La relación conyugal debe fundamentarse en la confianza que brinda el amor a Dios y la buena comunicación en pareja.
El crecimiento dentro del matrimonio es un proceso evolutivo. Los recién casados son muy sensibles y se pelean por situaciones sencillas, a medida que los años pasan dejamos de molestarnos por cosas superficiales que continúan sucediendo y nos concentramos en cuestiones más importantes. Descubrimos que es mejor dejar pasar ciertas cosas por la paz. Los que tienen más de 10 años de casados pueden confirmar esta situación.
El matrimonio tiene etapas que debemos superar. La comunicación, relaciones sexuales y finanzas afectan directamente la relación de pareja y pueden convertirse en un problema o ser la solución a otros conflictos si se ministran bien.
La comunicación eficaz con tu pareja te garantiza la tercera parte del éxito en tu relación. Para las mujeres es muy fácil comunicarse pero a los hombres nos cuesta mucho. Dios nos hizo diferentes. Nuestra pareja nos complementa, es ayuda idónea, como si encontráramos a la otra mitad que nos hace un todo. La Palabra dice que quien encuentra mujer, encuentra el bien, o sea, que hay que buscarla y cuidarla.
Como sabemos, ellas son más sentimentales y detallistas, los hombres somos más parcos y rudos. Hombres y mujeres tenemos diferente forma de pensar y expresarnos. Los varones muchas veces decimos lo que no queremos y callamos lo que quisiéramos gritar. Otras veces se mal interpreta lo que decimos y empiezan los problemas. Saber comunicar es todo un arte que te conduce por el rumbo de una vida exitosa. Hay curso de cómo hablar en público y también debería haber alguno para aprender a hablar en casa, con nuestra esposa e hijos.
Consejos de comunicación en el matrimonio
Lo primero es ser transparente. Si eres auténtico te garantizas que la verdad fundamenta tu relación.
El segundo consejo es buscar sabiduría para guiar a la familia, ser el sacerdote del hogar y cuidar de la esposa. Pidámosla al Señor en nuestra oración. Recuerda que cosecharás lo que siembres, así que siembra un trato amable, palabras y gestos cariñosos que te hagan merecedor de recibir lo mismo. Esto aplica especialmente para los hombres que tenemos la responsabilidad y mandato de tratar a la mujer como un vaso más que frágil. Debes tratarla con delicadeza, piensa siempre antes de hablar, conecta tu cerebro a tu lengua para no decir cosas que de las que luego puedas arrepentirte.
El tercero es Libre de enojo en Proverbios 14:17 explica: El que fácilmente se enoja hará locuras; Y el hombre perverso será aborrecido.
Por ultimo La verdad sobre todo Efesios 4:25-26 advierte: Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo.
No mientas, si tu matrimonio se rige por un código de integridad y transparencia, la confianza será el faro que los ilumine. Tu canal de comunicación estará limpio porque tendrás la certeza de que siempre escucharás la verdad.
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