Si estás viviendo una vida en desobediencia y rebeldía, quizá ahora mismo pienses: Bueno, pues para mí se acabó. He estado haciendo cosas que Dios no quería que hiciera durante años. He desobedecido casi todo mandamiento que conozco. Creo que no puedo esperar recibir nada de parte de Dios.
¡Por supuesto que sí puedes! Y si ves de nuevo ese pasaje en 1 Corintios 13, verás por qué. Ahí dice que el amor… ”No persigue sus propios derechos o sus propios caminos, porque no busca lo suyo. No se enoja, no guarda rencor no es impaciente. No toma en cuenta el daño recibido (no se pasa la vida recordando lo malo que otros le han hecho)”. Dios siempre perdona.
La sangre de Jesús limpia todo pecado, y ninguna misericordia te será retenida cuando te vuelves a Dios, en el nombre de Jesús, para arrepentirte del mal que hiciste. -Podrías decir: “Pero, es que he fallado tantas veces”. “Dios ha tenido que aguantar tantos problemas míos; más de los que puedas imaginarte. Estoy seguro que Él ya se dio por vencido conmigo”.
¡Claro que no! Él no se ha dado por vencido, porque “el amor puede aguantarlo todo, y siempre está dispuesto a creer lo mejor de cada persona. Sus esperanzas no se desvanecen bajo ninguna circunstancia y resiste todo (sin debilitarse). El amor nunca falla”. Tú y yo podríamos ver nuestras vidas y pensar que no queda ninguna esperanza para nosotros. Podríamos pensar que nunca lograremos nada. Pero las esperanzas de Dios no se desvanecen cuando se refiere a nosotros.
Él ve lo que podemos llegar a ser en Él. Aprende a apoyarte fuertemente en 1 Juan 1:9 — “Él es fiel y justo para perdonar todos nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. Podrías haberte alejado de Dios por tanto tiempo que pienses que Él te ha olvidado. Pero no es así. ¿Cómo puedo saberlo? Porque el Salmo 115:12 dice: “Jehová se acordó de nosotros…”. Él piensa mucho en ti. ¿No es eso una gran bendición? Dios sabe en dónde estás todo el tiempo.
No tienes que esforzarte para tratar de llamar Su atención. Él ya te tiene en Su mente. Dios está consciente de Su pacto contigo. Él recuerda las cosas que te ha prometido, y Él sabe exactamente lo qué se necesita para realizar esas promesas. Él ya tiene pensado todo eso. El Salmo139:17- 18 dice que los pensamientos de Dios hacia nosotros son incontables y preciosos. “¡Cuán preciosos me son, oh Dios, Tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos! Si los enumero, se multiplican más que la arena”.
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