miércoles, abril 19, 2017

Hacedor para ver la manifestacion de su Gloria


Pero sed hacedores de la palabra,  y no tan solamente oidores,  engañándoos a vosotros mismos.  Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella,  éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.  Porque él se considera a sí mismo,  y se va,  y luego olvida cómo era.  Mas el que mira atentamente en la perfecta ley,  la de la libertad,  y persevera en ella,  no siendo oidor olvidadizo,  sino hacedor de la obra,  éste será bienaventurado en lo que hace.

No teniendo una estadista formal, pero si partiendo las personas que tengo cerca, ya sea en mi casa o compañeros de trabajo o vecinos cristianos, me dio cuenta de que debo de dejar d ser, como dice la palabra un oidor, sino hacedor de la palabra.

Los oidores tienen la particularidad de que les gusta un mensaje, no para ponerlo por obra sino para compartirlo con todos los contactos físicos y electrónicos que tiene, y en verdad creo que este es el problema básico de ellos,  sienten que están haciendo (poniendo por obra) cuando comparten la palabra escuchada.

Allí se aplica la semejanza al hombre que considera en un espejo su rostro natural.  Porque él se considera a sí mismo,  y se va,  y luego olvida cómo era.

Compartir la palabra no es malo, lo que no está bien que solo la partamos y no la pongamos por obra, es por ello que cuando Jesús les dio las instrucciones a los 12 y los envió de dos en dos, espero que ellos pusieran por obra lo que recibieron, sino lo hubieran ido ni ellos ni los 70, no hubieran tenido reporte de la manifestación de la gloria de Dios.

Por tal razón, la bendición de los hacedores, es que, cuando pones por obra, ves la manifestación de Dios en respaldo a su palabra.  Debemos de tener presente que  desde Génesis hasta Apocalipsis el éxito de los hombres que se dejaron usar por Dios, fue el escuchar las instrucciones dadas y ponerla por obra. Solo en la obra está el respaldo de Dios para la tan deseada manifestación de su gloria.

Padre que tu Espíritu Santo, me ayude que ser buen oidor de tu palabra, que preste atención y la entienda, y que también la pueda poner por obra, para ver la manifestación de tu gloria, en mi vida, en mi familia, en mi finanza, en mis planes, en mi empleo, te lo pido en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amen

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