Entrando esta mañana al trabajo escuche a alguien decirle a una persona, hola viejito, pero esa persona no se comporta como una mayor, sino que tiene una actitud y posicion de joven, por eso quiero hablar acerca de la importancia de mantener una actitud juvenil, en vez de entregarnos a la vejez y no ser útiles para el reino. Ahora, tengo unas sugerencias para mantenerse joven toda la vida.
Primero, necesitamos seguir riendo. Nunca nos parecemos más a los niños, que cuando nos divertimos con nuestros amigos. Relacionada con esta sugerencia está otra: seguir deshaciéndonos de la carga emocional. Algunas personas han sido heridas profundamente, y su risa está sepultada bajo antiguos sufrimientos.
Pero el aferrarnos a amarguras de pasado y a sentimientos de rechazo nos envejecerá muy rápido. Jesucristo está dispuesto a extirpar toda esa fealdad tan pronto como renunciemos a ella, lo cual hacemos al perdonarnos a nosotros mismos y perdonar a los demás. Cada día es un nuevo comienzo, otra oportunidad para que el Señor que mora en nosotros nos ayude a reír y a sonreír.
Segundo, debemos seguir soñando. Eso significa que tenemos que continuar persiguiendo nuestros sueños y trabajando para lograr nuestras metas. Cuando una persona se despierta pensando en algo que lograr o en un amigo que ayudar, obtiene un gran gozo en su vida. Si nos conformamos con sólo observar al mundo, comenzamos a envejecer.
Tercero, sigamos apoyándonos en el Señor. Si vivimos teniendo una fe como la de un niño, Dios bendecirá nuestra vida y nos usará para bendecir a los demás. Nos dará una sensación de gozo tan profunda que ninguna prueba o ataque espiritual podrá turbarnos.
Tenemos la gran oportunidad de tener parte en la obra de Dios cada día de nuestra vida, recordando que Dios dejo escrito "ama a tu projimo, como a ti mismo".
No hay comentarios:
Publicar un comentario