Llego diciembre, tiempo de arreglar la casa, comprar ropa
nueva, pintar, votar cosas viejas, regalar, bueno podrían decir que estoy tarde
con esto, pero ya paso el día de navidad, y todo lo que se iba hacer ya se
hizo, que viene ahora, el fin de año, donde se planifica lo que queremos ver
para el próximo año en nuestras vidas.
Pero en todo esto hemos arreglado nuestra casa, hemos
limpiado nuestra vestidura, hemos votado las cosas del viejo hombre que está viciado,
para fin de año, pondremos como prioridad
los planes de Dios para nuestras vidas.
En fin cual ha sido nuestra verdadera situación delante
de Dios, y cual debe de ser nuestra posición para este nuevo año delante de sus
demandas.
No nos hemos dado cuenta que durante tanto tiempo nos
hemos propuesta tantos planes, tantas metas y que solo nos hemos desgastado, y
no hemos alcanzado ni el 5% de todo.
Pablo dijo: Con Cristo he sido crucificado, y ya
no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo
por fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Deseas culminar un
año con éxito, permite Jesús entre hasta
el lugar más profundo de ti y limpie, saque, elimine y renueve, dada esta
obra, entonces te prepare para un próximo año, poniendo en ti los planes y
proyectos que él desea para con tu vida.
Proverbios 16: 1-3 dice:
DEL hombre son las disposiciones del corazón: Más de Jehová la
respuesta de la lengua. Todos los caminos del hombre
son limpios en su opinión: Mas Jehová pesa los espíritus. Encomienda á Jehová tus obras, Y tus pensamientos serán afirmados.
No está mal que tengamos nuestros planes, lo que está mal
es que no lo pongamos en la mano de Dios y que estos planes sean la prioridad
de nuestras vidas, cuando la palabra nos dice que busquemos el reino de Dios y
su justicia y las demás cosas llegara por añadidura.
Encomienda á Jehová tu
camino, Y espera en él; y él hará.
Salmo 37;5
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