Salmo 3:5 Yo me acosté y dormí, Y desperté, porque Jehová me sustentaba.
Al abrir los ojos esta mañana, me di cuenta que mi mente estaba despierta alabando a Dios, esto me hizo sentir gran gozo, como dice una alabanza: Es hermoso estar dormido con el corazón despierto.
Es necesario que cada día estemos cociente de que Dios nos sustenta, esto no se siente de la noche a la mañana, es un ejercicio constante, de entregar en sus manos las circunstancias, es decir Padre tu tienes el poder, para ti no hay nada imposible, todo lo puedo en Cristo que me fortalece, Jehova es mi pastor y nada me faltara, el Ángel de Jehova acampa alrededor nuestro, mayor es el que esta conmigo que el que esta en el mundo.
No solo en este versículo vemos al salmista entregarse en las manos de Dios, en medio de la angustia, del dolor, de la persecución etc.
Entrégate en a las manos de Dios, lo menos que te puede pasar en tener la bendiciones de ver cambiar las circunstancias, en Romanos 10;9-11 dice: Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.
Empieza a ejercitarte hoy confiesa con tu boca que Jesús es el Señor de como se llame lo que estas viviendo, entonces alcanzaras salvación.
hoy es un buen día para ver a Dios obrar.
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