Alguien decía mientras predicaba, que los mejores momentos
en Dios, se viven cuando, estamos pasando por momento difícil, ya que en ese
momento que cuando nos entregamos a el, sin pensarlo mucho, se nos va el
cansancio, el deseo de ver TV cómodamente con la familia, salir a dar una
vuelta, ir al cine, solo queremos estar en la presencia de Dios.
Por otra parte, estaba en una reunión para planificar
algunas actividades, cuando llego el turno de los músicos y los adoradores,
ello se quejaron porque no le avisaban con tiempo, que en muchas ocasiones
faltando pocos días para la actividad, era que le avisaban, por lo que ellos
necesitaban más tiempo, para sí poder ensayar.
Mientras exponían su posición, a mi mente me llego el
momento en que Jesus llamo a los 70 y a los 12 y los envió, ello no pudieron
decir: Señor esperece que no estamos preparados para lo que nos está
encomendando, ya que debemos ayunar y orar, antes de ir.
Terminada la reflexión en mi mente, una persona expreso que
no estaba de acuerdo con lo que el decía al respecto, ya que la vida del
cristiano es estar preparado para lo que Dios desea que haga, la practica
nuestra o la preparación, viene de una vida diaria de estar metido en la
presencia de Dios, cada día.
Adoración y alabanza, Escudriñar las escrituras, oración e intercesión,
son las base de esa práctica o preparación diaria, que nos permite hacer lo que
tenemos que hacer para Dios.
Al final lo único que hacernos es afirmar nuestros pies,
nuestro caminar, cuando adoramos hacemos que Dios habite en medio de la
alabanza de su pueblo, cuando escudriñamos, nos nutrimos, nos llenamos, las áreas
de nuestras vidas que no agradan a Dios son podadas, para que llevemos buenos
frutos, cuando intercedemos estamos dando y dando es como recibimos.
No hay excusa, he me aquí Señor, y adelante, que él envía, POR ESO RESPALDA.
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