No trate de olvidar la situación: el problema de la infidelidad no desaparecerá si usted lo ignora.
No trate de enfrentar el problema de la infidelidad a solas. Esto sólo le hará cargarse aún más. Comparta su problema con una persona de mucha confianza o a un profesional de consejería matrimonial.
En estos momentos no deje de buscar a Dios por medio de la oración y lectura de la Biblia, para que Dios le traiga paz y sabiduría en cómo proceder.
Ahora que sabe lo que no debe hacer cuando hay infidelidad en el hogar, le aconsejamos como confronte al cónyuge infiel por medio de los siguientes puntos:
Reconozca que la infidelidad es egoísmo de parte del cónyuge infiel y es un pecado delante de Dios. Usted debe confrontar la infidelidad de su cónyuge con firmeza. No acepte las excusas ni permita que justifique la infidelidad echándole la culpa a usted. La persona infiel debe asumir su responsabilidad por su decisión de ser infiel.
Exija con firmeza que la relación extramarital debe terminar en cuanto antes.
Proteja a sus hijos de los gritos o heridas emocionales cuando confronte al cónyuge infiel. Cuando hable con su pareja, busque algún lugar que no esté a oídos de sus hijos.
Si no se da el cambio en su cónyuge, entonces considere una separación para que reflexionar sobre sus malos pasos. Tiene que darse cuanta de que usted está firme en que el matrimonio no puede seguir si hay infidelidad.
Un tiempo prudencial de separación también le puede ayudar a usted para pacificar el dolor y enojo que le ha causado la infidelidad.
No es fácil sacar adelante un matrimonio que ha pasado por la infidelidad. Por lo cual busquen ayuda con expertos en consejería matrimonial. Pero no reciban consejería a la fuerza. Si usted o su cónyuge van a consejería bajo presión y no por voluntad propia, es más probable que la consejería no logre su propósito.
Si su cónyuge admite su error, se arrepiente de sus acciones y le pide perdón; aun así puede ser difícil perdonar. Por lo cual ore a Dios para que le ayude a perdonar y que con el tiempo usted pueda volver a sentir amor y confianza en su matrimonio. Trate en lo posible de no reprocharle la infidelidad.
Sobre todo busquen a Dios, juntos en pareja, y permitan que el Espíritu Santo traiga sanidad y restauración a su hogar.
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