Esta es la época del año en la que muchas personas están haciendo buenos propósitos para el año nuevo. Para la mayoría estos buenos propósitos son sinceras intenciones de cambio. Desafortunadamente la mayor parte de esta gente no se da cuenta de que se están exponiendo al fracaso.
Un propósito de año nuevo promete traer alguna ganancia, pero carece del material necesario para producir esa ganancia. Cualquier propósito que trate de provocar una transformación mediante esfuerzos de la carne en vez del poder de Dios se expone al fracaso. Carece de substancia.
La victoria duradera nunca se gana mediante nuestra propia fuerza. El verdadero cambio y la victoria total ocurren solo cuando ejercitamos nuestra fe en el poder transformador de Dios: solo así.
Alguien comentaba en una ocacion -Soy graduada en entrenamiento personal e instructora de aeróbicos, y como tal a menudo me relaciono con gente que lucha contra la compulsión a comer demasiado u otras compulsiones. En su determinación por liberarse del yugo de estos hábitos destructivos, a menudo estas personas toman decisiones desesperadas. Siento pena y simpatía por ellas pues sé lo que es eso. Muchas veces estuve enfrascada en la misma lucha. Por más de la mitad de mi vida, estuve atada al hábito de comer demasiado. Estaba obsesionada con dietas y ejercicios. Perdí un total de 317 kilos en todos esos años en que estuve en el juego de pérdida y ganancia de peso. Hoy soy 100% libre y estoy gozando de la alegría que trae consigo esa libertad. Pero hubo una época en la que yo, al igual que muchos otros, empezaba cada año nuevo con nobles propósitos. Siempre esperaba que este año mi propósito fuera la solución; solo para verme otra vez fracasando y sintiéndome con el ánimo por los suelos-.
En teoría, los buenos propósitos suenan bien. En la práctica, sin embargo, se quedan cortos. Los propósitos desesperados no son otra cosa que métodos carnales que le hacen el juego a la estrategia engañosa de Satanás para que sigamos cayendo y frustrándonos hasta que al final perdamos toda esperanza de que seremos alguna vez libres.
Si Satanás puede hacer que usted siga en el ruedo de la carne, usando armas carnales para librar una guerra espiritual, Satanás puede vencerlo. Pero si usted va a tomar armas para luchar que no son carnales sino que vienen del poder de Dios, podrá derrotar al diablo y superar los hábitos destructivos en todas las áreas de su vida.
Jesús dijo que si somos constantes en su Palabra, conoceremos la verdad y la verdad nos hará libres. (Juan 8:31-32). Así que no deje que el diablo lo haga caer en la trampa con otro ciclo de fracaso y decepción haciéndole caer en la tentación de una "solución rápida". Existe una salida. Pero va a necesitar más que un propósito de año nuevo-: tendrá que tomar una decisión firme, de manera que ponga su fe y su esperanza en Dios.
Mientras usted siga en la Palabra y ponga su confianza en Dios para que Él lo haga conforme a la imagen de su Hijo, ese poder quitacargas, destructor de yugos de Jesús el Ungido y su unción lo liberarán de la esclavitud del peso y del peso de la esclavitud. Usted puede, con toda seguridad, poner su esperanza y su confianza en Él, porque cuando el Hijo lo hace libre, ¡usted es verdaderamente libre!.
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