jueves, diciembre 14, 2006

Pacientemente

salmo 40;1-8


Pacientemente esperé a Jehová,
y se inclinó a mí y oyó mi clamor,

y me hizo sacar del pozode la desesperación,
del lodo cenagoso;
puso mis pies sobre peña
y enderezó mis pasos.

Puso luego en mi boca cántico nuevo,
alabanza a nuestro Dios.
Verán esto muchos y temerán,
y confiarán en Jehová.

4 ¡Bienaventurado el hombreque puso en Jehová su confianza
y no mira a los soberbios
ni a los que se desvían tras la mentira!

Has aumentado, Jehová, Dios mío,tus maravillas
y tus pensamientos para con nosotros.
No es posible contarlos ante ti.
Aunque yo los anunciaray hablara de ellos,
no podrían ser enumerados.

Sacrificio y ofrenda no te agradan;
has abierto mis oídos;
holocausto y expiaciónno has demandado.

Entonces dije: «He aquí, vengo;
en el rollo del libro está escrito de mí;

el hacer tu voluntad, Dios mío,me ha agradado,
y tu Ley está en medio de mi corazón.

No deseperes, yo tengo cuidado de ti y los tuyos.

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