martes, septiembre 25, 2007

Tenga buen ánimo

Pero ahora os exhorto a tener buen ánimo, pues no habrá ninguna pérdida de vida entre vosotros, sino solamente de la nave.
–(Hechos 27:22)


¿Qué hace usted cuando está en una situación realmente peligrosa?

Si es como yo era, usted clama a Dios con desesperación, Dios dijo a alguien una vez: "No, yo escucho el clamor de desesperación de un pecador porque eso es todo lo que puede implorar. Pero una vez que hayas nacido de nuevo, hijo, debes de clamar con fe.

Yo escucho el clamor de fe".¿Qué es un clamor de fe? Es llamar las cosas que no son como si fuesen (Romanos 4:17). Es lo que la Biblia quiere decir cuando dice: "Diga el débil: Fuerte soy" (Joel 3:10).

El apóstol Pablo sabía cómo usar el clamor de fe. Por eso en Hechos 27 exhortó a los hombres en ese barco estropeado y a punto de hundirse a "cobrar ánimo". Les instó a comenzar a actuar por fe. ¿Se imagina lo que pensaron los marineros cuando Pablo les habló?: "Ese predicador es un tonto. Escucha lo que está diciendo. Que cobremos ánimo. Hemos tirado todo lo que tenemos por la borda y él dice que tengamos buen ánimo".

Quizá usted ahora se sienta como se sintieron esos marineros. Tal vez sienta que su barco se está hundiendo. Es posible que tenga ganas de llorar por la desesperación. Pero no lo haga. En vez de eso, haga lo que el apóstol Pablo dijo y ¡cobre ánimo! Clame a Dios en fe y diga: "Señor, no me voy a desesperar. Voy a tener buen ánimo porque tu Palabra dice que me librarás de esta situación" (Salmo 34:19).

Entonces comience a alegrarse. Puede llevarle más determinación que todo lo que usted haya hecho antes, pero Dios le dará la fortaleza para hacerlo. Le dará el poder para estar gozoso en medio de la oscuridad más impía que el diablo pueda traer. En vez de llorar en desesperación, afírmese en la fe. Cante, regocíjese y alabe a Dios por su rescate. Tenga buen ánimo y podrá estar seguro de que Dios le llevará a través de la tormenta.

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