Esta mañana me desperté pensando ¿Qué tendría hoy Dios para
defeenfe?, pero nada recibía, muchas ideas, pero nada en concreto, pero cuando
llego al trabajo, alguien me para en la entrada y me dice – te enteraste, Diego
murió.
Diego, aquel hombre que cuando le presentaba el plan de salvación,
decía hoy no, más adelante. La última vez
que lo vimos le dijimos: Diego en la situación que te encuentras, Dios puede
restaurar tu vida, el respondió - si lo sé, más adelante.
Más adelante se terminó para él, ya no hay más tiempo, solo
un tiempo en la eternidad, para vida eterna o para muerte eterna, la palabra
dice en juan 3; 16-21 Porque de
tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel
que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna, Porque Dios no envió a su
Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El. El que cree en El no es condenado; pero el que
no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito
Hijo de Dios.
El no creyó, puesto que creer según las palabras de juan es
aceptar a Jesús como Señor y salvador. Debemos
de seguir predicando el evangelio a todos, Dios nos mandó a predicar el
evangelio a toda criatura, NO dejemos que las persona alrededor nuestro perezcan
por falta de conocimiento, no importa si es grande o en posición o pequeño como
empleado, todos en lo espiritual son simples necesitados de reconciliación con
Dios.
Pero los que hemos creído, hoy estamos dando la espalda a
Dios a través de nuestro pecado, pero yo no bebo, no fumo, no estoy haciendo
nada malo, asisto a la iglesia y oro, que puedo estar haciendo mal?
No estamos conscientes que pecamos por acción pero también pecamos
por omisión, y es allí donde estamos fallando, estamos pecando por omisión,
dejando de hacer lo que Dios quiere que hagamos para su reino. Dejando de lado, el ministerio donde Dios nos ha
puesto a servir, porque no nos sentimos cómodos con algo o con alguien, acoso no somos llamados por Dios, y nuestro servicio es para él, no nos
dejemos desviar tras la mentira, permanezcamos en la verdad, hagamos la
voluntad de Dios.
Que hubiera pasado si los discípulos no hubieran mantenido
su mirada en Jesús, mirando a Pedro que fallo, dudo, negó o a Judas que entrego
al señor, fueron fieles al que fue fiel con ellos, y obviaron la humanidad de
los que estaban mal, alcanzando su llamado, los que los convirtió en los
primeros apóstoles, a quienes se le delego la responsabilidad de ejercer la
autoridad que le fue dada a Jesús en la tierra.
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