Recientemente fui invitado por un compañero de trabajo a su iglesia, a un culto especial, en la puerta de entrada, inicio un sentir de Dios en mi ser, la iglesia se congrega bajo una carpa inflable, por ende se mantiene por la presión del aire, para entrar, primero te abren una puerta, para pararte en un lugar a esperar que esa puerta la cierren, cuando cierran esa puerta, entonces abren otra puerta posterior que te permite estar dentro del templo.
Como todo lugar que se invoca a Dios en espíritu y en verdad, sentía un fluir de su gloria, condensada en aquella presión de aire, a pesar de que estaba bien frió, no se dejaba sentir al fuego del Espíritu de Dios.
El sentir de Dios es que nuestras vidas deben de estar llena de su gloria, y que no debemos de abrir puertas al enemigo, porque entonces no nos vaciamos de él.
Para mantenernos llenos de su gloria debemos:
1) Dar la primicia en todo a Dios, orar al despertarnos, leer su palabra, cuando nos reunimos, entregar la reunión a Dios, sea una reunión secular o no, debemos, serle fiel. la palabra dice Lucas 10:27 Y él respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de todas tus fuerzas, y de todo tu entendimiento; y a tu prójimo como a ti mismo.
2) Tener dependencia de él, en Juan 15:5 dice: Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
Practique estos dos principios y mantendrá su vida en el punto que Dios desea para poder trazar las lineas de sus bendiciones.
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