La fe, sabiduría y confianza en el Señor son más importantes que el oro y la plata. Entrégale tu vida para que Él sea refugio y seguridad en medio de las tribulaciones.
Hay cosas más valiosas que el dinero. El apóstol Pedro nos dice que la fe es una de ellas y realmente es más poderosa que todo cuanto puedas tener en este mundo. No hay problema sin solución cuando creemos y confiamos en el Señor. Perder nuestro negocio, casa o trabajo nos hace sentir inseguros, por el contrario, el dinero nos da seguridad porque pensamos que tendremos la capacidad de afrontar cualquier situación. Si tu esposo te dice que lo despidieron, sabrás que tu familia se enfrentará a una seria dificultad, más aún sin ahorros, pero toda incertidumbre se disipa con la fe en Dios. No es bueno casarse por interés pero sí hay que tener la sabiduría de escoger como pareja de vida a alguien responsable y trabajador con quien podamos construir una familia estable.
Buscar al Señor en medio de una dificultad no es malo, al contrario, Él anhela ayudarte y ser tu seguridad en medio de la crisis. Pero no lo busques solamente por eso porque el mensaje que le envías es “necesito que me bendigas solamente cuando estoy mal”. Asegúrate de buscarle siempre para que el mensaje sea “bendíceme en todo momento”. No debe haber problema o prosperidad que te aparten de Su lado.
Jesús se hizo el sumo sacerdote para presentarce ante el padre por nuestros pecados, haciéndonos actos de entrar a su presencia confiadamente, no importa la situación que estés pasando, Dios te escucha hoy...
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