Tenemos la percepción de que cuando alguien nos hace algo, debemos proceder a la venganza, muchos dicen la venganza es dulce como la miel, pero ¿Es esto verdad? ¿Es dulce la venganza como la miel?
Pues debo decirle, que si usted es de los que consideran eso, esta equivocado. Creyendo que le estamos haciendo mal al que nos hizo el daño, solo nos lo estamos haciéndolo a nosotros mismos.
La palabra dice “En cuando dependa de ti, estad en paz con los demás”, recuerda, en cuento dependa, ¿De quien? De ti, en el momento que entendamos que la venganza, mas que hacerle daño a otro, nos lo estamos haciendo a nosotros mismos. En lo íntimo de nuestro aposento, nos encontramos con la triste realidad del vacío que sentimos por el mal que hicimos.
“Estate quieto y conoce que yo soy Jehová tu Dios fuerte y celoso” pon en las manos de Dios a todos y todas las cosas que quieren acosar tu vida, “Mía es la venganza dice el Señor”. No te lastimes más con eso y entrégaselo a Dios, El tiene dominio y control de todo.
No te dejare ni te desampararé, ungiré tu cabeza con aceite delante de tus angustiadores, por un camino vendrán contra ti y por siete camino huirán de delante de ti.
Sana tu vida poniéndola en las manos de Dios.
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