SALMO 5; 1-8
5:1 Escucha, oh Jehová, mis palabras; Considera mi gemir.
5:2 Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, Porque a ti oraré.
5:3 Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré.
5:4 Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; El malo no habitará junto a ti.
5:5 Los insensatos no estarán delante de tus ojos; Aborreces a todos los que hacen iniquidad.
5:6 Destruirás a los que hablan mentira; Al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová.
5:7 Mas yo por la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa; Adoraré hacia tu santo templo en tu temor.
5:8 Guíame, Jehová, en tu justicia, a causa de mis enemigos; Endereza delante de mí tu camino.
La palabra dice que por nada estemos afanosos sin que antes sean conocidas nuestras peticiones delante de Dios.
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