miércoles, abril 07, 2010

Hermosa Promesa

Isaías 59:21 anuncia: este será mi pacto con ellos, dijo Jehová: El Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehová, desde ahora y para siempre.

Esta es una de las promesas más bellas para la familia. Aunque todavía no estés casado, la Palabra asegura que El Espíritu del Señor estará con tus hijos y con tus nietos. Dios ve más allá de tu presente y bendice tu futuro porque ve a tu descendencia llena del Espíritu Santo y junto al Él.

Salmo 128:1-6 asegura: Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, Que anda en sus caminos. Cuando comieres el trabajo de tus manos, Bienaventurado serás, y te irá bien. Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa. He aquí que así será bendecido el hombre Que teme a Jehová. Bendígate Jehová desde Sion, Y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida, Y veas a los hijos de tus hijos. Paz sea sobre Israel.

La vida junto al Señor te garantiza felicidad. Tu mujer será bálsamo y te dejará como ebrio de alegría. Tus hijos serán como el fruto del olivo, es decir, serán ungidos y llenos del Espíritu Santo. Se sentarán a la mesa y te acompañarán. Verás las promesas cumplidas en ellos y serán una familia unida y entregada al Señor. No importa cuál sea la circunstancia de tu hogar, Dios no se ha olvidado de ti ni de ellos y anhela bendecirlos. Él será padre para quien no lo tiene y esposo para la mujer que se sienta abandonada.

Los tiempos difíciles siempre sobran pero Él dice que bendecirá a tu familia y tu casa florecerá. El Espíritu Santo es tu consolador y te acompañará siempre. Olvida la amargura de ese divorcio y de la pelea que tuviste con tus hermanos o padres. No guardes rencor en tu corazón porque la honra debe empezar en ti y ser ejemplo para todos. Deja de llorar por el ser querido que murió y recuerda que está mucho mejor junto al Señor que cambiará tu luto en gozo, la tristeza en alegría y la ceniza en gloria. Él quiere darte consuelo.

Los problemas en tu matrimonio se resolverán si permites que Dios te aconseje. Es el momento de cambiar tu corazón y limar las asperezas. El marido debe ser cariñoso y tolerante, la esposa debe sujetarse y atender con amor. Los hijos deben respetar y amar a sus padres. Agradezcan al Señor por su familia y luchen por ser felices juntos. Dios traerá la reconciliación para los hogares que se abandonen en Sus manos. No importa lo que suceda. Si eres víctima de mal trato, imita a Jesús y ora por ellos, bendícelos y da lo mejor de ti para ver cumplida la Escritura.

Solamente las familias unidad serán gratificadas. Acércate a tu gente y bendícela diciéndole todo lo bueno que hay en cada uno. Profetiza bien para tus hijos, dile a tu cónyuge cuánto le amas porque está a tu lado a pesar de todo. Da gracias por la ternura que has recibido y llena tus manos de caricias para aquellos con quienes compartes la vida. Recuera que tu boca tiene poder y debes utilizarla para decir palabras de bien, salud y bendición. Toma tiempo para estar con tu familia y bendecirla con tu mente, tu corazón y tu voz. Dios desea hacerte el bien junto a los tuyos. Abraza tu familia y ámala para que la promesa del Señor se haga realidad y sea bendecida por generaciones.

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