Efesios 5: 17-19 continúa: Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones.
Será un honor que te identifiquen como un cristiano que “habla y actúa como Jesús”. Para lograrlo debes apagar tu piloto automático y pensar como Él. Recuerda que 1ra. Corintios 2:16 nos dice: Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Más nosotros tenemos la mente de Cristo.
Cuando estaba iniciándome en la vida cristiana una persona me dijo: “Ten cuidado, te están lavando el cerebro”. Frustrado me acerqué al Señor. Él me preguntó: “¿Cómo tenías el cerebro? Entonces yo le dije: “Sucio”. Así que la respuesta de Dios era evidente: “Entonces necesitabas que te lo lavara”. Agradecí esa limpieza que me permitió superar rutinas predeterminadas y ser un hombre nuevo, listo para avanzar.
1ra. Pedro 1:13-14 nos aconseja: Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia.
Ciñe tu cuerpo, pero también tus pensamientos para tener la mente de Cristo y dar más de lo que te piden. No vivas por vivir, detente y rompe el ciclo de rutinas sin sentido. Despierta en el Espíritu y recibe Su avivamiento. El Señor desea que tomes el control de tu vida y llegues hasta donde quiere llevarte.
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