¿Por que hay guerras y pleitos entre nosotros? Pues porque nos dejamos dominar por la avaricia y por la maldad. Dejamos que la lucha, de tenerlo todo, nos abrase, siendo capaces de creer y promover mentiras pleitos, rencillas y murmuraciones.
Debemos recordar que haciendo todo eso, no conseguimos más que soledad, creando barreras de comunicación cada vez más altas entre nosotros, dejando corazones muy lastimados de todos aquellos que afectamos con la errónea decisión de querer alcanzar nuestros objetivos, bajo la premisa del atropello, cuando hacemos esto, nos domina la sabiduría terrenal; para alcanzar en paz lo que necesitamos o lo que anhela nuestro corazón debe ser bajo la sabiduría divina, dice santiago 3; 14-15 que la envidia y celos traen tristeza y amargura, cuando conseguimos algo, bajo un ambiente hostil, no tendremos nada de que sentirnos orgullosos y estaremos faltando a la verdad (que dice la verdad), conseguir las cosas de esta manera es en lo que se basa la sabiduría terrenal. Quitarte a ti para ponerme yo.
Cuando alcanzamos nuestros propósitos de vida con esfuerzo, trabajando duro por todo, accionando siempre para Dios, nunca para los hombres , nos sentiremos plenos, llenos, grandes pero humildes, pues sabremos que lo que hemos alcanzado es una recompensa del Padre, por haber usado la sabiduría divina, descrito esta en santiago 3; 17-18.
Podemos querer más de lo que tenemos, por lo que tenemos que velar, es por la forma en que lo conseguimos, y como dice la ultima parte del versículo 2 del capitulo 4 de santiago, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.
Stg 4:3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
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