Todos tenemos en nuestras vidas un sueño, un deseo personal
que queremos alcanzar, escucho de personas que se dice de ellas que no los tienen, pero en realidad todos vamos
tras una meta, consciente o inconscientemente.
La meta común del hombre normalmente se traduce en dinero,
entendiendo que es lo que va a suplir sus necesidades, cuando en realidad no es
así, alguien muy querido dice: Hay gente tan pobre, tan pobre que lo único que
tienen es dinero, hay otros que compran las mejores camas, pero sin embargo no
pueden dormir en ellas, mientras que veo obreros que posan su cabeza en una blogs
y tirados en el piso duermen profundamente.
Jesús dijo en Mateo 10; 10: El ladrón no viene sino para hurtar, y matar, y destruir: yo he
venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
La verdad es que nuestra prosperidad no se traduce en
dinero, y no digo que el dinero sea malo, el que puede tenerlo sin problema que
lo tenga, lo que digo es que la prosperidad se traduce en la abundancia de
amor, personas que eran desechos sociales, que nadie quería, han reconocido a
Dios y le han entregado su vida, viven hoy con una familia estable y tienen un buen
trabajo, las persona lo ven de manera distinta, están verdaderamente viviendo
en la abundancia, él quiso ser millonario y lo es.
Queremos ser millonarios, pero lo queremos lograr maltratando
lo que Dios ha puesto en nuestras manos, quiero decirte que es inmenso lo que
Dios tiene para nosotros, solo dice la palabra: Pero gran ganancia es la piedad con contentamiento. Porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y
abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren
enriquecerse, caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas,
que hunden a los hombres en perdición y muerte. Porque el amor al dinero es
la raíz de todos los males; el cual codiciando algunos, se extraviaron de la
fe, y se traspasaron con muchos dolores.
Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. Pelea la buena batalla de la fe; echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo eres llamado, habiendo hecho buena profesión delante de muchos testigos.
Nuestra gente no desea solo nuestro dinero,
desean calidad de tiempo, calidad de aprecio, calidad de todo. Se millonario hoy y expresa amor a los tuyos, recuerda
que aunque no tengas dinero, lo tienes todo.
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