Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. Nopodéis servir a Dios y a las riquezas.
–(Mateo 6:24)
Dios no se opone a que usted tenga dinero, sino a que el dinero lo tenga a usted. Dios está en contra de que le dé prioridad al dinero y ponga su confianza en este.
¿Por qué? Porque Dios sabe que el dinero es un dios pésimo que tiene poder limitado, que no es mucho lo que puede comprar ni puede durar mucho.
Si usted necesita ser sanado de una enfermedad incurable, el dinero no lo ayudará. Si su familia se desintegra, el dinero no la restaurará. Pero si usted busca primero a Dios, Él le hará prosperar en todo aspecto de su vida.
Dios es tan generoso que desea que usted tenga lo mejor en este mundo, así como usted desea lo mejor para sus hijos. El plan de Dios es suplir todo lo que usted necesita conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Ponga en orden sus cosas y adopte el plan de Dios: busque primeramente el reino de Dios y su justicia.
Que el querer agradar a Dios sea la prioridad de su vida. Ponga sus ojos en Él por encima de todo lo demás, y todas estas cosas le serán añadidas.
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