le preguntaba – entendió mi señor – el rey respondía -  entendió usted gran sabio.

Esto pasaba cada día de enseñanza, algo que molestaba al sabio, pero un día, el rey solo recibió del sabio una carta que decía: oh gran rey, señor mío, hoy entiendo, y por eso he decidido aprender, le doy las gracias por sus enseñanzas, que aunque fue difícil, me ayudaron mucho, el sabio no es sabio simplemente por lo que lee y por lo que cree, sino por lo que vive y aplica.

Esto me hace pensar cuanto de nosotros estamos hablando lo que no hacemos, claro a diferencia del común, sabemos que somos vasos, que Dios lo llena según lo que él quiere dar, pero si no tenemos una experiencia con Dios, un vivencia de su verdad como podemos impactar las vidas de los necesitados, con lo  que se supone que tenemos, Cristo Jesús.
   
Dios nos llama a conocerlo, a dejarnos moldear por él y a llegar a otros con su verdad, no con nuestra verdad, la palabra dice en Mateo 11: 29-30  Llevad mi yugo sobre vosotros,  y aprended de mí,  que soy manso y humilde de corazón;  y hallaréis descanso para vuestras almas;  porque mi yugo es fácil,  y ligera mi carga.

Mientras más  fuerte sea nuestra relación con Dios, mayor será el impacto de Dios en las vidas de los demás, no debemos de ser huecos, cristianos sin fundamentos, debemos ser comprometidos con la verdad, y la verdad es Jesús, no hablamos de nuestras vivencias, sino de nuestra vida, y nuestra vida es Jesús, no mostramos nuestro caminar, sino nuestro camino, y nuestro camino es Jesus.


 La biblia dice en Juan 14: 6-7:  Jesús le dijo: Yo soy el camino,  y la verdad,  y la vida;  nadie viene al Padre,  sino por mí. Si me conocieseis,  también a mi Padre conoceríais;  y desde ahora le conocéis,  y le habéis visto.   

No hay comentarios: