Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres” (Romanos 12:17-18)
Pertenecía a un grupo de servicio en la iglesia que se llama seguimiento, esto grupo es para dar apoyo a los nuevos creyentes. En la lista de personas que me entregaron había un joven que muy observador de la cosas del mundo, siempre cuando tenia que llamarlo, tenia una pregunta como por ejemplo -¿Cómo podemos ser cristianos, sentarnos en un lugar con aire acondicionado, andar en buenos vehículos, sabiendo que hay tantas personas necesitadas en la calle?
Decía –mira por ejemplo al señor que parquea los carro y los vigila, todos pasan lo saludan, pero sabiendo que esta en necesidad, que quizás, ni siquiera se a desayunado, nadie se para a cubrir su necesidad.-
Somos muchos lo que no entendemos lo que esta pasando con esta desigualdad, muchos lo que estamos en el evangelio que no estamos haciendo nada por los necesitados, pero les aseguro que al igual que el joven, hay muchos que se quejan de lo que ven, pero no hacen nada al respecto para ser la diferencia.
Un día cuando me volvió a referir el tema, le dije – es cierto lo que me dices, pero has hecho tu algo para cambiar esa situación ¿No estarás tu saludándolo nada mas, viendo su necesidad? ¿Crees que con decirlo lo estas ayudando? Tienes que acercarte y bendecirlo, cubriendo algo que tu sabes que el necesita.-
En ese momento entendió que lo más importante no es ver lo que las personas están haciendo mal, y que sin saber estamos haciendo lo mismo, sino hacer la diferencia. No podemos cambiar el mundo, pero si podemos cambiar nosotros, y ayudar a cambiar a otro, cuando venga a quejarse por algo, hágale ver que esta en sus manos hacer la diferencia en esa situación.
Si en ves de hacer una cadena de criticas, hacernos una cadena de soluciones, haremos de nuestro habita algo mejor donde vivir. No a las quejas y si a las soluciones.
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