Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, y en sus mandamientos se deleita en gran manera. No tendrá temor de malas noticias; su corazón está firme, confiado en Jehová.
–( Salmo 112:1,7)
Los que se forman el hábito de deleitarse en la Palabra de Dios tendrán un corazón firme, podrán hacer frente a las calamidades sin perder su firmeza y sabrán qué hacer antes de que estas lleguen y saldrán victoriosos. Esa clase de creyentes no perderán en la vida.
Lo lamentable es que la mayoría de los creyentes esperan hasta que estén ante alguna calamidad para empezar a afirmarse en la Palabra, esperan hasta que estén entre la espada y la pared. Entonces es cuando se vuelven muy espirituales y empiezan a ayunar y a orar, pero luego se dan cuenta de que han empezado muy tarde.
Es como el hombre que al descubrir a un ladrón en la casa empieza a levantar pesas para desarrollar sus músculos y poder hacer frente al ladrón. Por supuesto que de esa manera no logrará nada. Si hubiera estado haciendo ejercicios en vez de mirar la televisión, habría estado preparado. Pero a como están las cosas ahora, él será fácilmente derrotado.
Apague la televisión, apague las distracciones del mundo y encienda la Palabra para que su corazón esté firme y preparado para cuando el diablo llegue a allanar su casa. Hoy es el tiempo propicio para empezar a afirmarse en la Palabra de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario