Las personas que se sienten frustrados de la vida cristiana, carecen de dos elementos importantes de conocimiento: comprensión de la voluntad de Dios, y saber cuáles son los pasos para descubrir Su plan para nuestras vidas.
En los días que siguen, estudiaremos la naturaleza de los propósitos de Dios y cómo conocerlos. Comencemos con una mirada a Su voluntad soberana.
La “voluntad expresa” de Dios consiste en Su plan inalterable para el mundo. Como el gobernante soberano, Él tiene el control total; ningún gobierno se vuelve poderoso, y ninguna molestia física se produce a menos que Él lo permita. Él está determinado a realizar el plan que trazó desde antes de la Creación.
Dios revela muy poco de Su voluntad expresa la humanidad. Podemos esperar sólo aquellos acontecimientos que Él ha revelado, tales como el retorno de Cristo y el juicio ante el Trono Blanco (Apocalipsis 19:11; 20:11-15). Mucho del conocimiento que tenemos proviene de nuestras experiencias y de la lectura de la Biblia. Él tiene un plan para redimirnos del pecado que elegimos.
El objetivo de Dios es Su gloria. Por la limitada perspectiva humana que sólo ve el mal, la gente se pregunta cómo puede Él permitir el crimen, la enfermedad o la guerra. Pero sabemos que “Dios va preparando todo para el bien” (Romanos 8:28, TLA)*. Miremos la cruz; ¡ese cruel instrumento, es la expresión máxima del bien y de la gloria del cristianismo!
La voluntad de Dios se cumplirá, ya sea que creamos o no en Su soberanía. Su plan es mucho más grande de lo que podemos comprender, y está hecho para poner de relieve nuestra necesidad del Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario