«Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella» (Habacuc 2:2)
Yo creo que Dios le ha dado a cada persona una visión —un sueño que le
dará una vida plena—. ¿Cuál es el suyo? ¿Qué ha deseado realizar desde
su juventud? ¿Qué le ha mostrado Dios acerca del cumplimiento de su vida
como hijo Suyo?
Dios es visionario, y creó a Su pueblo para que también lo fuera. Cuando éramos niños
e imaginábamos qué seríamos cuando fuéramos grandes, no había nada ni nadie sobre la Tierra que nos hiciera desistir de creer que nuestros sueños se harían realidad.
¿Recuerda los sueños de su niñez? ¿Recuerda la visión específica que Dios depositó en su corazón cuando nació de nuevo, con respecto a su trabajo o ministerio?
Quizá existan muchas razones por las cuales haya puesto sus sueños a un lado —talvez no los ha olvidado por completo, simplemente los ha ido aplazando—. Quizá sea a causa de las presiones diarias de “la vida” y de la rutina; o quizá por las restricciones
financieras. Otro factor puede ser el tiempo; es posible que al transcurrir los años, su visión le parezca inalcanzable. Es probable que las distracciones hayan evitado que usted cumpla sus sueños, o que los pesimistas los hayan aplastado por completo.
Lo animo a que retome sus sueños y la visión para su vida. Utilice su imaginación y tome tiempo para reconectarse con los sueños que el Señor le ha dado.
La felicidad de su vida proviene del cumplimiento del plan que Él tiene para usted. Sin importar cuál sea el sueño al que Dios lo haya llamado, Él desea revelarle la visión para su vida hoy, a fin de que ¡usted pueda correr con ésta!
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