martes, mayo 23, 2017

Lo que debo Aprender; Para vivir bien


Si yo hablase lenguas humanas y angélicas,  y no tengo amor,  vengo a ser como metal que resuena,  o címbalo que retiñe.

Y si tuviese profecía,  y entendiese todos los misterios y toda ciencia,  y si tuviese toda la fe,  de tal manera que trasladase los montes,  y no tengo amor,  nada soy.

Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres,  y si entregase mi cuerpo para ser quemado,  y no tengo amor,  de nada me sirve.

El amor es sufrido,  es benigno;  el amor no tiene envidia,  el amor no es jactancioso,  no se envanece;

no hace nada indebido,  no busca lo suyo,  no se irrita,  no guarda rencor;

no se goza de la injusticia,  mas se goza de la verdad.

Todo lo sufre,  todo lo cree,  todo lo espera,  todo lo soporta.

El amor nunca deja de ser;  pero las profecías se acabarán,  y cesarán las lenguas,  y la ciencia acabará.

Porque en parte conocemos,  y en parte profetizamos;

mas cuando venga lo perfecto,  entonces lo que es en parte se acabará.

Cuando yo era niño,  hablaba como niño,  pensaba como niño,  juzgaba como niño;  mas cuando ya fui hombre,  dejé lo que era de niño.

Ahora vemos por espejo,  oscuramente;  mas entonces veremos cara a cara.  Ahora conozco en parte;  pero entonces conoceré como fui conocido.

Y ahora permanecen la fe,  la esperanza y el amor,  estos tres;  pero el mayor de ellos es el amor.
Entendiste, sino, Léelo una vez mas y Dios que se revele, eso es lo que te falta para vivir bien.

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