Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.Y Él dijo: Ven, Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús.
–(Mateo 14:28,29)
Es fácil tener tal temor a cometer un error que uno nunca se aventura a andar por la fe. Usted puede pasarse todo el tiempo preguntándose: "¿Es esto fe o presunción? ¿Qué pasaría si ejercito mi fe en algo y luego me doy cuenta de que no he hecho la voluntad de Dios?"
No se preocupe, Dios sabe qué hacer con cualquier error que usted cometa. Lo sé porque he cometido muchos. Cuando los cometía, iba simplemente al Señor y Él me decía: "Permanece en la Palabra, hijo. Juntos superaremos este asunto". Y siempre lo hemos hecho.
Si hace lo que dice la Palabra con sinceridad de corazón y permanece de manera decidida en ella, Jesús nunca lo va a defraudar, por más errores tontos que cometa. Él lo demostró la noche en que Pedro saltó de la barca al agua.
¿Se ha detenido a pensar en esa experiencia? Pedro no había estado orando o buscando la voluntad de Dios antes de hacerlo. Guiado por el impulso, exclamó: "Señor, si eres tú, mánda que yo vaya a ti".
¿Qué se supone que dijera Jesús? El simplemente no podía decir: "No soy Yo". Supongo que pudo haber dicho: "Espera un minuto. Tú no tienes la fe para venir hasta aquí. Será mejor que te quedes en la barca porque, si no, te ahogarás".El no le dijo eso a Pedro, y no se lo dirá a usted. Si quiere salir y andar por fe, El saldrá con usted y lo levantará cuando comience a hundirse. El lo llevará de vuelta a la barca, si es necesario.
Es mejor arriesgarse a ser presumido que desperdiciar su vida en la barca de la incredulidad. Si usted tiene que hacerlo, simplemente salte al agua y diga: "¡Señor, ayúdame!"No permita que el temor lo mantenga alejado de dar ese paso de fe. ¡Vamos, salga de la barca hoy!
No hay comentarios:
Publicar un comentario