Estos son asimismo los que fueron sembrados en pedregales: los que cuando han oído la palabra, al momento la reciben con gozo; pero no tienen raíz en sí, sino que son de corta duración, porque cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra, luego tropiezan.
–(Marcos 4:16-17)
Parece que hay muchos cristianos sembrados en "pedregales" en estos días. Cuando empiezan en la vida cristiana, se emocionan con la Palabra de Dios. Por ejemplo, oyen un mensaje sobre la prosperidad y vuelven a sus hogares diciendo: "¡Aleluya! Voy a prosperar, en el nombre de Jesús". Pero luego, por alguna razón las cosas no marchan como ellos esperaban: su cuenta bancaria no se duplica de la noche a la mañana, se decepcionan de algo, reciben algunas críticas. En poco tiempo, su fe se ha marchitado.
Si no quiere que eso le suceda a usted, decídase ahora mismo que no se dejará derrotar por esos momentos difíciles. Decida ahora que se mantendrá en la Palabra aun en medio de la persecución y la aflicción, porque puedo garantizarle que vendrán a su vida. Cuando uno se decide a vivir por la fe, las pruebas no desaparecen, hay que aprender a vencerlas.
Cuando usted empieza a sembrar la Palabra de Dios en su corazón, vera al enemigo hacer lo posible para que la Palabra sea infructuosa en usted. Tratará de crear confusión toda vez que pueda. Usted tendrá problemas, pero la diferencia es que ahora tiene la respuesta: la Palabra de Dios.
Sin embargo, gracias a Dios que por medio de Cristo Jesús usted tiene el poder para derrotar a Satanás. Cuando este le lance problemas y desilusiones a su paso, no tiene que postrarse y dejar que lo arrollen, sino siga peleando la buena batalla de la fe hasta que venza.Si llega a ser derribado, levántese y diga: "Fíjate bien, diablo, no voy a permitir que me quites la Palabra de mi corazón. Está ahí, y estoy meditando en ella. La confieso con mi boca y actúo sobre ella hasta que las bendiciones de Dios me envuelvan. Te reprendo en el nombre de Jesus.
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